Hace poco hubo un debate en el grupo de Mamis del Ensanche al que pertenezco sobre la timidez de nuestros hijos e hijas, si era interesante hacer algo para intentar cambiarla, si era mejor respetar el estilo de cada uno y cada una… Tenía pendiente hace mucho tiempo hablar sobre este tema, con el debate que os comento, me puse a escribir, pero el detonante de este post es la foto del grupo de clase que le han hecho a mi hija en el colegio para un calendario escolar.
La gente que me rodea suele decir que mi hija es tímida porque no se relaciona mucho con desconocidos y poco con personas que conoce hasta que se siente muy segura. Siempre se ha comportado así, es una forma de ser. A mí me gusta decir que ella es prudente, porque cuando ella realmente se siente cómoda es una niña abierta, ingeniosa, divertida, «más grassiosa que todas las cosas», como ella misma dice. Pero para que esa hija mía salga, tiene que estar en confianza. Esto a muchas personas que la conocen les sonará a chino porque personas allegadas de nuestro entorno nunca la han visto en su faceta espontanea y divertida, así que puedo entender perfectamente que no se lo crean.
Hace unos días me desahogué con la amiga que nos ayuda en el cuidado de Pequeñita desde que empezó el colegio porque ella solo la conoce tal como la acabo de describir ahora, en esta faceta amable y creo que se le hizo raro que le explicara que no hablaba, que no jugaba en determinados contextos y con muchas personas. Yo siempre digo que tengo dos hijas, una en casa y otra en la calle y así creo que es.
En nuestra sociedad ser introvertido está mal visto, sobre todo si eres un niño o niña pequeño. Lo ideal es ser extrovertido, tampoco en exceso, que eso también se critica. Se supone que los niños y las niñas tienen que ser muy abiertos, cantar a desconocidos, enseñar la última gracieta que han aprendido a personas que no han visto nunca o que apenas conocen. Si luego el día de mañana eres demasiado extrovertida o extrovertido también serás penalizado, pero como niño no hay duda. Si eres una niña o un niño introvertido dirán de ti que estás cerrado en ti mismo, que no te relacionas bien, dirán que tienes problemas de adaptación, de comunicación y todas las etiquetas que se te ocurran.
Yo soy una persona muy sociable, muy extrovertida, me encanta conocer gente, una antigua jefa que tuve, decía que yo me relacionaba con todo tipo de gente y aunque es probable que ella no lo considerara una virtud, es verdad. He aprendido mucho a lo largo de mi vida por hablar con personas muy diversas. Me gusta casi cualquier situación social, las grandes concentraciones de gente no me suponen un problema como le ocurre a personas que conozco. Mi hija no es así, es todo lo contrario, le agobian las multitudes, necesita muchísimo tiempo para entablar una conversación con alguien, se siente incómoda, se violenta, lo pasa mal. Pero es la hija que me ha tocado y yo soy la madre que le ha tocado, seguro que no es agradable para ella la cantidad de gente diferente con la que yo le hago convivir, las actividades con desconocidos un día sí y otro también. Es la hija por la que yo lucho cada día para tratar de que sea feliz y esto implica respetar su forma de ser y conste que para mí es muy difícil, pero tengo que hacerlo igual que lo hace ella cada día.
Como os decía hace pocos días vi la foto de mi hija con su clase para un calendario escolar y me quedé hecha polvo, la foto es terrible. Lo es, entre otras cosas, porque estoy convencida de que esa es la mejor de todas las que hicieron. Supongo que en las otras estaba llorando y en la elegida está enfadada o triste, no lo tengo muy claro. Está apartada del resto del grupo mirando hacia abajo en señal de que no se siente nada cómoda con aquella situación. Me lo puedo imaginar, no se quiso poner con el grupo, se enfadó, intentarían convencerla pero ella tiene mucho carácter y las cosas muy claras. Le cuesta mucho adaptarse a los cambios, aquel día llegó un señor fotógrafo al que no conocía de nada, tuvo que dejar de hacer lo que estaba haciendo sin previo aviso, salir de su aula que es donde ella se siente a gusto, supongo que hicieron la típica fila «fenomenal» y salieron al patio, mi hija con el rebote del siglo pensando: «¿por qué tengo yo que hacer esto?». Les dirían lo que tenían que hacer, «os colocáis en filas», «ahora sonréis». Eso no va con ella, no le gusta que le cambien los planes, no le gusta que le rompan su actividad cuando está concentrada en ella, asume que hay unos tiempos pero no le gusta que se los cambien alegremente y no le gusta que de repente venga un extraño y le diga lo que tiene que hacer. Ella misma me contó aquel día que ella no quería salir al patio, en aquel momento, imaginé que no habría sido agradable para ella, pero la verdad es que me había olvidado hasta que vi la foto.
Mi primera impresión al ver la foto fue de desolación absoluta con unas ganas de llorar enormes, me sentí tremendamente triste. Como madre, una piensa: «¡qué mal rato ha pasado, pobre mía! Siempre estamos igual, ¿qué vamos a hacer?»
Yo tengo la tranquilidad de que estamos haciendo las cosas bien, yo sé la niña que tengo en mi casa y lo que muestra es muy bueno, lo de la calle se lo tendrá que trabajar más para sufrir menos, nadie es perfecto. Pero tenemos la certeza de que tiene habilidades y recursos para salir adelante. A mí no me molesta que solo se muestre abierta, divertida, ingeniosa con gente que es especial para ella porque le hacen sentir bien, con eso me demuestra que es exigente con las personas que elige relacionarse. Definitivamente, es prudente y esto creo que es una virtud para la vida.
¿Qué es lo que me preocupa? Pues que esa es la foto de grupo, la van a ver las familias de sus compañeros y compañeras de clase, cuando la vean dirán: «¿a esta niña que la pasaba?» Y ahí empezarán los comentarios: «pues es fulanita, es que ella está muchas veces así», y dirán cosas como «será tímida, se enfada mucho, se relaciona mal» o cosas peores que escucharán esos otros niños y niñas de su clase generando profecías autocumplidas, esto me preocupa como madre, creo que es normal. No quiero que la etiqueten, no quiero que condicionen su libertad de ser como quiera ser ahora y de poder cambiarlo cuando la apetezca si es que le apetece, que a lo mejor no. Si sumamos que su madre la lleva todas las mañanas en brazos al cole y otra serie de cosas que hacemos muchas de las que paseamos por aquí, pues ya está la polémica servida. «Es que no es normal, es que ya tiene tres años, tiene que dejarla, así no va a ser independiente nunca».
Esta es la parte menos importante pero como madre todo influye. Te quedas con que estás haciendo lo correcto, al menos desde tu punto de vista personal, que es el que cuenta. Ves que tu hija es feliz, aunque sea en confianza que al final es lo que importa. El día de mañana toda la gente con la que terminas relacionándote de manera informal o incluso de manera formal sin ser amigos o familiares, es gente que no tiene por qué determinar nada importante en tu vida, como mucho pasar un rato agradable en buena compañía en un momento dado.
Hay otra cosa que me molesta un poco, muchas veces me dicen: «ya cambiará» y la verdad es que puede ser que cambie o puede ser que no. Yo no tengo la esperanza de que cambie, tengo la esperanza de que sea feliz. Conozco mucha gente brillante a mi alrededor a la que le ha ido muy bien la vida y no son especialmente sociables o al menos no tan sociables como puedo ser yo.
Mi amiga Marta me dio la clave, ella es una persona interesante, muy inteligente y con muchos talentos, cuando vio la foto, me dijo que le recordaba a una que la habían hecho a ella en el colegio cuando era pequeña con su grupo, le hizo mucha gracia. Me dijo que me quedara con que al menos no estaba sonriendo complaciente ante la cámara como hacían todos los demás y con eso me voy a quedar. Con esto no quiero criticar a los otros niños y niñas, solo faltaba. Pienso que si salen tan requeteguapos y guapas en la foto es porque estaban disfrutando del momento, pensando que la foto luego la verían mamá y papá y eso les motivaba, para alguno seguro que fue una aventura salir de clase e ir al patio así de repente y para otras fue genial que les tocara al lado de una niña o un niño con el que se llevan bien. Cada uno disfruta a su manera y saber apreciar las pequeñas cosas es importante.
Por la parte que me toca, me quedo con que a mi hija no le gusta que le digan lo que tiene que hacer y cuando no se la respeta lo manifiesta y hace lo que considera oportuno incluso en situaciones donde la presión de grupo es muy fuerte. Visto así no parece tan malo, ¿no? El que no se consuela es porque no quiere. Así que voy a seguir buscando virtudes a mi hija todo el rato mientras intento acompañarla en sus dificultades, poco más puedo hacer.
¿Dirías que tu hija o tu hijo son tímidos o prudentes? ¿Te encuentras en situaciones delicadas por tu forma de ser o la de tus hijos e hijas? ¿Qué piensas al respecto? ¿TE apetece compartirlo con nosotras? Si crees que esto que has leído puede ser de utilidad para alguien, no dudes en compartirlo.
Pues un placer compartir contigo, juntas es más fácil. Un abrazo.
Me alegra mucho haber llegado a leer este artículo , me está pasando algo muy parecido con mi hija estoy se que me ayudara bastante.
Pues no sabes cuanto me alegro, nuestr@s niñ@s prudentes, que no tímid@s, son excepcionales, así como son. Un abrazo desde España.
Justamente lo que buscaba quizá un poco de consuelo, me alegra saber que no soy la única que tiene ese problema con mi hija de tres años, me pasa lo mismo mi hija en casa y con gente de su entera confianza es divertida grita salta corre juega cuenta lo que vive en su escuela, pero al parecer ella en la escuela es tímida y en las fotos de grupo o individual siempre está sería apartada y en ocasiones veo su cara y parece que la han puesto ahí casi obligada, y me entristece siento que hice mal en ponerla en el jardín de niños tan pequeña, y lo mismo de siempre me dicen ya pasará en ocasiones estado tentada a platicar con la psicóloga del jardín pero me detengo y solo digo, «yo se que ella es feliz esta bien es sana y divertida yo lo sé porque soy su mamá» y al pensar eso me tranquiliza, es bueno saber que hay muchos niños así, y eso está bien, me reconforta saber que no estoy haciendo nada malo con ella, y me alegra pensar que mi hija no es tímida si no prudente.
Gracias a quien escribo este post me cambio la percepción de muchas cosas.
Saludos desde El Salvador
Hola Ysabel, gracias por compartir por aquí tu punto de vista. Entiendo lo que dices porque cuando una persona extrovertida, como yo, tiene una hija muy introvertida, la primera tiende a animar a la segunda para que socialice, la preocupación es que pase lo que tú dices, que lo pase mal porque quiera intervenir y no se atreva. Esa era mi principal preocupación, cuando mi hija era muy pequeña, pero enseguida ella me hizo saber que para ella era un juego, un juego divertido, según me dijo ella en una ocasión siendo muy pequeña. Eso me ayudó a reconciliarme y a permitir que ella se expresara con libertad. Siento muchísimo lo que cuentas que has pasado por este motivo, muchas personas se sienten como tú cuentas, algunas alumnas me lo hacen saber en los trabajos por escrito que les pido. No le damos a estos temas la importancia que tienen, estoy contigo. Te mando un abrazo fuerte.
Yo fui como tu niña toda la vida y ahora ya tengo 51 años. Con los años vas superando muchas cosas y ahora mi vida es casi normal, aunque prácticamente no tengo amigos, porque aún me cuesta confiar. A todos aquellos que dicen que ya cambiará, que es perfecta como es… no están teniendo en cuenta su sufrimiento diario. Para mí la niñez y adolescencia fueron una auténtica tortura, cada día en el recreo del colegio, cada fiesta de cumpleaños, cada interacción social, cada contacto con chicos… Durante la juventud y edad adulta, supuso un verdadero obstáculo para encontrar trabajo o desarrollarme profesionalmente. El dolor me ha hecho pensar en el suicidio muchas veces. Ahora, con la edad que tengo, estoy afrontando un nuevo proyecto laboral, y aún me aterroriza la parte de tratar con clientes o me quedo paralizada si tengo que hablar en público. Sí, yo soy así, ahora ya forma parte de mi personalidad, como cualquier discapacidad que pueda tener otra persona, que lo es, pero me hubiera gustado encontrar comprensión del verdadero problema que es para quien lo padece, algún buen profesional que hubiera sabido comprenderme. Por eso, yo te animo a que busques un buen psicólogo/a que le dé a su timidez la importancia que tiene y la ayude a ser más feliz en todas las situaciones cotidianas, no solo cuando está en su espacio de confort.
Ana, no sé cómo se sucederán las cosas, es probable que tu peque siga siendo una persona introvertida con aquellas personas con las que no tiene confianza y sea una niña muy feliz que compartirá confidencias y momentos de confianza solo con unos o unas elegidas. O puede ser que ella se vaya sintiendo más cómoda y vaya abriéndose un poco más cada vez. Sea como sea, el hecho de que pueda comportarse así en casa demuestra el tipo de niña que es. El colegio se convertirá en un lugar de confianza con el tiempo y será capaz allí de mostrarse más como es, ya lo verás. Lo que pasa es que aún es pronto para ella. Yo te animo a que sigas respetando cómo es y a que trates de no darle importancia a lo que piensen otras personas, sé que no es fácil pero siento que será lo mejor para las dos. Un abrazo y gracias por compartir por aquí tu experiencia.
Acabas de describir a mi hija, una en casa y otra en la calle, en casa es el alma de la fiesta solo juegos y risas, en el cole me dicen que no se relaciona bien, que no disfruta lo que los demás sí….. han querido hasta que la vea la orientadora, me he negado, por supuesto. A ello súmale que sabe leer escribir sumar y restar con 3 años recién cumplidos, tiene las ideas clarísimas y una forma de ser muy diferente a los demás. Me veo en la calle siempre examinándola y frustrada pensando en por qué ese cambio tan grande de un contexto a otro. La verdad es que lo estoy pasando muy mal, no quiero que sufra en la vida. No se que hacer. Por ejemplo ayer, carnaval salió como la niña más feliz del mundo disfrazada, loca de contenta,jugando, riendo, saltando… pues fue meternos en una multitud y a la niña le cambió la cara, me decía que se quería ir a casa, que no quería ni bailar ni jugar ni nada, no le hacía caso a nadie…. en fin… que disgusto!!
Te contesté en un privado Marta. Un abrazo.
Es como si lo escribiera yo. Mi hija tiene ya 5 años y tal cual describes a tu hija. Y yo me siento muy identificada contigo! Como ya hace mucho del post quería preguntarte como ha ido creciendo tu hija con respecto a este tema, mi hija es así xe siempre diría que se aún es más tímida aún. Un abrazo
Claro, lo más complicado entiendo que es respetar al otro cuando es diferente a ti, está claro que esto es un aprendizaje importantísimo para todos y en nuestro caso madres/padres es además una responsabilidad. Un abrazo fuerte para los dos.
Tu hija es perfecta, tal y como es. Y tiene una madre que la respeta, lo cual es importantísimo. Entiendo tus miedos, aunque me situación es la contraria: yo no soy muy abierta al mundo y mi hijo (15 meses) es súper sociable. Tan sociable que a nadie le molesta que vaya siempre porteado y/o tomando teta, porque le echa los brazos a cualquier desconocido y sonríe por doquier, lo cual encanta a todo el mundo. Yo lo respeto, pero también tengo mis miedos y mi aprendizaje ante esta situación. Crecemos juntos.
Tu pequeña es estupenda, ya lo sabes y al que no le guste algo que no mire, faltaría más. Cada niño y cada niña es diferente, único e irrepetible, no sé por qué se empeñan todo el rato en hacer que se pierda su esencia. Un abrazo fuerte.
Es difícil porque tendemos a repetir las cosas que vivimos como niños y niñas, por mucho que queramos luchar contra algunas creencias muy aceptadas nos cuesta sobre todo en momentos de tensión, estrés, etc. Estoy contigo en que el hecho de que digan que no a determinadas cosas es una virtud no un defecto como nos quieren hacer creer. Y las dos estamos en el camino de buscar niños felices, no «dóciles» como tú dices. Muchas gracias por estar ahí y compartir tu experiencia. Un abrazo fuerte.
Soraya, ya sabes cuánto te entiendo y cuando te leo, me vivo y revivo en muchas situaciones.
De todo lo que has escrito, que comparto, me quedo especialmente con una frase, «Es la hija por la que yo lucho cada día para tratar de que sea feliz y esto implica respetar su forma de ser y conste que para mí es muy difícil, pero tengo que hacerlo igual que lo hace ella cada día»…yo estoy en este camino. Realmente a veces soy yo misma quien «etiqueto» casi sin quererlo a mis hijos, al mayor que tú conoces especialmente, y al pequeño también, en otros sentidos. El caso es que, efectivamente, socialmente es más cómodo y fácil ver a niños/as sociables y más «dóciles» (No en vano el sistema educativo, con las ratios por clase que se manejan, casi persiguen «domesticar» y que todos entren en la «media» en lo «normal»…). Mi lucha es respetar las individualidades y talentos que tienen cada uno de mis hijos, con sus particularidades, aceptarlos y no «JUSTIFICARLOS» (esto lo pongo en mayúscula porque todavía me sorprendo en situaciones justificando el carácter y la personalidad de mis hijos, sobre todo del mayor). Y todo pasa porque YO ME ACEPTE y me respete y tenga claras y seguras mis posturas respecto de la educación, personalidad y crianza de mis hijos. Así que cuando veo a mis hijos que dicen NO, que tienen claras las cosas digo ¡OLÉ!, aunque esto haya supuesto a veces una «mala conducta» o una «conducta no aceptada» en clase, en el parque o donde sea. Besos
Hola! Cómo te entiendo!!! Parece que estás describiendo a mi pequeña de 3 años. La foto de este año aún no la he visto, pero si vieras la del año pasado con dos añitos… En el caso de mi hija encima tiene una lengua de trapo que aún le dificulta más sus relaciones con iguales. Entiendo todos esos sentimientos que te remueven por dentro… Y ya cuando te encuentras con alguien por la calle y te saltan la típica frasecita de «pues tu hermanita si me ha dicho hola, tu no me vas a decir nada??» ( y su hermanita tiene un año y aún no dice ni hola ni adiós…). En fin, yo estoy muy orgullosa de mi pequeñas P.A.S ( persona altamente sensibles) pero hay momentos que son durillos, verdad? Un saludo y mucho ánimo!!
Pues claro y todo ese respeto que le estáis inculcando es el mejor regalo que le haréis y es para toda la vida. Gracias por compartir tu experiencia. Un abrazo.
Gracias Nerea, solo alguien tan especial como tú puede hablar así de mi niña. Siempre te lo digo, pero nunca está de más, ¡qué suerte tenemos contigo! Un abrazo fuerte fuerte.
Una fila «fenomenal» jeje. Es tímida con la mayoría de las personas y que tiene de malo? Nada, ella es así, y las que tenemos la suerte de conocerla como es a diario disfrutamos mucho de ella, sobre todo por su espontaneidad (debería llevarme una libreta y apuntarme las cosas que me suelta y me quedo con la boca abierta), aún me río del día que se me coló por el water y me soltó «¡Adiós niña!», las conversaciones que tiene con palabras tan maduras que ni yo misma utilizo… Pero lo que más me gusta de ella es que es una niña FELIZ y eso es lo que realmente importa, sí la gente no puede ver como es realmente pues es una pena por ellos, pero los demás somos esos privilegiados que sí.
haz caso a esos que te dicen que cambiarà… mi hija sale a punto de llorar en su carnet de identidad, fue algo asî como tu impresiôn con las fotos del cole, medio traumatizante. porque el tipo en cuestiôn era un fotôgrafo y no tolera(ba) al sexo masculino. a dîa de hoy, con casi 5 anyos, ya es una persona extrovertida, aunque con los desconocidos sigue teniendo sus reservas, algo que aprecio. y sigue no apreciando demasiado a los hombres…
mi hija era de las que se agarraba a mis piernas y se escondîa detràs y encima como nunca ha ido al cole he tenido mucho tipo de comentarios, que no està socializada etc, pero finalmente es màs abierta que otros escolares, respetamos su propio ritmo y sus deseos, si quiere hablar a alguien està bien y si no también.
¡Gracias Marta! Es tan habitual que solo te hablen de lo negativo, adornado y caramelizado pero allá va. Muchas gracias por todo lo que dices de mi hija. Como comento en el post, ella es muy exigente con las personas con las que se relaciona y con vosotros es siempre un gusto. Un beso gordo.
Tímida, introvertida, no complaciente, no obediente? Ole pues si esa es Julia y muchas cosas más. Es cuidadosa, inteligente, observadora, amable, etc y etc.
Es eso y muchas cosas más que la hacen ser Julia y no ser otra niña.
Si tarda más o menos en coger confianza, si no le gustan los bullicios o los grupos de 25 personas que hacen todas lo mismo porque lo manda la profesor ole y ole. Es una niña con genio, que sabe lo que quiere y lo defiende aunque eso suponga que la regañen por no estar en orden en la foto o salir medio enfadada o taparse los oidos porque no quiere escuchar el cumpleaños feliz en ese momento.
Yo quiero hijos así y no hijos obedientes a toda costa complacientes en todo momento.
Así que lleva la cabeza bien alta que lo que te dije no era un consuelo es lo que creo.
Y tengo la suerte de haber visto a Julia tranquila actuando como quiere hablando con Irene o haciendo el gatito para convencerla de que siguiera andando y es genial.
Así que al que no le guste ya sabe….