28 de noviembre de 2014
Hoy llueve y tengo ganas de llorar. Caen las gotas y tengo cosquillas en la barriga. Siento una emoción intensa viendo a mi hija junto a la ventana con ese fondo gris, los coches mojados al fondo de la calle. No había previsto algo así, ya lo he dicho varias veces. Tengo una hija y todavía hoy, más de veintitrés meses después, me resulta fascinante que sea así, uf, mi hija. Una pequeña gran compañera con la que ir de la mano en el viaje de la vida, si ella me lo permite, claro.
Suena Counting Crowds y cae la lluvia. Este fue el primer CD que compré, recuerdo el día, cómo y dónde, aún iba al instituto. Mi infancia fue de vinilos y cassettes, esto lo cuento para los y las más jóvenes. Aquel día también llovía, tengo el recuerdo de montarme en el coche con mi disco en la mano. Era imposible imaginar que algún día escucharía el disco de esta manera. ¡Cómo no emocionarme!
Hace un rato le cantaba a mi niña a grito pelado, Mr. Jones, ahora cada vez que acaba una canción ella dice: «más canción», «canta mamá».
Ella juega con una plastilina casera que hicimos después del desayuno, hace carne de colores. Yo estoy cosiendo con la máquina de coser. Mientras, cae la lluvia.
En momentos como este de paz, de lluvia, de calor en casa, hoy ni siquiera nos quitamos los pijamas y es casi la hora de comer, de plastilina y costura, una siente que todo hasta llegar aquí ha merecido la pena. Y le entran a una, unas ganas inmensas de agradecerle al mundo que todo se haya sucedido de esta manera.
Suena Raining in Baltimore, Pequeñita sigue con su carne de plastilina y yo ya estoy llorando. La lluvia cae en el cristal, las lágrimas resbalan por mis mejillas.
Gracias Pequeñita por hacerme sentir así.
Lluvia y plastilina
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Eso es de mis primeros hobbies, jajajaja, clases de corte y confección a los 12 años con las amas de casa de mi pueblo, wow, ¿qué te parece? No he dejado de coser desde entonces, bueno sí, he tenido un parón de año y medio desde que nació Julia, ahora estoy volviendo a la carga. No he perdido el tiempo, pero de eso tú sabes un rato. Gracias por lo que me dices de Pequeñita, ains, que contenta estoy. La semana que viene te doy la receta de la plastilina casera, facilíiiiiisima. Un abrazo.
Ay si Yolanda, que afortunadas somos. Un abrazo fuerte.
La nostalgia nos invade de vez en cuando. Y es maravilloso sentirse acompañado en esos momentos por el ser más estupendo que pueda llegar a nuestras vidas: un hijo.
Pero bueno también sabes coser?
Eres la mujer más apañada del mundo?
Cada día me das una idea, ahora la plastilina…
Disfruta de pequeñita que está preciosa y llora de alegría porque es una suerte lo que tenemos.
Un beso fuerte