Libro respetuoso 13: Colección de mentiras ilustradas.

literatura infantil respetuosaEl libro que os traigo hoy no es para niños y niñas pequeños, en realidad es un álbum ilustrado de mi colección, la que hacía antes de tener a Pequeñita. Las ilustraciones son un poco duras desde mi punto de vista y el libro lo tenía guardado con otras joyas que quería preservar hasta que ella fuera más mayor, pero un día (hace mucho) descubrió el armario y empezó a pedirme «un libro de los tuyos», bueno no así exactamente, con lengua de trapo, entonces decía «un liro».

El día que me pidió este libro, respiré hondo porque me parecía que los dibujos podrían darle miedo, además no podía leerle el texto, ahora veréis por qué. Pero las y los más pequeños siempre nos sorprenden y a ella las ilustraciones le parecieron de lo más normal y le encantó. Desde entonces lo hemos leído juntas muchas veces pero sólo interpretamos las imágenes. A pesar de tener un toque siniestro, son espectaculares.

El libro recoge mentiras que se suelen decir a los niños y las niñas, que formen parte del imaginario y la cultura popular y que permanecen ahí pasando de unas generaciones a otras. Muchas familias ya no queremos educar así a nuestros hijos en base a mitos falsos y razonamientos ridículos. Y este liblibros respetuososro trata de eso.

Empieza con una advertencia, el libro no es apto para personas que tengan más de trece años o midan más de 140 centímetros. A pesar de esto, yo me lo compré sin dudarlo y ya tenía algunos más.

Libros respetuosos para niñosDespués un aviso y un recordatorio: «Si alguna persona mayor, aunque sea tu padre o tu madre, os dice cualquier cosa parecida a la que hay en este libro, decidles que NO os lo creéis, y que si dicen mentiras, les crecerá la nariz como a Pinocho». Entiendo que la última idea va con cierta sorna y para hacer un guiño a otra mentira, esta basada en la ficción de un cuento, es otra cosa que podríamos discutir, pero ya en otro momento.

Muchas familias ya no queremos educar así a nuestros hijos en base a mitos falsos y razonamientos ridículos.

Os propongo un juego, os planteo mentiras a ver si hay alguien que no las haya escuchado, espero vuestros comentarios, allá voy:

  • «Falta poco», en el coche cuando quedaban horas.literatura infantil respetuosa
  • «Si te tragas el chicle se te pegará en las tripas».
  • «Si bebés agua, te crecerán ranas en la barriga»
  • Cuando se movía un diente, «déjame tocarlo, no te lo arrancaré».

¿Qué tal vamos? ¿Os suenan?

Hay alguna que me horroriza especialmente: «la lluvia es el pipí de los ángeles» o aquella de «los truenos son los ángeles jugando a los bolos». La última me la dijo hace unos días una niña de cuatro años, así que parece que son de rabiosa actualidad.

En nuestra vida cotidiana, con la gente que nos relacionamos, no suele emplear mentiras de este tipo y si lo hacen supongo que sabiendo lo escrupulosa que soy con algunas cosas referentes a la educación de mi hija, en nuestra presencia no lo hacen. Cosa que les agradezco bastante. Pero pasamos varias semanas en verano en el pueblo y ahí aparecen muchas de golpe, una y otra vez.

Sinceramente, me encanta la lluvia y me parece una guarrada tener que pensar que pueda ser pis de nadie; me parece mucho más interesante y apasionante explicarle a un niño por qué tienen lugar las tormentas que soltarle el rollo ese de los bolos. Me parece terrible que las personas adultas les den chicle y chuche a los niños y las niñas y cuando deciden (normalmente sin ningún criterio) traten de asustarles con cuentos para que no las coman. Yo prefiero un poco más de coherencia, será que soy una aburrida o una predecible como me dijo uno una vez. A mucha honra.

Hablando de incoherencias, mirad esta:

libros respetuosos con la infancia«Si me explicas qué ha pasado, te prometo que no me enfadaré», esta va con mentira y promesa incumplida de regalo, es para premio.

También está la mítica frase: «no te soltaré», en el agua o con la bici (sin ruedines). Esta última situación me hace acordarme de como mi Libros respetuosostía Amparo me enseñó a andar en bici, fue terrible, la verdad es que es la única persona que conozco que es capaz de enseñarte a andar en bici en dos horas, te queda mal sabor de boca de por vida, afortunadamente en mi caso, el trauma no ha sido suficientemente grande y a fecha de hoy sigo andando en bici. A pesar de todo, te quiero tía Amparo. Ahora que como te ofrezcas voluntaria para enseñar a Pequeñita a andar en bici vamos a empezar a correr y no vamos a parar, prometido.

IMG_0246[1]Luego hay una que afecta directamente a la seguridad de las y los más pequeños y me parece peligrosísima. Se suele utilizar aquello de «como te sigas portando mal llamaré a la policía y te llevarán con ellos» o cosas por el estilo. Generando miedos en la policía en niños y niñas muy pequeños. Sinceramente, me parece un despropósito. Si mi hija se pierde o le pasa algo, espero que si ve un policía corra hacia él con toda la velocidad que le sea posible, no quiero que huya o sienta miedo. No me parece de recibo. Hace poco veíamos un vídeo en el que una niña fingía que estaba perdida y pedía ayuda. Después de decenas de intentos de pedir ayuda, solo una persona tiene la idea de llamar a la Policía para que localicen a su familia. ¡Terrible! Ya del hombre del saco ni voy a hablar, para qué.

Literatura respetuosa infantil¿Alguna vez os han dicho, es la última cucharada cuando quedaban diez más? A mí si. Y también que una inyección no iba a dolerme cuando después he visto las estrellas. ¿Y que el agua oxigenada no pica? ¿A quién no le han dicho esto? Lo que me pregunto es qué es lo que se persigue con estas mentiras. ¿No sería mejor un «te va a doler pero es un pinchacito y dura un segundo, yo estoy aquí contigo»? Y así te preparas para el pinchazo, que si no te pilla desprevenido y casi que duele más, ¿o no? La verdad que no estoy segura pero prefiero no mentir a mi hija y si con ello logro que ella no me mienta, ya me doy por satisfecha del todo.

Pruebo con otra: «si te pones bizco y alguien te asusta te quedarás así para siempre». ¿Conocéis a alguien a quien le haya pasado? ¿Cuál era el objetivo de que no nos pusiéramos bizcos? ¿Por qué molestaba tanto? Esto no lo entiendo.

«Si ves mucho la televisión se te pondrá la cabeza cuadrada», prefiero explicarle a mi hija que prefiero que hagamos otras cosas más activas donde manipulemos, experimentemos…

En el libro podéis encontrar muchas mentiras más y al final, han incluído unas páginas en blanco para ir anotando todas las que vayamos escuchando. A mí este libro me gusta mucho, la verdad. Y además me parece muy respetuoso que es de lo que hablamos aquí.

literatura infantilLa última, «si haces pis en la piscina, se transformará en una burbuja roja que te perseguirá». Esta es un guiño a mi alumna Irene y un debate que se formó este curso pasado en clase cuando llevé el libro. Aprovecho para enviar un abrazo fuerte a mis alumnas (también a los chicos) del curso 2014/2015 en el IES Villablanca. Tengo una deuda pendiente con ellas que pronto podréis ver por aquí.

Si te ha gustado este libro y quieres conocer más libros respetuosos para vuestra biblioteca de casa o para hacer un regalo puedes visitar la sección de libros respetuosos pinchando aquí.

Si decides comprarlo y lo haces a través de este enlace, recibiré una pequeñísima comisión y a ti no te supondrá ningún gasto extra.

5923 Total visitas 1 Visitas hoy

2 comentarios en “Libro respetuoso 13: Colección de mentiras ilustradas.

  1. Te entiendo perfectamente, ser una «tarada» como yo siento que la sociedad me ve, que le da importancia a cosas que otras personas ni han reparado en ellas es agotador. Ahora con el colegio, estoy sobrepasada, pese a que hemos tenido suerte. Así que solo me queda darte ánimos para soportar todo lo que te queda y decirte que las que tenemos hijos e hijas un poco más mayores vamos viendo los frutos y comprobando que criar de otra manera merece la pena. Seguro que tú con tu bebé de 12 meses ya vas viendo algunas de estas cosas que te demuestran que vas por el buen camino. Un abrazo y ánimo.

  2. Tenemos tan dentro de nosotros todas esas mentiras, que comprendo cuánto cuesta aceptar lo que realmente son y lo que suponen. Pero eso no quita que esté cansada de ser la tiquismiquis ante la que no puede decirse nada. Me agota andar corrigiendo y sacando punta, la verdad. Cuando mi hijo crezca, intentaré que digan lo que quieran y luego razonar a solas con él, pero mientras tanto, entre las mentiras y el ofrecimiento de churros y donuts a un bebé de 12 meses, la etiqueta de coñazo me impregna. El otro día escuché a mi padre diciéndole al niño que iba a ir mamá a pegarle en el culo por derramar no sé qué. Esto es la leche.

    Menos mal que hay maestras como tú en la pública. Poco a poco.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *