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Llevo días escuchando todo tipo de cosas y ya no puedo más, necesito compartir mi punto de vista. Hay algo que me parece importante decir y que da respuesta a una pregunta que no paro de escuchar en distintos lugares y que me afecta profundamente, «¿por qué estaba allí aquella chica?», o en una versión aún más culpabilizante: «¿en qué estaba pensando?».
Antes de nada, decir que por supuesto yo no soy juez y no me toca a mí ni decidir qué pasó realmente ni señalar si el susodicho es culpable o no. Lo que tengo claro y puedo afirmar rotundamente es que salvo que hubiera mentido y todo apunta a que no lo hizo, la chica no es culpable de nada. De nada. Así que ya está bien de preguntitas que dejan entrever que ella puede ser la culpable de cualquier cosa que haya podido pasarle.
Cuando hacen esas preguntas cerca de mí, lo primero que contesto, porque hay cosas que una no puede callarse y menos cuando hablamos de estos temas, es que una mujer puede estar donde le dé la gana y como le dé la gana, eso vaya por delante. Así que ya está bien de juzgar a las mujeres por buscar peligros y luego resolver diciendo que nos lo hemos buscado o cosas semejantes, algunas estamos del cuento clásico de Caperucita Roja y sus lecciones trasnochadas hasta el mismísimo.
Y dicho esto que me parece lo más importante, ahora me meto en harina, porque entiendo que desde algunas mentes bien pensantes, que de todo hay, o con buena intención, por decirlo de alguna manera, cuando se hacen ese tipo de preguntas, lo que quieren decir realmente es lo siguiente: sabiendo como está el panorama y que el mundo está lleno (que ya sabemos que no son todos, me refiero a que hay muchos, que ya saldrán los haters machinazis a ponerme verde en cuanto dé el botón de publicar, cuento con ello y me importa lo mismo que ellos) de hombres que consideran a las mujeres un objeto sexual a su antojo con el que pueden hacer lo que les plazca, ¿cómo es que se quedó a solas con él o fue con él hasta el baño? Pues de esto me apetece hablar hoy.
Intento imaginar y se me ocurren varias opciones (vuelvo a repetir que para mí esto no es más que un ejemplo, que sé que todos estos hechos han ocurrido «presuntamente» y que si alguien se ofende porque no hay sentencia, que me perdone si quiere y que cambie los nombres y las caras, al fin y al cabo, yo no he puesto ninguno a mi relato, así que valen muchos):
- Que le apeteciera tener sexo y:
- En algún momento no se sintió cómoda con la conducta de este tipo y no quiso continuar: puede que dijera algo que le hiciera sentir incómoda, que se comportara de una manera que le hiciera sentirse violentada o cualquier cosa por el estilo que se os ocurra. Entonces le dijo que no quería seguir y el tipo no pudo soportar que otro ser humano, o mejor dicho, que una mujer le dijera que no y la violó.
- Otra opción es que directamente él tuviera clarísimo lo que quería hacer y cómo y usase la fuerza para hacerlo sin participación por parte de ella, la violó porque es lo que iba a hacer desde el principio.
- Que a ella le diera morbo estar con el futbolista en aquella situación y que entendiera que ir al baño no era más que una forma de esconderse, de buscar intimidad, de besarse quizá y de comenzar una historia bonita que vete tú a saber cómo continuaría después. Aquí, mucha gente me dirá, sí, claro y se imaginaba el baño lleno de mariposas y una música de violines para acompañarles en su cita romántica. Y, ¿sabéis que es lo peor? Que probablemente podría ser (no digo que esta chica lo imaginara así, no sé lo que pasaba por su cabeza, no sé lo que realmente pasó, pienso en muchas otras «ella» que han podido pasar por una situación similar, son tantas…) que ella lo estuviera viviendo de esta forma. ¿Y sabéis por qué? Por todas las tonterías que nos meten a las niñas en la cabeza y los cuentos de hadas y el rollo del amor romántico que todo lo puede y que cambia las historias y hace que las historias más tremendas tengan un final feliz. Y de esto es de lo que quiero hablaros hoy, porque mi misión (me la impongo yo para darle sentido, uno más, a mi vida) es tratar de prevenir muchas de las cosas terribles que les pasan a niños y niñas y después a adolescentes y jóvenes y personas adultas…
Ya está bien de venderle motos a las niñas. Mientras ellos están consumiendo porno desde los 12 años, no lo digo yo, lo dice Save the Children y normalizando en muchos casos que el sexo es lo que ven representado en esas películas o en esos vídeos, muchas niñas (ya sé que no todas, afortunadamente, solo faltaba) están educándose desde su más tierna infancia en todo el rollo del amor romántico, ese donde las personas lo hacen todo y lo pueden todo si hay amor, con esa idea absurda de que como ellas son muy bonitas y son estupendas (algunas lo oyen varias veces cada día por aquello de reforzar la autoestima) pueden lograr que cualquier hombre se enamore y caiga rendido a sus pies, esos pies de princesa que antes se vestían con tacones y ahora con deportivas con plataforma, que ahora aunque una vaya en chandal, el glamour se lleva en las uñas y me da igual donde se ponga, de princesas va la historia, al fin y al cabo.
Y así tenemos a unas comportándose como princesas con esa idea de que con ello se reafirman de su feminidad y se empoderan mientras ellos están aprendiendo a identificar todos esos gestos, todas esas prendas desde la ficción que día a día va llenando de imágenes sus mentes, excitando sus cuerpos (con lo peligroso que es esto si no se acompaña de algún mensaje interesante realizado por alguien con algo más de madurez, mensajes del tipo: todo esto está muy bien, es muy excitante, pero es una película, no lo olvides, todo esto está muy bien, es una opción y para practicar algo parecido necesitas una persona a tu lado con las mismas ganas y la misma excitación, en otras palabras, alguien que consienta y no vale imaginárselo, hay que estar seguro y no puede darte igual herir o lastimar a otra persona porque eso es cruel e inhumano y tú eres humano, ¿o no?) Aquí tenemos otro problema, si desde los doce años, es una media, a veces es antes, estoy viendo escenas en las que las mujeres no quieren pero luego disfrutan, en las que se aborda a una mujer que iba a por el pan pensando en la lista de la compra (léase la ironía) y en un segundo literalmente ya está lista y preparada para que un desconocido la penetre sintiendo un placer cercano al éxtasis absoluto… es fácil de entender por qué se está haciendo necesario explicar una y otra vez qué es consentimiento, llegando a pedir que se manifieste de forma expresa. La comunicación en estos tiempos de emoticonos y mensajes de texto deja mucho que desear en cuanto al entendimiento de lo que realmente me quiere expresar la persona que tengo delante. Caras de miedo que pasan a gestos de placer en segundos, eso es algo que también podemos encontrar en determinados audiovisuales que nuestros niños están consumiendo. Así, sin experiencia de la vida, es fácil confundirlo todo, la verdad. Podría seguir poniendo ejemplos pero creo que si hay intención se entiende dónde quiero llegar.
A todas estas chicas que toman decisiones que las hacen meterse en la boca del lobo sin ser conscientes, estas son las que más me preocupan porque viven engañadas, habría que contarles de todos esos cuentos de hadas y películas románticas: todo esto está muy bien, es muy excitante, pero es una película, un cuento, no lo olvides, esto es una opción y para practicar algo parecido necesitas una persona a tu lado con las mismas ganas y que esté de acuerdo con que el mundo puede ser un cuento de hadas y no vale imaginárselo.
Y tengo que decir que luego están las que son agredidas porque sí, sin tener ninguna relación con su agresor o agresores y las que conscientes de la situación (las que son más realistas y no van escuchando violines y viendo mariposas, también son agredidas porque no se respetan sus decisiones en las situaciones íntimas). Hay en el mundo miles de mujeres, que cuentan relatos relacionados con esto que os comparto. En definitiva, un desastre. Para los haters machinazis, porque ya me lo sé, añad0 que en ningún momento digo que todos los hombres son iguales, por supuesto que no, pero detrás de estas agresiones hay muchos hombres, demasiados hombres, aquí se habla de estos que agreden a las mujeres.
Así que por favor, dejemos de vender el mundo a la niñas como cuentos de hadas porque nos da miedo estropear sus inocencias, seamos francas, mostremos la realidad desde su necesidad, con su lenguaje y cuando vaya llegando el momento, pero hagámoslo. Mientras, eduquemos a nuestros niños en el respeto a los cuerpos de las personas con los que se encontrarán en su vida. En definitiva, contribuyamos a crear un mundo en el que chicos y chicas se comprendan, se respeten, busquen aquello que necesitan (sean historias de amor romántico o historias de lo más excitante propias de las películas que consumen) en otras personas que busquen lo mismo, que sientan lo mismo. Que busquen, que se curren sus historias si es lo que desean. Que entiendan que nadie tiene derecho a vulnerar los deseos, las mentes o los cuerpos de otras personas, no se puede hacer esto y considerarse digno o digna, no se puede normalizar la violencia y el abuso.
Tenemos mucho trabajo por hacer, aquí las familias somos clave. Tendremos que actualizarnos, es probable que ya no nos sirva lo que en nuestra época habríamos necesitado (nos lo dieran o no), tendremos también que currárnoslo. Entiendo que nadie quiere ser madre o padre de una niña o de una chica a la que han violado y nadie quiere tampoco ser madre o padre de un violador. Investiguemos, busquemos las herramientas para que esto cambie. Aceptemos que otras personas profesionales entren en las aulas a formar a nuestros hijos e hijas, que nos reúnan y nos cuenten antes qué se les va a decir si desconfiamos de los mensajes que les puedan llegar pero no neguemos una información que va a llegarles de una manera o de otra. Que accedan a información contrastada, que se les hable de qué es la sexualidad respetando que cada persona puede vivirla de la manera que considere, que se formen desde el respeto y desde ahí traten de cubrir sus necesidades, sean estas las que sean.
Desmitifiquemos todos estos mensajes del amor romántico que le llegan especialmente a nuestras hijas, esas historias de que el amor es para siempre que hacen que no se desenganchen de historias tóxicas porque tienen la esperanza de que las cosas cambien y se arreglen como en todas esas historias románticas que consumen.
En definitiva, empoderemos a los chicos para que respeten a sus parejas, que se sientan capaces de compartir sus deseos y lograr desde la negociación aquello que necesitan entendiendo que no siempre es posible y hay que aceptar una negativa, favorezcamos que se empoderen para que no tengan miedo a que las amigas o los amigos de sus parejas vayan a hacerles sombra y mostrémosles que si eso ocurre, deben buscar por otro lado algo que les satisfaga, no se puede obligar a nadie a que te quiera.
Y empoderemos a las chicas para que busquen en sus parejas personas que las respeten, que les permitan compartir sus deseos y lograr desde la negociación aquello que necesiten entendiendo que no siempre es posible y hay que aceptar una negativa. Favorezcamos que se empoderen para que no tengan miedo a que las amigas o los amigos de sus parejas vayan a hacerles sombra y mostrémosles que si eso ocurre, deben buscar por otro lado algo que les satisfaga, no se puede obligar a nadie a que te quiera.
En fin, ojalá se entienda mi mensaje, ojalá se entienda que esto también forma parte de la crianza respetuosa porque hoy también hablamos de las necesidades de niños y niñas, de los chicos y las chicas que serán mañana.
¡Feliz jueves!
Referencia de las fotos empleadas:
- Foto de Pixabay: https://www.pexels.com/es-es/foto/hombre-y-mujer-mentira-en-cama-414032/
- Foto de Vera Arsic: https://www.pexels.com/es-es/foto/mujer-y-hombre-sentado-en-un-banco-de-madera-marron-984949/
- Foto de cottonbro studio: https://www.pexels.com/es-es/foto/foto-monocroma-de-pareja-riendo-3692738/
- Foto de cottonbro studio: https://www.pexels.com/es-es/foto/pareja-que-tiene-un-malentendido-3692885/
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