«Cuando fingimos ser otra persona, no somos auténticas, esto lo solemos hacer para que nos quieran, pero lo que logramos con ello es que otras personas quieran a alguien que no somos nosotras y así no nos sentimos queridas nunca».
Marisol Justo de la Rosa.
En el Congreso Internacional de Educación Infantil que tuvo lugar en Madrid el día 7 de marzo, se reunieron algunos ponentes que tocaron temas de actualidad, hoy vamos a recoger algunas de las citas que se pudieron escuchar en una conferencia llamada: Aprender las emociones: la inteligencia emocional del docente de educación infantil, a cargo de Marisol Justo de la Rosa, una maestra especialista en Educación Infantil, además de orientadora y asesora familiar y directora pedagógica de un Centro de Educación Infantil, entre otras muchas cosas, a la que me encantó escuchar puesto que desde una sencillez absoluta planteó algunas cuestiones muy interesantes sobre este tema.
Este es el tercer post relacionado con el Congreso Internacional de Educación Infantil y el último de la serie. En el primero, reflexionamos sobre inteligencia emocional y creatividad, en el segundo sobre desarrollo lógico-matemático y ahora nos toca hablar de inteligencia emocional.
Paso directamente a recoger algunas de sus reflexiones en forma de citas, como en las entradas anteriores, le pido disculpas a ella de antemano, porque en mis apuntes, seguro que habrá parte de la información que ella volcó en aquel espacio con mis propias ideas, es inevitable.
- Si para enseñar mates o un idioma tengo que dominarlo, saber francés, manejarme con soltura con las cuentas, entonces, ¿cómo podría trabajar competencias emocionales si yo no las poseo?
- En relación con las emociones no se nos formó, como mucho cuando nos hablaron de ello fue para decirnos que las escondiéramos, que las dejáramos fuera del aula.
- Si las emociones negativas no sirvieran para nada habrían desaparecido, pero son necesarias, nos permiten estar en alerta ante un peligro o reaccionar en situaciones críticas.
- Reforzar todo lo que hacen nuestros niños y niñas, en todo momento, «muy bien», «¡qué dibujo tan bonito!»… No aporta nada, además, ellos y ellas se dan cuenta de si estoy siendo sincera o no.
- Cuando estoy hecha polvo emocionalmente pero les muestro una sonrisa y les digo que estoy feliz, les estoy enseñando a mentir y a esconder las emociones porque se dan perfecta cuenta de cómo estoy realmente.
- Mostrarte como modelo con imperfecciones implica que a lo mejor me eligen como modelo, si soy perfecta seguramente no van a elegirme.
- Mis aciertos poco aprendizaje me han traído, sólo mis errores me hicieron aprender.
- Si les diéramos la opción de equivocarse, a lo mejor esos niños y niñas que nunca responden, se animarían a contestar y les conoceríamos más.
- Cada niño y cada niña tienen una vivencia en la escuela y reaccionan de manera diferente, ¿quién es el maestro o la maestra para decidir cuánto de inteligente es su alumnado o cómo tienen que reaccionar ante una situación determinada? Se trata de respetar, apoyar, ayudar… no de juzgar.
- Es fundamental que los maestros y maestras den lo mejor de sí mismos, sean auténticos para provocar que entiendan que se pueden mostrar las emociones positivas y también las negativas en cualquier momento, que serán respetados.
- Leonardo Da Vinci, murió lamentándose por no haber sabido relacionarse mejor con las personas que había conocido.
- Es importante que demos tiempos para que reflexionen sobre las situaciones que se encuentran en su día a día.
- Debemos ser especialmente cuidadosas con no equivocarnos emocionalmente con ellos, juzgarles, agredirles emocionalmente, porque no tienen competencia emocional aún y podemos hacer mucho daño.
- Como ahora ya hay proyecto o taller de emociones en la escuela y se trabaja los martes de 9:30 a 10:00, ya está cubiertas las necesidades, el resto del tiempo seguimos como antes.
- Cuando fingimos ser otra persona, no somos auténticos, esto lo solemos hacer para que nos quieran, pero de esta manera logramos que otras personas quieran a alguien que no somos nosotros y así no nos sentimos queridas nunca.
Así de interesante fue esta ponencia de Marisol, sin grandes complicaciones dijo grandes verdades, nos emocionó a todas las personas que estábamos allí con su sencillez y cercanía, tanto que para finalizar la ponencia como no paraba de recibir aplausos, personas de la organización le animaron a desfilar por aquella gran pasarela. El Congreso se celebraba en el mismo espacio donde se celebra la pasarela Cibeles. Ese momento fue muy divertido porque ella había utilizado varias veces el ejemplo de cómo preparando la ponencia había visualizado que se caía con los tacones que casi nunca lleva en aquella pasarela y como había logrado vencer sus creencias y sus emociones negativas para que esto no le afectara. La verdad es que desfiló divinamente con los tacones y con sus palabras a lo largo de la ponencia.
¿Qué te parecen estas reflexiones? ¿Consideras importante que las personas que se dedican a la docencia tengan más preparación en temas de inteligencia emocional? ¿Has tenido alguna experiencia positiva o negativa en relación con estos temas que te apetezca compartir? Aquí la esperamos, nos encantará que la compartas.
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