A ver si te suena familiar esta historia. De pronto te das cuenta de que tu niño o tu niña tiene las uñas larguísimas, te parece imposible porque tienes la sensación de habérselas cortado hace dos o tres días como mucho, no puede ser que estén tan largas.
Tratas de buscar un buen momento aunque ninguno es bueno y al final cuando ya no puedes más porque se ha arañado o ha arañado al vecino o tiene las uñas negras o cualquier otro motivo de emergencia, coges las tijeras para cortarle las uñas de una vez por todas. Y ahí empieza la batalla campal, si es muy pequeñito o pequeñita llora y se resiste pero normalmente puedes controlar la situación. A partir del año, las cosas se complican sobremanera, patalea, quita la mano, llora como si se fuera a acabar el mundo, si ya habla te dice no, no, no…
Si te suena familiar esta situación, por favor, busquemos soluciones juntas. Te cuento las dos cosas que me funcionan a mí, a veces.
Una es cortárselas de dormida. ¿Qué ocurre? Que no siempre me acuerdo de hacerlo cuando está dormida y llego a una de esas situaciones límite o de emergencia y tengo que hacerlo si o si mientras está despierta. En cualquier caso, para mi esta es la mejor opción. Conozco mamás que me dicen que no pueden porque tienen el sueño muy ligero o porque incluso de dormidos retiran las manos o los pies y no se dejan aunque no lleguen a despertarse.
La otra es contarle una historieta de dedos de esas de «este encontró leña» o «este encontró un huevo»… Yo me he inventado una y se la medio canto o medio recito según tarde en contarle cada uña, es una tontería que me inventé un día sobre la marcha pero hay días que funciona, así que está bien. La comparto contigo:
El pulgar es muy gordito
El índice a su lado está
El corazón está en el medio
Este es el anular
Y el meñique es muy chiquitín
En la última hay que dejar el resto, ya sabéis como en las otras retahílas de toda la vida.
Ya os digo que no siempre me funciona, pero muchas veces si. Si no os funciona para cortar las uñas podéis usarlo como juego y de paso se aprenden las dedos de la mano.
¿Me cuentas cómo lo haces tú? Seguro que hay un truco infalible, a ver si entre todas…
¡Bienvenida Paulina! Mira que es difícil esto de las uñas. Últimamente la cancioncilla me está funcionando muy bien. Un abrazo.
Hola Soraya
Yo intento cortar sus uñas cuando este durmiendo, es la mejor solución. Claro pero hay veces que me olvido y es una lucha. Su padre se las intenta cortar y yo intento distraerle de cualquier forma con el resultado que se le quede con alguna uña sin cortar jaja.