Hace muchos años que veraneamos en Cádiz, el año pasado ya os hablé de esto. Este año, estuvimos a punto de no ir, habíamos tenido que hacer varios viajes a Murcia y nos parecía que ya habíamos hecho demasiados gastos para este verano. Pero, ¿cómo no ir? Yo empecé a ir antes que el papá de Pequeñita, pero ya hace años que vamos juntos, desde unos pocos menos viene Pequeñita también. Solemos pasar allí una semana de nuestro verano y nos gusta tanto… El caso es que decidimos que fuera un gasto excesivo o no, iríamos igual y después ya organizaríamos nuestra economía como fuera. Y allá nos fuimos un año más, para mí ya son catorce.Como os conté el año pasado, embarazada hicimos una foto con el móvil sin muchas pretensiones que la verdad es que aunque con poca calidad, quedó muy bonita. Así que al año siguiente, cámara réflex en mano decidimos hacer algunas de más calidad. Hoy os traigo algunas de las de este año. Ya hace unas semanas que las hicimos, pero con la Semana Mundial de la Lactancia, he estado ocupadísima y lo he ido posponiendo.
Uno de los motivos por los que seguimos yendo a Conil y al Palmar, pese a que está masificado, no cuando empecé a ir, ha cambiado mucho, la verdad es que hay cosas que no nos gustan, pero a pesar de todo, nunca hemos visto unos atardeceres tan bonitos como los que se pueden ver desde el Palmar, las personas que habéis estado allí lo sabéis. Y a pesar de que cada vez hay más gente, sigue siendo una playa lo suficientemente grande como para encontrar un rinconcito y sentirte con cierta libertad en la playa en los meses de verano.
Pequeñita disfruta allí tanto como nosotros, desde que llegamos hasta que nos vamos, tiene una gran sonrisa, a ver, tiene dos años y medio, momentos duros siempre hay pero, en general, está allí encantada de la vida. Además de la playa le encanta el pescado en cualquier formato, así que allí es feliz. No hay más que verla.
También he comentado alguna vez, aunque no lo hubiera dicho se nota, que soy bastante frikie con la fotografía, esto lo heredé de mi madre y me encanta inmortalizar momentos, a veces de manera un poco obsesiva, lo reconozco, nadie es perfecto. Y creo que a estas alturas ya se lo he transmitido al papá de Pequeñita, ya se sabe, dime con quien andas…Os podéis imaginar que ya se ha convertido en todo un ritual de las vacaciones, buscar un día para llevar la cámara y encontrar el momento en que la luz está más bonita o mejor dicho, a nosotros nos gusta más, para hacer nuestro posado del año, jajaja.
Yo os animo a que inmortalicéis momentos, además de permitiros recordar muchos momentos que pueden ir perdiéndose con el trajín de nuestras vidas, les dejaréis a vuestros hijos e hijas, imágenes (que valen más que mil palabras) de escenas importantes de sus vidas que fácilmente irán olvidando cuando vayan pasando los años. Mi madre como os decía siempre hizo muchas fotografías, incluso cuando había carretes y te arriesgabas a que no saliera nada, gracias a eso, tengo inmortalizadas muchas situaciones de mi vida que me ayudan a comprender muchas de las cosas vividas y a ubicar anécdotas de las que se cuentan en las reuniones familiares.
Esperando que os gusten nuestras fotos de este verano en la playa, solo me queda desearos un verano estupendo, tanto si estáis de vacaciones, se acabaron ya o no tengáis por el momento, disfrutad mucho de vuestras familias sea cual sea vuestra situación, estas semanas no vuelven.
Qué bueno!! Seguro que en alguna ocasión hemos coincidido.
Me ha encantado!! Yo llevo yendo a Cádiz 25 años!!! Y coincido en lo de los atardeceres…. Y los momentos que hay que recordar, los momentos en familia…