Llevo días pensando que si algún día Pequeñita lee este blog, quizá se ponga un poco triste, no paro de hablar de lo que aún no hace, de si tiene una infección, del problema que tuvimos no sé cuando… No está bien sobre todo porque Pequeñita es una niña que no nos da más que alegrías, es muy despierta, se ríe muchísimo, nos hace la vida muy fácil y habla muchísimo desde muy pequeña, esto nos permite conocerla mejor y nos divertimos mucho con ella.
Yo no hablo de todas estas virtudes porque pretendo compartir mi experiencia con otras personas por si les sirven los errores que yo he cometido. Pienso que se puede aprender de las situaciones problemáticas que han vivido otros. Afortunadamente no tenemos que vivir todas las cosas difíciles por nosotras mismas, las personas también aprendemos a través de la experiencia de los demás. Hablar de las virtudes de un hijo o una hija puede sonar pretencioso y en principio, parece que no ayuda a nadie, por eso normalmente no lo hago, pero claro, esto es un poco injusto porque se da una imagen de mi hija un poco negativa.
Pensando en cómo podía ensalzar las cosas buenísimas que tiene mi hija pero aportando algo útil que pueda revertir en otros niños y otras niñas se me ocurrió hablar de esto.
Pequeñita con casi 7 meses empezó a decir papá, bueno decía papapapapapa, sin tener muy claro lo que decía pero para nosotros fue un síntoma de que pronto empezaría a decir otras cosas con más control. Y como pasa siempre en estos casos nos pusimos contentísimos, claro, además estaban aquí mis padres que viven fuera y se pierden muchas de estas cosas, así es que fue una fiesta. Quiero que quede claro que esto fue así, tengo un cuaderno donde apunto este tipo de cosas, así de repente no me acordaba de cuando empezó a hablar, he tenido que mirarlo. Digo esto, porque una vecina me dijo una vez que su hija con 4 meses decía mamá y yo creo, sinceramente, que hay mucho amor de madre en esa percepción y también falta de memoria. Aunque todo puede ser, es muy difícil que lo dijera tan pronto.
Antes de cumplir un año decía: «¡hola!», con algo más de un año decía agua («aba») y pan («pá») y ahora, con 19 meses, haces algunas frases como «mamá, se ha caído» («mamá, sa caílo»), o «ya está, a guardar» («ya tá, a guaguá»).
Desde hace unas semanas, he recibido varios correos donde mamás me preguntaban como podían estimular el lenguaje de sus hijos e hijas porque hablan muy poquito. Yo no soy ninguna experta en la materia, ya me gustaría, pero he leído mucho y las psicólogas de estimulación temprana nos han ido dando pautas y lo que es más importante, yo hablo muchísimo todo el tiempo y hablo con ella todo el día. Así como otras veces, creo que puedo contaros mi experiencia que a lo mejor os sirve como un recurso más para completar lo que ya estáis haciendo y como siempre, si me contáis que cosas hacéis vosotras, pues me sirve para seguir estimulando a Pequeñita.
Mi amiga Raquel Renedo, logopeda en los Equipos de Atención Temprana del Gobierno de Cantabria, me pasó una tabla donde podíais ver los principales hitos en el desarrollo del lenguaje, dentro del post tenéis que pinchar en PATRÓN DE DESARROLLO DEL LENGUAJE. Ella misma me comentó que a lo mejor era un poco difícil interpretarla, si os resulta difícil decidme y trato de ayudaros. En último caso, podemos preguntarle a ella. Esta tabla puede servir para valorar si van alcanzando los principales avances, recordad que es orientativo, cada niño o niña es diferente.
¿Qué cosas puedes hacer para estimular el desarrollo del lenguaje?
Es importante que tengas en cuenta que lenguaje y pensamiento se desarrollan de la mano, antes de que tengan la capacidad física para hacer sonar las palabras estarán haciendo un trabajo previo de desarrollo del lenguaje sin hablar, nos damos cuenta porque entienden lo que decimos, responden a órdenes sencillas, etc. Si tu bebé comprende lo que le dices aunque pronuncie pocas palabras te está dando muestras de que hay un desarrollo del lenguaje, no todo es emitir palabras, hay un trabajo interno tan importante como el que es más observable (o escuchable en este caso). Recuerda que para que diga palabras tiene que oírlas, tenerlas en su cabeza. Te doy algunos consejos que puedes emplear para llenar de palabras su cabeza. Como siempre recuerda que no debemos saturar al niño o a la niña, ellos nos van marcando la pauta, si quieren jugar o no, si están cansados, si están disfrutando o no… deja que decidan si es el momento de aprender o no, para que generen gusto por el aprendizaje.
1. Hablále todo el tiempo:
Mientras coméis cuéntale qué es cada cosa, nombra los objetos y alimentos que hay en la mesa (¿quieres pan?, ¿te doy agua?, voy a comer la sopa, me gusta el filete…)
En el baño: ¿estás a gusto en la bañera?, ahora voy a coger la toalla, ¿quieres coger tú la esponja?, esto es jabón…
En el parque: ¿has visto que bicicleta tiene este niño?, ¿subimos al tobogán? ¿te gusta el columpio?…
En el coche: ¿te lo has pasado bien? ¿quiéres que volvamos otro día? ¿te ha gustado la piscina?
2. Leéle cuentos, bueno más que leerle cuentos, describe las imágenes que aparecen en los libros mientras le vas señalando lo que cuentas y relacionándolo con aquello que sale en el libro y ya conoce.
Pequeñita siempre ha tenido libros cerca, desde que tenía tres o cuatro meses, quizá antes, al principio no sabía que hacer con ellos, pero pronto empezó a pasar las páginas y después se fijaba en sus imágenes, el siguiente paso fue sentarnos con ella a describirle las imágenes, después le pedíamos que señalase ella algunas cosas en las imágenes y finalmente es ella la que trae los libros para jugar a adivinar palabras o para que le contemos historias dependiendo del tipo de libro que sea. En un principio, jugamos a preguntarle dónde está cada cosa y ella la busca. Ahora ya estamos señalándole cosas que ella sabe decir y nos dice la palabra.
Yo creo que hay dos tipos de libros interesantes en estas primeras edades, hablo desde mi experiencia, sobre la teoría de los cuentos hablaré otro día, tengo que refrescarlo un poco. Los libros de imágenes son un buen recurso. A Pequeñita le encantan los que tienen animales, pero también tenemos de objetos de la vida cotidiana, son como enciclopedias pero sólo contienen una imagen en cada hoja o varias imágenes pequeñas organizadas por categorías. Y luego más adelante, los que cuentan sencillas historias, en este primer momento, poca letra y mucho dibujo, desde mi punto de vista lo más realista posible, nada de dibujos abstractos donde no queda claro si una tortuga es una tortuga o un gato puede parecer un perro, un conejo, etc.
3. Cántale canciones, a ser posible con gestos que favorecen que cante contigo cuando aún no tiene la capacidad de pronunciar las palabras pero le permite ir interiorizándolas, no sólo las palabras sino la prosodia de la canción, las frases, las ideas… Todo ello favorece el desarrollo del lenguaje.
Primero se las cantamos y hacemos los gestos, después intentamos que ella haga los gestos que sabemos que puede hacer o decir las palabras que ya sabe, parando la canción y dándole tiempo.
4. Intenta hablarle de frente siempre que sea posible para que vea la colocación de tu boca, con esto favorecerás la buena pronunciación de las palabras.
Recuerda que muchas veces los niños y niñas en contacto con más de una lengua tardan más en hablar, si este es tu caso, sé paciente, todo llegará, tiene que hacer doble o triple esfuerzo y organizar las ideas lleva más tiempo.
Después de hablar con una madre sobre la tabla que comentábamos antes, nos dimos cuenta de que de los 18 a los 24 meses, se supone que deben decir un número de palabras bastante elevado pero la comprensión por parte del adulto de esas palabras puede ser del 30%, esto supone que tu niño o niña puede estar diciendo muchas más palabras de las que tú eres capaz de comprender y presenta un desarrollo estupendo. Toma la tabla como algo orientativo y asegúrate de que estás haciendo una buena interpretación de lo que dice antes de sacar conclusiones precipitadas.
EDITADO, 27 de julio de 2014
Como podéis ver en los comentarios, mi amiga Raquel, la logopeda de la que os hablaba antes, nos recomienda una lectura y un enlace.
Comenta que ella suele recomendar un libro de estimulación del lenguaje a las familias de los niños y niñas con los que trabaja, es de Fundación Instituto Hanen y son pautas de estimulación del lenguaje y la interacción en los contextos reales, con actividades naturales que desarrollan los papás y las mamás. El libro es Hablando nos entendemos los dos, dice que lo venden en librerías pero que es un poco complicado de encontrar. Al parecer, la Fundación Feaps Murcia hizo hace poco la versión corta de este libro, inspirado en su metodología y resumido y se puede descargar en su web:
http://www.feapsmurcia.org/feaps/FeapsDocumentos.NSF/08db27d07184be50c125746400284778/0895d21235d8fc2ac12577ec0053f7b4/$FILE/preparados_listos_ya.PDF
Yo ya la he descargado y creo que nos puede ser de mucha utilidad, es muy sencilla y da muchísimas pautas. Una vez más, ¡gracias Raquel!
¿Qué otras cosas haces tú para estimular el lenguaje en niños y niñas? ¿Me ayudas a completar la lista para ayudar a otras personas en esta tarea? Gracias por adelantado.
Si es que cuando nos dejamos llevar por el instinto hacemos lo que es mejor para ell@s sin necesitar una guía, la pena es que el estrés y las vidas tan complicadas que llevamos a veces, no nos permiten escucharnos y hacer lo que realmente queremos. Gracias, un abrazo Beatriz.
Me ha encantado!! Mi peque tb ha hablado prontito, ahora tiene 20 y es una charlatana, a su manera, claro, que a veces sólo la entendemos los papas y la abuela. Y la verdad es que sin saberlo hemos estimulado si lenguaje desde el principio, porque habíamos todo lo que comentas de manera espontánea: hablarle todo el rato, cantar (muchísimo!! Mi hermano dice que «vivo cantando «:-P), cuentos….
Un placer leerte!!
Como siempre, mil gracias Raquel. En un rato pongo arriba tus indicaciones para que las lectoras que no vean los comentarios lo tengan en cuenta. Un besazo.
Pues todo apunta a que va a ser una rapidilla, ¡qué bien! Al final nos pelearemos por hablar, verás que lío, jijijiji.
Lo dicho por la mama de pequeñita: aquí estoy si alguien tiene alguna duda sobre el desarrollo del lenguaje o la comunicación ( si preferís por mail no hay ningún problema); de cualquier manera las pautas de Soraya son estupendas.
Yo suelo recomendar un libro de estimulación del lenguaje a los papás de mis niños que me encanta, es de Fundación Instituto Hanen y son pautas de estimulación del lenguaje y la interacción en los contextos reales, con actividades naturales que desarrollan los papás.
Si a alguien le interesa, es el libro de Hablando nos entendemos los dos (de venta en librerías, aunque cuesta un poco encontrarlo), en algún blog está colgado escaneado. La fundación Feaps Murcia hizo hace poco la versión corta de este libro, inspirado en su metodología y resumido; lo podéis descargar desde su página web:
http://www.feapsmurcia.org/feaps/FeapsDocumentos.NSF/08db27d07184be50c125746400284778/0895d21235d8fc2ac12577ec0053f7b4/$FILE/preparados_listos_ya.PDF
Como siempre leerte es un placer y ver que lo que haces es sino correcto al menos lo que hacen otras mamás.
Yo a Irene le canto desde que nació y le enseñamos cuentos desde muy chiquitita. Y le hablamos a todas horas.
Con todo eso con seis meses una tarde se soltó diciendo papappapa y dos dias después mamamamama Ahora lo repite y aunque se que es aún sin sentido cuando se cansa de algo o va a lloriquear repite mamamamama.