Las vueltas que da la vida. Hoy quiero compartir con vosotras (y vosotros) mi experiencia con la dichosa vitamina D, las dudas, las decisiones que fuimos tomando y en qué punto estamos en estos momentos.
Nuestra pediatra nunca nos recetó vitamina D, la verdad es que ella casi nunca nos receta nada y cuando lo hace (nos recetó corticoides para la dermatitis atópica que supuestamente tenía Pequeñita) no solemos utilizarlo, así es que hacemos un equipo fantástico (léase la ironía). Ahora me encanta que mi pediatra sea así y me recete baños de vapor cuando mi hija está congestionada o me diga qué cosas le puedo decir a la gente que no entiende que le dé pecho a una niña de la edad de la mía. Pero al principio, no entendía bien su criterio y aún menos nuestras familias que esperaban antibióticos para los catarros y paracetamol antes de los 38 grados de fiebre.
Recuerdo la cara de pánfila que se me quedó cuando me reencontré después de mes y medio con las compañeras de la piscina y resultó que todas estaban dándo vitamina D a sus bebés, como suele darse, «el día que me acuerdo», «lo que le queda en la boca porque no le gusta y se cae con el cuentagotas», ya sabéis de qué os hablo, pero el caso es que a todas se lo habían recetado. En ese momento nosotras estábamos en una situación crítica porque mi pediatra se había equivocado al decirme lo que solía engordar cada semana un niño de pecho en condiciones normales y Pequeñita estaba apenas cogiendo los 80 gramos que ella nos había dicho porque tenía anquiloglosia o frenillo corto de la lengua y no podía extraer bien la leche, el resultado era una niña extremedamente delgada a la que tuvimos que suplementar y esto para mí estaba siendo muy duro como cuento en el post que os enlazo. Como podéis imaginar, la credibilidad que me daba mi pediatra en esas semanas era mínima y cuando supe que todos los bebés tomaban la vitamina, pensé que era otro despiste de ella y me sentí muy mal. Hay que tener en cuenta que me contaron aquello de que era necesaria para cerrar las fontanelas. Esa misma semana fui a otro pediatra que había en mi barrio y me recetó la vitamina.
En esos momentos el laboratorio había cambiado el envase y el pediatra me dijo algo así como: «si te dan el envase naranja son seis gotas y si es el verde son 9». Menuda tranquilidad. Cuando llegué a casa, me leí el prospecto, lo que me había dicho no coincidía con la posología del envase, según el laboratorio la dosis era mucho menor y ya de paso leí los inconvenientes que tiene tomar un exceso de vitamina D y además no encontré por ningún lado que la vitamina favoreciese el buen cierre de las fontanelas, la vitamina D sirve para prevenir el raquitismo y favorecer una adecuado desarrollo de los huesos que tiene que ver pero no es lo mismo. Ahí empezaron las dudas, ¿entonces se lo damos o no?
Muchas habéis leído Un regalo para toda la vida de Carlos González y estaréis de acuerdo conmigo es que es un libro de lectura obligada para cualquier madre embarazada o que esté dando el pecho, yo lo leí en los últimos días de mi embarazo y en las primeras semanas de mi lactancia y en él, su autor que también es pediatra, explica que no es necesario suplementar con vitaminas a los bebés, según su criterio, la leche materna es suficiente.
Mientras investigaba sobre el tema, creo recordar que le dimos la vitamina un día sí, cuatro no, en total unos seis días mientras iba leyendo que no era necesario, que bastaba con que le diera el sol unos diez minutos diarios, que con la vitamina D que llega a través de la leche materna es suficiente, etc.
Aunque por otro lado, leíamos que las mamás no éramos capaces de sintetizar la suficiente vitamina D como para pasarle a nuestros bebés la que ellos necesitan. Yo he tomado durante más de dieciséis meses de mi lactancia, vitaminas Femasvit, son las que me recetaron durante el embarazo, en estas vitaminas hay hierro y vitamina D entre otras cosas. Tenía que tomarla porque en cuanto lo dejaba me daban mareos y vértigos, no tengo evidencia médica de que fuera por esto, pero coincidía con períodos es que estaba muy despistada y olvidaba tomarla dos o tres días. Como al volver a tomarla me encontraba bien de nuevo, pienso que era necesaria para mí. Con lo cual, estaba tranquila porque estaba compensando el posible déficit que como madre pudiera tener para hacerle llegar a mi hija vía leche materna, la vitamina que necesitaba.
Peligro de un exceso de vitamina D
Nuestra decisión estaba motivada porque nos pareció que haciendo caso a las recomendaciones de algunos pediatras, no de la mía que sabía que tomaba Femasvit y que pienso (ahora) que por eso no me recetó la vitamina, estábamos favoreciendo una hipervitaminosis D, con lo que ello supone. Si la dosis recomendada a los bebés cercanos era superior a la que marcaban los laboratorios, como fue nuestro caso y a eso sumábamos la vitamina que pudiera sintetizar el bebé con el sol, más la que le pasara la madre por la leche, estábamos favoreciendo un exceso de vitamina D.
Algunos de los síntomas que tiene la hipervitaminosis D son estreñimiento, disminución del apetito (no podíamos plantearnos esto por nada del mundo), deshidratación, fatiga, irritabilidad, debilidad muscular… Ahora sabemos que para llegar a esta situación las dosis tienen que ser muy elevadas. Por otro lado, el exceso de vitamina D produce hipercalcemia por un exceso de absorción del calcio que es el efecto que tiene esta vitamina, permitirnos absorver el calcio. La hipercalcemia puede dañar seriamente los riñones, los tejidos blancos y los huesos a largo plazo, ya digo que las dosis deben ser muy elevadas.
Riesgos de un déficit de vitamina D
En este momento estaba totalmente despreocupada de este tema pero hace poco Bebés y más publicó un artículo que me consta ha generado muchas dudas a muchas personas, a nosotros entre ellas, podéis leerlo aquí. En el post se habla de que la mayoría de los bebés tienen un déficit de vitamina D, os recojo algunas frases textuales.
«La leche materna tiene el contenido en vitamina D que debe tener para la vida normal de los humanos, que es vivir en este mundo soleado en que vivimos. Ahora bien, la naturaleza no debía esperar que viviéramos bajo techo, que nos moviéramos en coches con techo, que los niños estudiaran bajo techo y que en las épocas de sol los niños se pusieran crema factor tres mil, evitando la síntesis de vitamina D».
«Sólo con la exposición al sol un niño sintetiza el 90% de vitamina D que necesita, recibiendo el 10% restante de la dieta».
«(…), los niños de ahora tienen déficit por el cambio de estilos de vida (ya no juegan tanto en la calle y muchas actividades las realizan bajo techo), por los cambios migratorios y por las campañas de prevención del cáncer de piel».
«Si a esto le sumamos que a la que llega la primavera y el verano se inician las campañas contra el cáncer de piel y les empezamos a poner crema, el cuadro se agrava. Cuando la crema es superior a un factor 8 llega a inhibir la síntesis de vitamina D por la piel hasta en un 95%».
El déficit de vitamina D facilita la aparición de algunos tipos de cáncer.
Alberto Muñoz, investigador del Instituto de Investigaciones Biomédicas Alberto Sols, dice que «muchos trabajos científicos están demostrando que son necesarios unos niveles mínimos de vitamina D y que su déficit comporta numerosos problemas, entre ellos raquitismo, osteoporosis, enfermedades cardiovasculares o un mayor riesgo de cáncer», ahí es nada. Este hombre dice que la cuarta parte de la población europea sufre déficit de vitamina D.
La preocupación por el déficit de vitamina D es tan importante en este momento que ha impulsado proyectos como el europeo OPTIFORD, para investigar si el enriquecimiento de la comida con vitamina D es una estrategia factible para remediar la insuficiencia de este nutriente en la población.
En este enlace podéis leer más información al respecto sobre el déficit y sus riesgos asociados.
Y entonces, ¿qué hacemos con la vitamina D?
Tras leer y leer y no encontrar más que información contradictoria, nos dejamos llevar por nuestra intuición por supuesto documentada, si no para qué tanta lectura. Como yo ya no tomo suplementos vitamínicos, nuestros horarios son un poco patéticos y no siempre aprovechamos bien las horas de sol y ahora menos con el horario de invierno y todo parece indicar que es un mal endémico esto del déficit de vitamina D y no sólo en nuestros bebes, decidimos que teníamos que tomar un aporte extra de esta vitamina, no sólo Pequeñita sino toda la familia.
En principio lo buscamos en la dieta, pero es un problema: salmón que es un pez grande que tiene otros riesgos tomado en exceso, huevos que hasta donde yo llego tienen mucho colesterol (esto sobre todo para nosotros)… Y es que apenas hay alimentos ricos en vitamina D y si tienen es un porcentaje bajísimo que no es suficiente para el aporte diario necesario. El aceite de hígado de bacalao me pareció una opción y allá me fui a buscarlo, así encontré lo que de momento ha sido nuestra alternativa. En Rivas hay una cooperativa que vende productos de herbolario y pregunté si tenían cápsulas de hígado de aceite de bacalao, allí me comentaron que eso se tomaba antiguamente, que sabía fatal y que ellos no lo tienen porque el proceso para conseguirlo es mucho más grave que los beneficios que aporta tomarlo. Ese día estaban allí reunidas algunas personas, entre ellas una nutricionista y después de consultarlas a todas ellas, nos recomendaron tomar vitamina D, de la marca Solgar, un producto natural de venta en farmacias, es este de la foto.
La posología indica para adultos tomar una o dos dosis de 0,5 ml. En nuestro caso estamos tomando solamente una dosis y en el de Pequeñita menos de la mitad, 0,15-0,20. Es verdad que en el caso de la niña estamos funcionando un poco a ojo porque las indicaciones que nos dieron en la farmacia no nos sirvieron de mucho, la verdad. Es complicado saber a qué medida de nuestro cuenta gotas corresponden los 400IU diarios que recomiendan tomar de suplemento. Si alguien puede iluminarnos sobre este tema será de agradecer. Nuestra idea es tomar parte de la vitamina con la dieta, otra parte con el sol y una tercera con este producto, por eso estamos tomando cantidades pequeñas. Esta vitamina es muy fácil de tomar, apenas tiene sabor, es aceitoso y quizá tiene un leve sabor a naranja y pescado pero apenas perceptible así que se puede tomar perfectamente en el agua (así lo toma Pequeñita) o directamente del cuentagotas.
Esa ha sido finalmente la decisión que hemos tomado, al menos por el momento, esto como digo siempre es un proceso de aprendizaje, me encantará saber vuestra opinión y vuestras experiencias para tratar de adoptar la solución más apropiada. Entre todxs es más fácil.
¿Tomáis aportes de vitamina D en vuestra familia? ¿Le diste a tu bebé la vitamina desde el nacimiento? ¿Se te ocurre otra opción para recibir los aportes necesarios de vitamina D? Me encantará recibir vuestras sugerencias, dudas, comentarios…
EDITADO (22 de junio de 2017):
Tras leer el terrible caso de la hija de Gabriela, podéis leerla en los comentarios, pensé que era necesario comentaros cómo derivó nuestra historia con la Vitamina D. Cuando quedaba poquito para acabar el envase de la foto, dejamos de darle importancia a su posible déficit e incluso el nuestro, parece que nos resultaba más fácil sacar a la calle a nuestra hija en las horas de sol, ahora va al colegio y está media hora en el patio y los trayectos de ida y vuelta de casa al colegio, aunque suele ir en coche o autobús, el tiempo de espera en la parada o el tiempo que caminamos desde el aparcamiento sumado al del patio y otros tiempos que conseguimos por la tarde, nos parecen tiempo necesario para que ella absorba la vitamina que necesita por la piel y con ella, nosotros. En cualquier caso, seguimos atentos a cualquier información que se publica al respecto.
Elías, lo que dices se seguir las recomendaciones de los pediatras suena genial pero mi pediatra no me lo recomendó y Carlos González, un pediatra famoso no lo recomienda. Eso es lo que hice y luego me arrepentí. En fin, creo que hay cuestiones en las que el colegio de pediatras debería ponerse de acuerdo y orientarnos a las familias, estoy pensando en las vacunas, por ejemplo. Otro tema delicado que se deja en nuestras manos. Y por otro lado, si hay déficit de vitamina D como tú dices y yo también siento, ¿por qué solo se le recomienda a bebés recién nacidos y después ya no? En fin… ¡qué difícil! Un abrazo Elías, gracias por tus consejos.
La vitamina D es necesaria y tiene muchas más funciones de las que se sabe ( inmunológicas y anticancerígenas), se la considera más hormona que vitamina. Según la latitud donde vivas y el estilo de vida, es necesario suplementar en los meses de invierno, hay bastantes personas deficitarias. Es paradójico que haya más raquitismo en Marruecos que en Finlàndia. Las personas de piel oscura tienen más riesgo de déficit.
Y por último la dosis para intoxicar es altísima, aunque así y todo hay des tiros casos, como lo de la señora de la niña con piernas arqueadas, que tiene más pinta de una variante llamada tibias varas de Blount
El consejo es seguir la recomendación de la mayoría de pediatras
Pues tienes toda la razón, al final las cosas son más sencillas de lo que parecen muchas veces. En el caso de los bebés recién nacidos no sé qué se podría hacer para comprobar este tema sin hacer una analítica como tal, prueba que me parece muy invasiva en un bebé si no hay pruebas de que algo está ocurriendo realmente, me pierdo con estos temas, no sé si con la sangre de una punción en el dedo o con la de la prueba del talón se podría hacer esta comprobación. Si pudieras darnos más información sería perfecto. Muchas gracias de antemano.
Chicas todo muy anecdótico pero debo contarles q antes de tanta reflexión sobre si nos hace falta o no vitamina d sería más fácil y seguro hacer un simple estudio en sangre y agregar la vitamina si es necesario …No creen ??
Gabriela, siento muchísimo lo que cuentas de tu pequeña, ojalá ella vaya dando resultados positivos todo el tiempo y esta terrible historia quede en un mal recuerdo. La verdad es que es muy difícil tomar esta decisión, la primera vez que nos planteamos darle la vitamina a mi hija lo descartamos precisamente por lo peligroso que era el exceso de la misma, pensamos que con la que tomaba por ella misma y a partir de mi leche estaba cubierta. Luego me agobié leyendo por ahí artículos. Tengo que reconocer que solo le dimos un envase de la vitamina que comparto en el post, lo que me recuerda que es bueno que cuente esto para no despistar y más leyendo casos como el vuestro. Mucha salud para tu niña. Un abrazo.
Hola chicas… veo que los comentarios son viejitos pero igual les dejo mi experiencia con estos suplementos, resulta que mi bebé tenia las piernas arqueadas por lo que la llevé a un traumatologo cuando tenia 1 año 4 meses… y el diagnostico fue raquitismo, cabe indicar que mi beba nunca fue una niña delgada ni de aspecto enfermizo, no les alargo mucho la historia pero este pseudo doctor me le recetó 8 ampollas de raquiferol tenia que darle 2 por semana, le di 7 ya que la ultima se me quebró por señal divina creo yo, mi hija después de esto empezó a estar decaida, solo con fiebre , no comia, pasa en letargo, me recorri todos los pediatras de mi ciudad y nadie detectaba que tenia mi niña solo me decian esta deshidrtada y nada mas le hice unos examenes de urea y creatinina que slaieron super elevados y oh sorpresa ella tenia estos valores super elevados como de caballo o anciano que se yo, los medicos de aca viendo estos resultados no daban con que tenia ella, hasta que mi voz de alarma fue mi prima que es medico y me dijo con esos valores la niña tiene problemas renales, vente aca que los medicos son mejores, la ignore segui perdiendo mi tiempo aqui hasta que un dia mi niña se me hincho…. le realice una ecografia y ella tenia sus riñones hechos hueso por la dichosa vitamina D, mi niña estaba grave y yo no reaccionaba, la lleve a la ciudad donde mi prima me esperaba la internaron en el hospital del niño y no me daban muchas eperanzas ella tenia sus riñones destrozados y si no bajaban lo niveles de vitamina d le iban a realizar hemodialisis, el mundo se me vino encima, ya iba a empezar hacerle esto… cuando de pronto bajaron los niveles de 270 (vitamina d) a 260 era poco pero estaba respondiendo…. no le hicieron las dialisis pero vivi un calvario en el hospital y hasta ahora lucho con esto, le realizo control medico con nefrologo cada 3 meses, al principio era semanalmente ahora ya es cada 3 meses, mi hija tiene 4 años y aun vivo con el miedo de perderla por la ignorancia de un mal llamdo medico…. no le den a sus bebes esta vitamina dejen que tome sol, y nada mas, la mejor vitamina que existe es la vitamina o de olla, alimentenlos bien, frutas, vegetales pero eviten darles vitaminas. La vitamina D es veneno.
¡Madre mía! Si es que del exceso de vitamina D no habla nadie y es tan importante como el déficit. Me alegro de que al menos hayáis detectado que era por eso, confío en que con un poco de tiempo estará mejor. Un abrazo y muchas gracias por compartir vuestra experiencia.
A mi me la recetaron y la he dejado. Vivo en Cádiz y mi bebe sale todos los dias de paseo, playa o piscina. Le hemos provocado un exceso de vitamina, estreñido, irritable, poco apetito… al principio se lo achacamos a los dientes y el calor, ojala!
Gracias Esperanza por compartir esta información. Aquí queda dicho para que lo tengamos en cuenta.
Hola a todas
He tenido las mismas dudas que vosotras. Buscando en san Google os encontré y después este artículo de la revista Ser Padres. Hago un recorta y pega. Besos.
El experto responde:Los bebés que salen de casa un rato cada día (o varias horas el fin de semana) durante el día, vestidos pero sin gorro ni guantes, no necesitan tomar ningúnsuplemento de vitamina D.
No hace falta que «tomen el sol» (que tampoco es bueno para un bebé),simplemente que estén al aire libre: a la sombra ya hay suficiente luz solar.
Pero los niños que, por diversos motivos, no salen apenas a la calle, o los hijos de madres que ya de por sí no reciben suficiente sol, pueden necesitar unas gotas de vitamina D. En España estaría justificado básicamente en invierno, en las zonas donde el frío y la lluvia mantienen a los bebés en su casa durante semanas.
En cuanto al flúor, se desaconseja darlo antes de los seis meses. Después de esa edad, puede darse un suplemento cuando la cantidad de flúor en el agua habitual de bebida es baja. Aquí puedes encontrar más información.
Respondido por Dr. Carlos González
Siempre estamos a tiempo de cambiar de opinión.
Increible lo identiicada q me he sentido con tu artículo. A mi si me lo recetaron, calculo q se lo daría un par de semanas. Dsps leí a Carlos Gonzalez y decidí q no iba a seguir con la vitamina D. Hará cosa un mes empezaron a entrarme dudas. Ya no le da tanto el sol apenas toma alimento q la contenga y yo ya no tomo las vitaminas asi q tb tomé la decisión d retomarlas.
Seguro Yolanda, no te preocupes, queda aclarado, igualmente me parece buena opción tomar sésamo, voy a comprarlo, me recomendaron el sésamo negro machacado. Un abrazo.
Ups! ¡He de rectificar!
Esta mañana, al despertar, se me ha encendido la bombilla;
Ayer por error te conté que el sésamo tenía mucha vitamina D, y no es exactamente así. Me explico:
La Vitamina D, es la principal responsable de que nuestro organísmo absorva y sintetice el calcio, tan vital en nuestra dieta… De hecho cuando a una persona se le prescribe calcio, el fármaco incluye colecalciferol (Vitamina D). Por tanto, la exactitud es decir que el sésamo es un producto rico en calcio: Incluso hay estudios que afirman que la proporción es mayor al de la leche…
Siento mucho el error cometido. Es cierto que ambos factores están ligados, y que yo lo tomo (el sésamo) porque necesito ese aporte extra de calcio, pero ayer lo expliqué fatal. Como te dije, también tomo vitamina D, pero es una decisión absolutamente personal; no quisiera que mis comentarios condujesen a error.
Espero haber solventado en parte el error.
Un besote
Ya, sé que es un tema delicado por eso quise compartir mis dudas. Yo decidí que no y ahora decidí que sí pero no tengo la certeza cien por cien de estar haciendo lo correcto. Creo que estamos tomando una dosis muy pequeña para evitar la hipervitaminosis pero no tener un déficit, esa es la intención al menos. Estoy haciendo un experimento, con mucha prudencia claro. La niña tiene el pelo muy débil, apenas le crece, pelo de bebé dice mi peluquero, el déficit de vitamina D afecta al aspecto del cabello, quiero probar unas semanas y ver si se nota. Como decía con mis horarios y los suyos ahora nos resulta complicado algunos días salir. Ella se levanta tarde, hay días que entro a trabajar a mediodía y tengo que comer pronto y salir pitando, después ella se duerme la siesta y entre una cosa y otra, hay días que apenas le da el sol. Supongo que aunque haya aquí haya sol, si no lo aprovechamos deberíamos tomar la vitamina tal y como hacéis en Holanda. Pero cada caso es diferente y cada familia decide lo que es mejor con el riesgo de equivocarse, en este tema no tengo las cosas claras Paulina. Un abrazo.
Yolanda, de sermón nada, me encanta que hayas compartido tu experiencia aquí, me parece otro argumento para seguir tomando la dichosa vitamina. No tenía ni idea de lo del sésamo, mañana mismo lo compraré, además me encanta. Gracias a ti por seguirme, por animarme y por aportar tu experiencia siempre que puedes. Sí, hay que verse pronto, por favor. Besotes.
Hola Soraya! Menudo dilema me has creado!!! Y eso que el tema no es nuevo para mi…
Empezaré diciéndote que el alimento que más vitamina D tiene, o por lo menos uno de ellos es el sésamo..
Vamos la semillita del pan de hamburguesa. Nosotros lo añadimos a ensaladas, y también al pan rayado para empanados. Pero se puede comer como las pipas peladas… Una cucharadita.
La verdad es que a Irene se la dimos poco y mal… Ahora creo que pensaremos si empezar.
Lo anecdótico del caso es que yo me tomo su vitamina D (si, la verde de farmacia!), porque se lo que es ser muy deficiente en la vitamina en cuestión: tengo osteopenia, principio de osteoporosis y otra serie de cosas asociadas.
Empecé a tomarla porque dejé sin terminar el frasco que le hubiera debido dar a Irene, y me quedé alucinada cuando comprobé que después de más de diez años sufriendo aftas sin remedio alguno que las curase, están desaparecían. Desde entonces tomo tres gotitas en desayuno. Lo he consultado con el dermatólogo, el digestivo, y por si fuera poco el médico de cabecera. Todos me dicen que adelante. Aunque sea una panacea, de momento no lo voy a dejar: en verano las dejé un par de semanas y las dichosas aftas hicieron su aparición estelar.
Además te diré que durante el embarazo y la lactancia mi poca vitamina D se la llevó Irene: el cuerpo es sabio… Pero no reparte de forma equitativa!!
Bueno, tras semejante sermón (espero no haberme excedido), sólo me queda darte las gracias por el trabajo de investigación que realizas para que cada una de tus entradas tenga distintos puntos de vista. Un besito.
A ver si nos podemos ver prontito»!!!
Hola soraya
La verdad es que mi pediatra nos lo receto pero nunca se le he dado. La razón fue porque la sobrina de mi chico me comento que nunca se lo habia a sus hijos que ahora 6 y 4. Mi conto ttambién que otra sobrina se lo habia dado a sus hijos pero el
pediatra les receto un dosis bastante
mayor por lo que sus hijos han salido
un poco retrasados. Por esa época
estuvieron pensando en denunciar el
pediatra pero a final no lo hicieron.
Por aquel entonces yo era nueva en
todo eso de ser madre y no lo pense
mucho. Luego después pense que el
hecho que esos niños eran un poco
retrasados no debería ser por el
exceso de
vitamina. Por otro lado como vengo
de los paises nordicos alli como no
hay mucho sol y tomamos
suplemento de vitamina d en los
meses que lleva la letra r. Asi que
pense con mas logica que aqui en
espana que hasta hay un rayo de luz
en los meses de frio no debería ser
necesario. Y en holanda cuando hace frio ni sale un rayo de luz… intento sacar mi hijo todas las tardes al parque aunque sea media hora.