Esta mañana leía el texto Yo nunca hice nada, del blog «Maestros con los niños de Siria», un texto que si no has leído, te recomiendo. En él, su autor, habla de la necesidad de trabajar, con los más pequeños, valores de solidaridad con otras personas. Es algo que creo se ha perdido. Algunos padres y madres consideran una tontería y una pérdida de tiempo ofrecer algo a los demás a cambio de nada, pararte en mitad de la calle a ver qué le ha pasado a esa persona que se ha caído. Digo padres y madres porque voy a hablar de esto ahora. Es obvio que estos y estas de los que hablo, además de progenitores son personas y que ya eran así antes de tener hijos e hijas. Eso que para muchos y muchas es un estupidez y una pérdida de tiempo, es algo que los que tienen la suerte de tener porque se lo inculcaron desde pequeños y pequeñas, aunque les duela ver que otros sufren y no solo aquí al lado si no también en lugares lejanos, a pesar de eso, les permite ser un poco más felices, les permite relacionarnos de manera mucho más abierta con otras personas, compartir en el sentido amplio de la palabra y esto conlleva muchos beneficios.
Que nadie olvide que somos animales sociales, nos necesitamos unos a otros, unas a otras y todas sus combinaciones, hasta el punto de que no podemos sobrevivir sin la existencia de otras personas. Esta individualidad que nos vende el capitalismo, está muy bien para que consumamos, pero no para que seamos más felices, por si no os habíais dado cuenta, es mentira. Por mucho que se empeñen, no hay nada comparable a una tarde rodeado de amigos llena de risas y buenos momentos, incluso aunque haya algún roce, lo que se activa en el cerebro en esas horas no puede activarse con una consola de videojuegos, esto solo por citar un ejemplo. Eso del divide y vencerás, funciona porque cuando nos separan perdemos nuestra fuerza, nuestra esencia social.
Después de leer el texto que os decía y de darme cuenta de lo solos y solas que estamos y especialmente están y estarán algunos y algunas por culpa de sus crianzas y sus educaciones competitivas y egoístas, entonces leí otra cosa.
Una política había llevado a su bebé de seis meses al Congreso de los Diputados. Y se armó el lío padre. «Que qué se ha creído, que no todas pueden hacer eso, que es ridícula, que en el Congreso hay guardería, que es para hacerse la foto, que si yo soy de derechas y esta gente no sabe más que llamar la atención, que si yo soy de izquierdas pero no me parece de recibo…» Lo que más me duele es ver como otras madres desde su propio dolor cuentan historias dramáticas sobre las separaciones de sus bebés incluso antes de las 16 semanas reglamentarias de baja maternal y critican que esta mujer se lo lleve al trabajo. «Ser madre trabajadora es lo que tiene, no te puedes llevar a tus hijos al trabajo, qué desfachatez, los niños donde tienen que estar es en la guardería, el trabajo no es lugar para los niños…»
Hay tanto para comentar que no sé por donde empezar, pero lo intentaré:
- Si el trabajo no es lugar para niños o niñas, ¿por qué les sometemos a jornadas más largas que las nuestras? Sí, les dejamos antes de ir a trabajar y les recogemos cuando ya hemos salido, en una gran ciudad sumado al transporte es una pasada. ¿Por qué no pueden quedarse en casa ni cuando están enfermos? En muchos casos se les termina llevando a casa de la abuela, de la tía o de la vecina si hace falta. Y en otros casos, aún peor, se les lleva al colegio porque sus padres no pueden permitirse el lujo de no ir a trabajar porque sus hijos e hijas estén enfermos.
- Los niños y niñas de 6 meses no están mejor en la guardería, deben estar con sus madres (o sus padres), eso es lo que marca la naturaleza. No van a estar mejor con una persona ajena a la familia que tiene que hacerse cargo de 8 bebés al mismo tiempo. Lo siento, pero, ¿alguien ha cuidado a 8 bebés al mismo tiempo? ¿Alguien puede pensar que un bebé está mejor atendido así que si lo cuida su madre?
- Que hay trabajos donde no se puede llevar a un bebé y bebés que por sus características no podrán ser llevados a un trabajo, claro, pero habrá bebés y trabajos que sí serán compatibles. ¿Y por qué no? En África muchas madres desempeñan sus puestos de trabajo con sus bebés a cuestas y nadie se rasga las vestiduras y algunos dirán, «ya pero estás hablando de países subdesarrollados» y a mi me gustaría decir que estoy hablando de países que también tienen un fuerte sentido de comunidad y que se ayuda unos a otros mucho más que en el nuestro. En un país desarrollado (esto me genera muchas dudas) como el nuestro, seguro que se podrían encontrar fórmulas de conciliación más valiosas que las que tenemos. El trabajo por objetivos, el teletrabajo, la flexibilidad horaria, el dejar de calentar el asiento y ser productivos y productivas de verdad… es una realidad en otros países. Existen estudios que demuestran que el hecho de que los bebés estén escolarizados supone un coste a la seguridad social (enfermedades, bajas…) que permitiría al gobierno plantearse la aplicación de ayudas para que pudieran quedarse al cargo de su padre o su madre alargando las bajas maternales mucho más tiempo del estipulado ahora.
- Ser madre trabajadora no es ser de ninguna manera, implica trabajar y ser madre, las condiciones en que esto se haga siempre podrán modificarse en beneficio del menor. La Ley de Protección Jurídica del Menor, hace referencia al interés del menor como que siempre hay que velar por la mejor solución para los más pequeños. Estamos a años luz de lograr que esto se cumpla y eso que es una ley. Eso de dar por supuesto que si eres madre trabajadora lo que te queda es ajo y agua no sirve más que para perpetuar algo que no es bueno para nadie, ni para la madre ni para el hijo o hija ni para la sociedad.
- Y eso de que «como yo no pude o puedo llevarme al mío al trabajo, ¿quién se ha creído que es esta señora para hacerlo?» Es una valoración absurda por no decir algo peor. Y más que absurda es triste porque cuando una madre hace un comentario así, no está hablando la mujer sino la niña que tuvo carencias y las sigue teniendo y no puede dar (comprensión) porque necesita que le den a ella.
En realidad lo que más me duele de todo esto y por eso el principio de esta publicación, es que he leído cientos de comentarios en contra de este gesto de la mujer política que lleva a su hija al trabajo y en ninguno de ellos las personas que los hacían han tenido en cuenta las necesidades del bebé. Son comentarios egoístas, basados en sus situaciones personales, «que si ser madre es esto, que el trabajo es no se qué, que hay que ser coherente, que las mujeres bla bla bla…». ¿Y las necesidades de los bebés?
Vivimos en una sociedad tan egoísta que hasta las propias madres, en muchas ocasiones, ciegas de egoísmo, plantean sus necesidades por encima de las de sus hijos e hijas. No las culpo, me dan pena. Pena porque son víctimas de esta sociedad que no respeta al otro, que no da nada a cambio de nada porque se supone que eso es de estúpidos y estúpidas, pena porque son víctimas de sus propias carencias de la infancia, de sus propias historias de necesidades no resueltas, víctimas de la gran mentira que nos han vendido de ser competitivas y productivas dejando de lado a nuestros hijos e hijas en manos de otras, que curiosamente son en su mayoría mujeres y mal pagadas. Porque así estamos todas vendidas, unas dejando a sus hijos e hijas por sueldos miserables para cuidar a los hijos e hijas de otras con mejores sueldos pero igualmente engañadas porque incluso sacrificando sus facetas de madres hasta el infinito están peor pagadas que otros hombres en el mismo puesto y porque se les va a echar en cara que son madres incluso aunque para compensarlo no puedan ni ver a sus hijos e hijas.
Si ser madre trabajadora es esto, no sé qué sentido tiene. Si cuando una madre no renuncia a su puesto de trabajo y su maternidad vamos a tratar de machacarla, no sé qué vamos a lograr. ¿Será que no nos queda más que someternos? ¿Siempre sometidas?
Tenemos una sociedad donde la gente no comparte, donde no se ayuda al prójimo, donde no se hace nada a cambio de nada y eso genera ciudadanos tristes, ansiosos, depresivos, frustrados. Curiosamente es en otras sociedades donde no tienen nada donde son más solidarios y no tienen todas estas enfermedades y trastornos llamados «del Siglo XXI». ¿Será que la estupidez humana es aceptar que esto es lo que hay y no se puede hacer nada y que cuando alguien hace algo porque le apetece, le hace sentir bien y no hace daño a nadie, lo machacamos?
No me puedo despedir sin recordar que en países donde la igualdad es mucho más patente, el nivel cultural mucho más alto, donde los políticos no son corruptos y la sociedad es menos violenta y más solidaria, existen bajas de dos años para las madres que deciden traer un niño o una niña a la sociedad, no se escolariza a los niños y las niñas hasta los 7 años porque se entiende que están en edad de adquirir otros aprendizajes y se invierte un gran capital humano, material y económico para educar a esos niños y niñas porque son el futuro de la sociedad y eso es lo que más importa.
Claro que las cosas puede ser de otro modo, solo hace falta proponérselo, solo hace falta creer en que podemos hacer una sociedad más justa, más solidaria y por tanto, más feliz.
NOTA: Me gustaría dejar bien claro que esto no es una cuestión de izquierdas o de derechas, yo no hablo de esto en mi blog, ya he comentado que ha habido duras críticas desde un lado y desde el otro. Esto es una cuestión de crianza respetuosa, de criar desde el apego de figuras de referencia, de amamantar a demanda siempre que sea posible y la madre lo desee, de resolver necesidades del bebé, etc. Y de eso sí que trata este blog, me parecía importante comentar este hecho y desahogarme, ¿por qué no? Como ya están haciendo muchísimas personas en las redes sociales desde el acuerdo o el desacuerdo.
Muchas gracias Marta, ¡ojalá!
Yo no lo podría haber expresado mejor. Ojalá mi hija pueda disfrutar de una sociedad y de un país más justo, porque yo seguro que no.
¡Excelente artículo!
Si, ¡qué interesante la disonancia! Eso explica todo lo demás, está detrás de la esencia del título. Hacemos cosas con nuestros hijos por culpa de la sociedad y las presiones, tan terribles, que para no volvernos locas, debemos justificar. Gracias por el apunte. Un abrazo.
Es precisamente eso lo que me ha generado la necesidad de desahogo. Qué bueno que también seas mami del Ensanche. Un abrazo.
De acuerdo contigo, mejor en su casa disfrutando. En este caso las cosas sin un poco especiales, tenía que jurar el cargo, así son los puestos públicos y en un acto que puede durar 5 ó 10 horas, si no lo hace, aunque luego pida una excedencia, no tiene puesto de trabajo. Un abrazo y muchas gracias por compartir tu experiencia.
Como tú dices, ojalá fuéramos más empáticos… Un abrazo Jeny.
Muchas gracias Vela, un abrazo.
Enhorabuena por tu sensibilidad. Es un artículo fabuloso!
Lo comparto al100%…en nuestra sociedad estamos cayendo continuamente en la dinámica d criticar y poner zancadillas…en lugar d sacar lo bueno d cada situación…
Yo tb m he cansado d oir a los d «derechas» q si solo es postureo x la foto y a los d «izquierdas» q sino es necesario q para eso tienen guardería n el congreso… Pero se paran a preguntar , sino hace daño a nadie y desarrolla su trabajo… Xq no somos mas transigentes y empaticos con los demás?!
¡Hola! Te conozco del grupo de mamis del ensanche y he de decir que me encanta cómo planteas estos temas. En este caso estoy totalmente de acuerdo contigo. Otra de las cosas que me ha chocado hoy es leer a otras madres criticándola con el argumento de «es que eso no es conciliación». Como si existiera una única fórmula mágica adecuada para toda las familias. Veo muy poco respeto a las decisiones libres de las demás mujeres. Al fin y al cabo, un bebé de 5 meses donde mejor está es entre los brazos de su madre (o padre) y parece que esto se pierde de vista.
Perfecto. Punto por punto sin dejarte nada. Ha sido lo más representativo de lo que pienso que he leído hasta ahora. Gracias. Añadiría tb la disonancia cognitiva, se parece al debate de otras cosas de crianza.
Muy de acuerdo, los bebes de 6 meses deben estar con su madre y en su casa, jugando, gateando, mandando y siendo felices. Para eso necesitamos que cambien las leyes y se nos conceda a las mujeres trabajadoras al menos 1 año de permiso remunerado. El gesto no es llevar al niño al puesto de trabajo, ni, como hizo la vicepresidenta en funciones, no tomarse el permiso de maternidad y reincorporarse a los pocos días. El gesto que necesitamos las madres es que se queden en casa con sus bebes durante ese primer año demostrando que es lo bueno, lo mejor. Nadie, repito nadie es imprescindible en su puesto de trabajo, pero todas lo somos para nuestros bebes. No nos podemos sentir culpables por ser mamás y pasar ese primer año con nuestros niños. Yo lo hice con mis tres hijos, a costa de mi salario, no me arrepiento. Pero recuerdo el miedo, casi vergüenza al plantearlo a mis superiores, la incomprensión de muchos hombres y mujeres que me han mirado con desdén, como si para trabajo no fuera importante, nada más lejos de la realidad, me encanta mi trabajo, me apasiona, disfruto de cada momento, soy muy afortunada de tener el trabajo que tengo y procuro hacerlo con profesionalidad.