Hoy comparto con vosotras un juego que hicimos hace algún tiempo y que tendremos que volver a repetir, con la mudanza, sus piezas han quedado repartidas en muchas cajas diferentes y nos costará volver a encontrarlas.
Este juego de discriminación visual sirve para trabajar las bases de lo que será el pensamiento abstracto pero desde la manipulación. No lo recomendaría antes de los dos años o mejor los dos años y medio, pero ya sabéis que cada niño y cada niña es un mundo, así que valoradlo vosotras (personas que me leéis). Este tablero lo hacíamos juntas y la idea es darles autonomía, así que es más sencillo, mejor. Este podría ser una segunda parte o tercera. Si va a ser la primera vez que hacéis algo así, yo empezaría con cinco o como mucho seis objetos y si son muy pequeños incluso con tres, aunque el material tendrá menos recorrido, respetáis el ritmo del niño y evitáis la frustración de no poder realizar la tarea, cosa que solo servirá para que rechacen la actividad y no la hagan.
Es muy sencillo, podéis elegir algunos objetos que le gusten y empezar a marcarlos en una cartulina, si tenéis mesa de luz, se puede hacer en ella para tener una motivación añadida. Una vez marcados los objetos, ya tenéis lo que será el tablero de juego. Os recomiendo poner los objetos en una bandeja o cesta para que puedan ir cogiendo cada objeto y probando.
Este material como tantas y tantas veces es algo improvisado que hacemos una tarde en casa, por eso su calidad y su presentación no están muy cuidadas. se puede hacer con mucho más esmero y plastificar el tablero para que no se deteriore.
Ya podéis poneros a jugar, es muy sencillo. Si empezáis con pocas piezas, una vez que ya lo controlen, podrías introducir algún objeto que no esté representado para generar un pequeño conflicto, según Piaget esto es el origen del desarrollo del conocimiento tal y como explica en su teoría de la Epistemología Genética. Pequeños conflictos adaptados a su ritmo pueden ser beneficiosos siempre que no excedan las capacidades.
Algo que surgió espontáneamente fue la necesidad de Pequeñita de crear su propio tablero, como os decía con la mesa de luz, la actividad será mucho más atractiva.
¿Qué te ha parecido este material? ¿Te parece interesante para tenerlo en casa o en la escuela? ¿Tienes alguno parecido? Si te animas a hacerlo, será un placer que lo compartas con nosotras. Y ya sabes, si te gustó compártelo en tus redes sociales.