Los diferentes personajes de esta marca mexicana de juguetes fundada por Amparo Serrano que cautiva a niños y niñas de todo el mundo siempre son una alegría en nuestra casa.
Antes Pequeñita y ahora también Chiquitina, reciben estos juguetes muy ilusionadas y luego nos dan momentos importantes de juegos y de historias en casa.
Los Pikolines Azucarados vienen en una taza de color, existen diferentes colores, la tapa que esconde al personaje es un squishy, eso ya es un éxito asegurado, a mis hijas (y me consta que a muchos otros niños y niñas) les encanta estrujarlo y ver cómo vuelven a su forma original.
Y dentro de esta taza que con su Squishy tiene la forma de un postre, están los Pikolines Azucarados, que son pequeños bebés de los que existen varios modelos y traen un chupete y un biberón que puede colocárseles en la boca para cuidarlos y fomentar el juego simbólico.
Este nuevo juguete de Distroller se presenta como un coleccionable.
Ahora tengo a Pequeñita y a Chiquitina con sus tres Pikolines, tratando de convencerse la una a la otra para jugar con el que quieren en cada momento.
En cuanto a la edad recomendada os podría decir que en casa tenemos a Chiquitina que hará dos años el mes que viene. Como tiene una hermana mayor a la que no podemos bloquearle la vida, siempre con mucha precaución, nos saltamos a veces las recomendaciones de edad valorando mucho los riesgos. Hay que vigilarla de cerca porque hasta hace poco le encantaba pegar mordiscos a los squishies de su hermana y en más de uno sufrimos pérdidas importantes y también porque el chupete que viene en la taza es de un tamaño muy pequeño, aunque en este caso, lo que nos preocupa es que lo pierda con el consiguiente disgusto de Pequeñita porque ella no hace ademán de metérselo en la boca que es lo que supondría un riesgo importante.
En casa, si tenéis dudas, mejor esperar un poco más, dependiendo del niño o la niña, los tres o cuatro años será un buen momento.
Y luego está Pequeñita que aunque se podría interpretar que es mayor para este tipo de juguetes, los adora, los recibe
como una auténtica coleccionista y saca su vena más infantil para hacer uso de sus complementos, ahora además jugando con su hermana pequeña puede retomar sus juegos de hace no tanto tiempo, algo que considero le viene genial. No tenemos ninguna prisa por adelantar etapas.
Ella le cogió cariño a los personajes de Distroller cuando era más pequeña y ahora le encanta disponer de sus novedades en casa siempre que se puede. Así que con nuestros tres Pikolines Azucarados tenemos tiempos de juego asegurados.
Nuestros Pikolines llegaron antes de Semana Santa, nos fuimos unos días fuera y no los llevamos para garantizar que no perdemos sus chupetes y sus biberones, así que ahora a la vuelta siguen siendo novedad.
Os he incluido un par de fotos en el post de la web oficial de Distroller para que veáis cómo son algunos de ellas/os y también algunas de mis hijas entregadas el día que llegaron los Pikolines.
