Taller de juguetes adaptados por Crianza Mágica

Hace unos días, tuvimos la suerte de recibir en clase a Ana Isabel Íñigo de Crianza Mágica. Es difícil explicar lo que ella y su hijo crearon en el aula en esa mañana. Cuando al día siguiente les preguntaba a mis alumnas qué les había parecido estaban encantadas por muchos motivos, por lo que habían aprendido, porque estaban enamoradas de su niño, Daibel y porque Ana cuando comparte su historia, sus deseos y los motivos para hacer lo que hace, no deja indiferente a nadie, apetece escucharla, saber más, aprender de ella…

Os reconozco que una de las mejores cosas que viví fue la sensación de que Daibel estaba disfrutando mucho allí con nosotras, el ratito que estuvo dormido en mis brazos y las sonrisas y sus conversaciones cuando estaba más despierto, fueron la mayor recompensa de la mañana. El taller fue estupendo. Ana compartió muchas claves sobre la crianza respetuosa en niños y niñas con necesidades educativas especiales, reivindicó algunas cosas que sorprende que aún tengan que ser reivindicadas, dio muchas claves para poder elaborar juguetes adaptados y nos enseñó por qué algunos de los que venden no son útiles para muchos niños y niñas porque no responden a sus necesidades ni ofrecen los apoyos que éstos necesitan.

Ana planteó a mis alumnas la cruda realidad de que en sus aulas podían tener trece niños y niñas de uno a dos años y un niño con necesidades educativas especiales o tener diecinueve niños de dos a tres años y un niño o niña en estas circunstancias. Algunos de estos niños requieren atención 24 horas y necesitarían prácticamente una persona para ellos y ellas solas, pero eso no existe y las educadoras tienen que asumir esta situación en su día a día. Partiendo de esta premisa les dijo qué podrían hacer en esas circunstancias, cómo podrían estimular a ese niño o niña si lo tuvieran en el aula, cómo estimularlo, cómo darle atención de calidad… A partir de la lectura de un post de su blog: Sólo tu presencia ya le estimula. Cinco acciones cotidianas que ayudan a su desarrollo, trató de tranquilizarlas y mostrarles qué podían hacer para satisfacer las necesidades de sus niños y niñas si se encontraban con que en su aula alguno o alguna tenía necesidades educativas especiales.  Os recomiendo su lectura, sólo os adelanto que se apoyó en cinco pilares: hablarle, mirarle, tocarle, sentarle sobre ti y portearle.

Este último punto me lleva irremediablemente a una iniciativa que conozco gracias a Jeni de Monetes, el sello que identifica aquellas escuelas y proyectos alternativos donde sus niños y niñas son porteados y que permite a las familias partidarias de la crianza respetuosa y con apego seguro tener un criterio más para elegir el lugar donde nos ayudarán con la crianza y educación de nuestros hijos e hijas, si queréis saber más de esto, podéis echar un vistazo aquí.

Cómo deben ser los juguetes adaptados

Antes de comenzar a elaborar juguetes adaptados, Ana nos dio las claves que deben tener estos para que cumplan realmente su función:

• de poco peso
• de fácil agarre
• formas redondeadas
• materiales brillantes y fluorescentes
• colores de alto contraste
• con sonido
• con vibración
• de materiales seguros y naturales

Si queréis conocer más detalles sobre estas características, en la web de Crianza Mágica os lo explican en este post. Y en cuanto a las razones para fabricar estos materiales, os dejo con las claves que Ana compartió en el taller, de la misma forma podéis acceder a su post para ver todos los detalles.

Motivos para fabricar materiales adaptados

De la mano de Ana Isabel Íñigo, os comparto cuáles son los motivos que ella considera esenciales para fabricar estos materiales de manera artesanal:

• porque respetan sus ritmos y necesidades
• porque se adaptan a sus gustos
• porque es económico y reduce el consumismo
• porque respeta el medio ambiente
• porque es una tarea creativa
• porque te vinculan con tu hijo, hija, alumnado, etc.

Ana trajo muchos materiales para que mis alumnas, futuras educadoras infantiles, pudieran elaborar juguetes adaptados. Salieron cosas muy chulas. La idea es donarlo a un hospital y a algunos centros terapéuticos para que puedan ser usados por niños y niñas cumpliendo así con la función para la que han sido fabricados, así es la responsable de Crianza Mágica.

Me gustaría que comprendierais que cuando Ana dice que los juguetes no siempre están pensados para favorecer el desarrollo de las y los más pequeños no se refiere exclusivamente a niños y niñas con necesidades especiales. Compramos un montón de juguetes con sonidos, luces, pilas… Que suponen un estímulo terminado, no suponen ninguna actividad mental del niño o la niña, es un mero o mera espectadora de un material que no influye de manera significativa en su desarrollo porque no favorece que piensen ni construyan ningún aprendizaje. Deberíamos conseguir materiales no estructurados para que los niños y las niñas les den uso, construyan con ellos, creen algo a partir de una propuesta. Y es importante también que no caigamos siempre en el plástico fácil. Casi todo en sus vidas es de este material, no le aportamos nada nuevo ofreciéndole más de lo mismo. Es fundamental ofrecer texturas diferentes para estimular su sentido del tacto y que puedan aprender a calcular pesos, cantidades, etc. El plástico no favorece nada de esto. No digo que no tengáis nada de plástico, siempre pienso que si Montessori hubiese vivido en nuestros días habría que ver cómo serían sus materiales. Pero que todo sea de plástico limita su estimulación y por tanto su desarrollo.

No puedo terminar sin decir que me encanta la forma que tiene Ana Isabel Íñigo de tejer redes, de unir personas que de otro modo no se encontrarían, de crear ambientes mágicos como la crianza que ella defiende. De hacer un planazo de una tarde cualquiera y una aventura de un fin de semana que no prometía nada. Me alegro mucho de habérmela encontrado en el camino.

Si queréis conocerla o que imparta uno de sus talleres podéis contactarla a través de su web: www.crianzamagica.com, os aseguro que merecerá la pena.