Baños de vapor para la congestión

Estamos en la época de los resfriados, las congestiones, los mocos… ¿Qué os voy a contar que no sepáis? Como pertenezco a varios grupos de madres de Whatsapp y algunos de Facebook, me veo en muchas ocasiones contando este remedio casero para la congestión. Es muy sencillo pero escribirlo en el teléfono que es donde suelo responder es muy complicado y no siempre tengo tiempo para asegurarme de que queda bien claro. Así que pensé que sería bueno dejarlo recogido en una entrada del blog, así cuando surja, envío el enlace y es mucho más rápido y me aseguro de que se entiende.

Mi pediatra no es de mucho recetar, entiende que la fiebre hasta 38,5 grados no es motivo para tomar un fármaco salvo que el niño o la niña se encuentren muy apagados, es muy prudente con los antibióticos porque no sirven para los procesos virales, o dicho de otro modo, enfermedades causadas por virus, que son la mayoría y además es muy pro-lactancia materna. Por todos estos motivos, estamos muy contentos con ella, en contra de las abuelas que no entienden que no mediquemos a la niña cada vez que tiene un resfriado.

En la misma línea, tampoco es partidaria de los lavados nasales y nosotros no somos capaces de hacerlos, sólo lo hicimos una vez y nos pareció que era tan angustioso para ella y tan violento que lo dejamos y nunca hemos vuelto a hacerlo, para nosotros era peor el remedio que la enfermedad. La verdad, todo sea dicho, tampoco ha sido necesario, puede ser porque ella casi nunca está enferma y no ha tenido grandes problemas médicos salvó su bajo peso los primeros meses de vida y un par de grandes resfriados.

¿Cómo hacer baños de vapor?

Una alternativa a los lavados nasales son los baños de vapor que nuestra pediatra nos recomendó la vez que Pequeñita ha estado más malita, ya os hablaré de esto, porque nuestra historia con el antibiótico fue para compartir.

La idea es que el bebé esté en la bañera (una suya a ser posible, ahora veréis por qué). Pondremos la alcachofa de la ducha lo más alta posible y dejaremos que caiga agua a temperatura máxima, no hace falta abrir el grifo a tope, con que salga un poco de agua pero bien caliente es suficiente. Así no despilfarramos tanta agua, aunque ya os adelanto que este método no es nada ecológico.

Ese chorro de agua muy caliente genera vapor de agua en poco tiempo. La idea es que el bebé esté debajo pero sin entrar en contacto con el agua, por motivos obvios. Por eso os decía que lo pusieráis en su bañera dentro de la bañera grande o la ducha, lo que tengáis. Cuando teníamos bañera, había espacio suficiente para que cayera el agua mientras ella estaba en la otra punta metida en su bañera. Ahora que tenemos ducha, hay que orientar el agua de tal manera que caiga sobre el grifo para que ella no se queme. El vapor le llega igual.

Con este método los mocos se reblandecen y van cayendo hacia fuera y hacia dentro. Es una versión infantil de los vahos, hace años que no veo a nadie hacerlos supongo que porque hay un montón de métodos inhalables más fáciles. No sé si aquello de los vahos era bueno o no, pero lo que os propongo ahora funciona y además de ser un remedio natural es menos invasivo que los lavados nasales. Supongo que lo podéis usar para sustituir o como complemento a ellos si os van bien.

Si el bebé tiene fiebre, es una opción buena porque podéis ponerle agua templadita para tratar de bajar la fiebre mientras le ayudáis con la congestión con los baños de vapor. A nosotros nos funciona muy bien aunque os reconozco que lo hemos empleado poco porque no suele estar muy pachucha nunca. Supongo que es una de las ventajas de no estar escolarizada.

Para las que hacéis lactancia materna, deciros que aunque a veces la congestión en un primer momento les dificulta mamar, si no se rinden, al final  tragando la leche suelen tragar los mocos y se descongestionan. Os animo a probar sin desesperaros a ver qué pasa, digo esto porque a veces nosotras buscamos otra solución antes de que ellos consigan descongestionarse solos con la teta. Y si no hay manera de que respiren y traguen la leche, os animo a hacer baño de vapor y después la teta para terminar de descongestionar. Y si no hay teta, pues después de los baños de vapor, un bibe o un vaso de agua o lo que tomen en función de la edad y vuestro criterio, ya sabéis que para la congestión y para pasar el resfriado de la mejor manera posible hay que tomar muchos líquidos.

Y luego hay otra cosa que muchas ya conoceréis y que es infalible para hacer más llevadera una noche terrible de mocos o de tos o las dos cosas juntas. La cebolla picadita en juliana, desprende un gas que hidrata las vías respiratorias para la tos seca y descongestiona a las mil maravillas. La pega es el olor que deja en la habitación pero en mi experiencia, merece la pena. Ambos remedios, baños de vapor y cebolla, son buenos para niños, niñas y personas adultas.

Ojalá os sirvan estos remedios caseros para la congestión. ¿Qué otras cosas hacéis para ayudar a los y las peques a llevar mejor sus convalecencias? ¿Algún truco o consejo que podáis compartir? Gracias de antemano.

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