Hoy por la mañana fui a hacer una gestión a una de las Delegaciones de Educación, la mayoría de las personas que solemos coincidir ahí somos docentes, maestros y profesores. Me ha gustado mucho porque en la oficina del registro había cuatro niños y niñas porteados, además de Pequeñita, que iba en la mochila totalmente dormida. Algunos iban en fulares y otros en mochilas ergonómicas. Estaba pensando en que a lo mejor el colectivo de docentes está más concienciado sobre los beneficios de portear a los bebés, cuando ha entrado una mujer y he visto lo que os describo a continuación y que me ha dado muchísima pena.
Ha entrado una mujer con su bebé de unos 8 meses colocado en el grupo 0 (la mayoría le llamamos Maxicoxi, aunque no sea exactamente de esta marca). Le había enrollado una toallita o una manta, no estoy segura, se la había colocado encima del pecho y sobre esta había colocado un biberón, el bebé chupeteaba su biberón colocado sobre su pecho, de manera autónoma, mientras me miraba y a mí me daba muchísima pena ver que tan pequeño tuviera que vivir su propia alimentación de una manera tan fría. Mientras, su madre esperaba que le tocase su turno. No tengo ninguna duda de que esa madre quiere lo mejor para su bebé, de hecho el biberón era uno de una conocida marca de venta en farmacias con efecto anticólicos, al menos eso dice la publicidad, vamos que en teoría (con todos sus peros), uno de los mejores biberones del mercado. Aunque para el tema de los cólicos no sé como será la digestión de un bebé que toma su biberón recostado casi por completo y con él sobre su pecho a la altura de su boca.
Pensemos por un momento que somos mayores, muy mayores. Nuestra avanzada edad hace que tengamos problemas de autonomía y necesitemos que nos den de comer y utilizar un pañal, así que alguien se encargará de cambiárnoslo periódicamente. ¿Podéis imaginar esa situación? Si la persona que os ayuda es cariñosa, atenta, respeta vuestros ritmos, decisiones, no os fuerza en ningún caso a comer si no tenéis hambre y os trata con dignidad en los cambios, esta situación será mucho más llevadera. Si quien os ayuda a realizar estas tareas lo hace de manera mecánica, sin ningún cuidado, con prisa, sin tener en cuenta vuestras necesidades, estado de ánimo e incluso forzándoos si no le facilitais la tarea, imaginad como os sentiríais.
Los tiempos de la comida y el cambio de pañal son momentos privilegiados de comunicación con el bebé. Son momentos fundamentales porque en ellos tienen lugar muchos aprendizajes fundamentales para el desarrollo del niño o la niña. En esos tiempos le transmitimos lo valioso y lo importante qué es, en función de cómo le tocamos, le movemos… Si respetamos sus ritmos y no le forzamos le estamos transmitiendo que su opinión es importante, le estamos mostrando como le respetamos, que su cuerpo es importante, igual que lo son sus necesidades. Se le muestra que comprendemos que un día le cueste más o no le apetezca porque está enfermo o triste o simplemente cansado y necesita dormir, etc. Si no se hace de esta manera podemos estar mostrándole que es más importante el acto de comer o cambiarse que la propia persona que tiene estas necesidades, que su opinión o estado de ánimo no es valioso porque se le obliga a comer o se le cambia de una manera poco cuidadosa.
En un bebé que aún no emplea el lenguaje, el contacto es fundamental y no vale cualquier tipo de contacto, en función de como sea le estamos transmitiendo cómo debe ser tocado alguien que nos importa, alguien que es de total confianza, si se hace delicadamente eso es lo que aprenderá que se debe hacer, si lo hacemos de manera brusca y apresurada otro será el aprendizaje.
Pienso es ese bebé tan pequeño alimentándose solo y en cual puede ser la lectura que de manera inconsciente quede grabada en sus neuronas. Desde luego, con ese hecho estamos contribuyendo a que sea un superviviente, está claro, pero, ¿no es demasiado precipitado? Si estuviésemos hablando de un niño de unos quince meses que toma biberón y decide tomárselo solo estaríamos ante una realidad bien distinta, yo diría que positiva incluso, por muchos motivos. Pero en el caso del bebé del registro, sinceramente me ha dado mucha penita, se le veía muy suelto, daba la sensación de que estaba muy acostumbrado a este sistema. Los bebés necesitan contacto, ser estrechados en unos brazos que los quieran una y otra vez. Desde mi punto de vista deberíamos usar los momentos de la comida y el cambio de pañal para transmitirles lo importante que son para nosotros y nosotras, lo importante que son sus estados de ánimo, sus necesidades, sus cuerpos en definitiva, que les pertenecen a ellos y ellas y deben ser respetados.
¿Alguna vez has alimentado a tu bebé como la chica del registro? ¿Qué te parece hacerlo de esa manera? Me encantará saber qué piensas al respecto.
Ay, ¿qué hacer? Es difícil porque lo más fácil es que quedes como una entrometida o como una verdadera loca. Muchas veces me pasa esto. La mayoría no digo nada pero si normalizáramos estaba situaciones y encontrásemos la manera de decir sin herir, sería estupendo sobre todo para las y los pequeños.
Y para mí sí son iguales las personas mayores y las pequeñas, con el agravante de que si las mayores estás indefensas, las pequeñas más. Ojalá seamos capaces de mejorar estas situaciones que muchas vemos como muy importantes. Un abrazo fuerte!!
Hola. Este post me ha dejado un nudo en la garganta. Hace unos meses vi algo así y no he podido olvidarlo. Una mamá tenía a su bebé como de 6 meses en la carreola. Ella estaba sentada en una silla a lado mirando su celular. Con la mano libre le ponía cerca el biberón. El bebé se prendía de él pero como la mamá no lo estaba mirando a él sino al teléfono, el biberón se le movía de lugar. El bebé con la boquita seguía al biberón intentando alcanzarlo. El biberón le chorreaba leche en la ropita. Y la mamá no volteaba a verlo.
Yo estaba ahí con mi esposo y él llevaba nuestro hijo en una mochila. Mi hijo dormía.
Entre en conflicto. Casi quise decirle algo a esa madre. ¿Qué se hace en esos casos? No pude decirle nada por miedo a su reacción y también porque no sé cómo podría decírselo sin herirla que tampoco se trata de eso.
Pero la imagen de ese bebé siguiendo con la boquita el biberón, acostado solo en su carreola, con toda la ropita mojada y el mama distraída en el teléfono a lado, me mató. En fin, ¿en esos casos aconsejas decir algo o nada?
Por cierto, cuando preguntan qué es para mi la crianza respetuosa les digo que a veces es como cuidar a un abuelito mayor. A mi abuelita jamás le diría Vamos que te cambiaré el pañal ven acá cochina!! Mira que sucia estás wacala!!!
Tampoco le diría: a ver come rápido anda y te acabas todo o y verás. Que lata ya te ensuciaste!!!
Nunca haría esto! Cuando he respondido así se ríen de mí diciendo que no es lo mismo. Me alegra saber que puedo hoy mostrar tu post. Gracias 😀
¡Qué gran idea Raquel! Un abrazo fuerte.
Hola,
Creo que se me pasó este post. Hoy que he tenido tiempo estoy retomando: ss animo a ver algún vídeo de Emiliy Picker y la escuela Lozy.
Un saludo
Seguro, estoy de acuerdo, ya comentaba que no tengo dudas de que esa madre quería lo mejor para su hijo. Muchas de estas cosas se hacen por desconocimiento. Nosotras somos muy afortunadas, es verdad. Mi matrona también fue clave ya desde el preparto en mi estilo de crianza.
Hola soraya
Yo la verdad que nunca he alimentado mi hijo de esta forma. Tuve la oportunidad no se si puede hablar de oportunidad mejor decir suerte de dar el pecho hasta que tuvo 11 meses. No obstante no se si lo hubiese podido hacer si no habia estado en los clases de pre y postparto de mi matrona. La verdad es que cuando de dan tantos consejos que te puedes volver loca como dar el pecho en minutos. Yo lo hice después de un consejo durante unos dias y luego deje de hacer lo. Quizas esa madre que daba su hijo la leche de esta forma no han tenido la suerte de tener una buena matrona y un gran grupo de apoyo de madres como lo conocemos nosotras.