Modo: Juego simbólico

juego simbólicoJean Piaget, decía que la capacidad para el juego simbólico aparece alrededor de los dieciocho meses, con ello se refería a situaciones simuladas donde interpretan situaciones que no están presentes en ese momento. Un gesto típico que suele repetirse en los niños y las niñas antes de que esté desarrollado el lenguaje pero que nos permite ver que hay juego simbólico es el de dar de comer a uno de sus muñecos con algún objeto que evidentemente no es comida. En una situación así, están utilizando un objeto que no es comida para representar otro, la supuesta comida. Situaciones típicas de juego simbólico son jugar a que son mamás y papás o tenderos o cualquier otra cosa que no está presente en ese momento pero que han vivido anteriormente y recrean después en otras situaciones. La capacidad de juego simbólico requiere de la capacidad de representación simbólica que implica que ya son capaces de representar o evocar a otras personas y objetos aunque no estén presentes, utilizar un objeto como si fuera otro, etc. Supone el principio de un gran desarrollo cognitivo que tenemos por regla general las personas y nos diferencia de otros animales.

Beneficios del juego simbólico

Este tipo de juegos son beneficiosos y además necesarios porque les permiten experimentar ya no sólo con los objetos y los materiales sino también con las situaciones sociales, pueden representar diferentes modelos de la situación y además de probar y ensayar pueden quedarse con aquel que consideren más útil socialmente desde su punto de vista (que es probable que sea el que más se parezca a lo que hayan vivido anteriormente). A su vez, esta experimentación repetida de situaciones similares, les permite conocer la causalidad de los hechos, es decir, qué causas generan determinadas consecuencias.

Esta capacidad que suele aparecer al final de los dos años, no es algo propio de la infancia que desaparece con ella, simular o evocar escenarios de ficción, es una actividad mental que dura toda la vida. Así nos dejamos las personas adultas atrapar por novelas y películas que son el desencadenante de reflexiones, emociones, aprendizajes, etc. Además, jugar a probar «qué habría pasado si…», «qué pasaría si…», es la antesala del pensamiento hipotético-deductivo fundamental para superar las diferentes etapas del desarrollo del pensamiento y con ello del razonamiento que supone entre otras cosas ser capaz de emplear la lógica de qué puede suceder tras una serie de circunstancias sin que tengamos que vivirlo en propia carne.

Este tipo de juego nos muestra que niños y niñas tienen imaginación, algo que es fundamental y deberíamos potenciar al máximo. Y a la vez, les permite tomar conciencia de cuáles son sus estados mentales diferenciándolos de la realidad tangible.

A medida que se va desarrollando el lenguaje, estas representaciones simuladas se enriquecen y se hacen más divertidas e interesantes para ellos y ellas y también para la persona adulta que las observa. Y también al revés, el juego simbólico favorece el desarrollo del lenguaje porque les permite analizar y representar diferentes registros verbales y no verbales y sus posibles consecuencias en las situaciones sociales.juego simbólico

Así de esta manera, a partir de los dos años empezará a desarrollarse de una manera más importante este tipo de juegos que durarán años. Es muy común alrededor de esta etapa que aparezcan los primeros amigos imaginarios que igualmente les sirven para ensayar y experimentar con todas aquellas situaciones que han ido viviendo hasta el momento.

El juego simbólico o de imitación como también lo llama P. Harris, es importante hasta el punto de que la ausencia del mismo puede ser patológica. Es muy habitual que niños y niñas con síndromes del espectro autista no sean capaces de simbolizar en el juego y se mantengan siempre fieles a la realidad de una manera literal sin influir ni modificar ningún aspecto de ésta. Por ello es importante que se trabaje con la representación simbólica en la terapia con estos niños y niñas.

El juego simbólico, una herramienta educativa para familias y educadoras

En el caso de las educadoras, está claro, observar el juego simbólico puede dar mucha información de cómo es esta realidad que viven los y las pequeñas. Observando un juego de mamás y papás uno puede ver qué tipo de modelos están viviendo estos por las representaciones que hacen de situaciones cotidianas, un papá que llega a casa y da un beso a la mamá y a los niños o una representación de unos papás que pelean entre ellos o también representaciones donde se ve que el papá es el que manda o en caso contrario, es la mamá. Siempre le digo a las educadoras que tienen que ser cautas, podemos ver a un niño representando una situación desagradable entre mamá y papá y no tiene por qué ser la situación de su casa, puede ser algo que haya visto en la tele o en casa del vecino.juego simbólico

Una vez me dijo Leticia, del proyecto Diente de León en Rivas, que niños y niñas tienden a repetir aquello que no entienden, fue una de esas frases sencillas sin más adornos que de repente, te dan luz y te hacen comprender muchas cosas de tu presente más cercano pero también de tu pasado. No siempre una situación que representan los niños es algo que está ocurriendo habitualmente en su entorno, puede ser algo que vieron o escucharon una sola vez pero les impactó mucho porque para ellos fue incomprensible y buscan explicación repitiéndolo una y otra vez.

Por todos estos motivos, la observación sin intervenir del juego simbólico es muy útil para tratar de comprender la situación de los niños y las niñas, sus vivencias, qué les preocupa… Mi hija después de leer un libro que hay en Ikea: «El erizo se va de casa», se ha pasado semanas jugando con sus muñecos mientras uno decía a otro: ¡cuidado que viene un zorro, uf, qué miedo! Motivado por algo que pasa en el cuento y que parece ser que para ella fue impactante. Ya digo que no siempre los niños representan situaciones o vivencias personales.

juego simbólicoConsidero que las familias deberían tener también una información básica sobre el juego simbólico para poder tener herramientas con las que poder observar tratando de no intervenir en el juego de sus hijos e hijas y poder extraer conclusiones sobre qué les preocupa y qué posibles vías tenemos para ayudarles si fuera necesario.

Para poder observar adecuadamente a niños y niñas, además de conocer qué es el juego simbólico es importante que conozcamos cómo es el desarrollo del pensamiento en estas edades, qué limitaciones tienen en estos momentos y qué características determinan el pensamiento y razonamiento de esta etapa. Para un primer acercamiento, sería bueno tener nociones sobre la teoría de la mente, de esto hablamos aquí hace algún tiempo, deberíamos comprender en qué consiste el pensamiento mágico y qué es la mielinización de las neuronas y qué consecuencias tiene, aunque esto último está muy relacionado con la teoría de la mente que nombrábamos. Intentaré hablar de estos temas en próximas entradas de manera accesible para facilitar esta tarea de observación a quién no tenga mucho tiempo para investigar sobre este tipo de cosas.

Por citar algún ejemplo, diremos que un niño que considera que todo el mundo gira alrededor de él, incluso el movimiento de la tierra alrededor del sol (pensamiento mágico y egocéntrico), va a extraer conclusiones que no siempre van a ser del todo acertadas. La mayoría conocemos personas adultas que siguen pensando de esta manera, así que comprender que les pase a niños y niñas debería ser más fácil. En cualquier caso, lo importante ahora no es tanto el final de sus experimentaciones, es decir, las conclusiones que extraigan, sino el medio, el hecho de que de una manera espontánea experimenten, representen, prueben… Esto último es lo importante realmente.

El título de este post es así porque en casa estamos en plena fase de juego simbólico y con una niña que habla mucho, así que estamos en un momento muy divertido donde le decimos que nos tenemos que vestir para salir a la calle y te la encuentras con cualquier objeto puesto en la oreja diciendo que ahora no puede porque está hablando con la abuela por teléfono. Hace dos días, iba montada en su caballo y me dijo: «adiós mamá, me voy a trabajar«. O donde coloca a los potatos que le regalaron estas Navidades todos en fila para el desayuno con sus tacitas y platos correspondientes y le pregunta al más grande: «tú potato, ¿quieres café o cacao? Ah claro, tú café que es de mayores«. También nos llama la atención, en una niña que duerme tan poco, cómo se pasa el día colocando a dormir a sus muñecos, a unos los coloca en fila a otros les construye camas…juego simbólico

Mi recomendación es que tratéis de interferir lo menos posible en el juego y si tenéis que hacerlo, no le quitéis importancia, para ellos y ellas es muy importante y es necesario que las personas a las que quieren lo sientan así. En el caso que os decía de tener que salir y ella decirnos que no puede ahora porque está al teléfono, considero que es más beneficioso para toda la familia, entrar al juego y decirle que está bien pero que cuelgue cuanto antes para que podamos vestirnos y salir a la calle y pedirle que en cuanto cuelgue nos avise. Si se hace así, mi experiencia es que en pocos segundos o minutos cuelga y me dice, «ya, mamá, ya colgué». Si interfiero y le quito importancia o le digo que nos tenemos que marchar ya, suele ser con un conflicto por medio. Yo creo que la idea es dejarlo fluir siempre que tengamos un tiempo aunque sea mínimo y cuando no se pueda esperar, comprender que es normal que se sientan molestos y molestas porque no hemos respetado su juego.

¿Habéis llegado ya a esta fase? ¿La estáis disfrutando tanto como nosotros? ¿Eres educadora y te parece que el juego simbólico es de utilidad en tu trabajo? Nos encantará saber qué opináis al respecto.

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3 comentarios en “Modo: Juego simbólico

  1. Yo veo que el juego que más desarrollado tiene mi pequeño y con el que más disfruta es con el Simbólico. Pero no sólo juega él, yo también…así muchos desayunos incorporamos a una amiguita nuestra (invisible) o personajes o…en fin, lo que la imaginación de en cada momento.
    Nosotros estamos disfrutando muchísimo de esta etapa de juego simbólico y nunca le niego o reprimo ninguno de esos momentos mágicos y llenos de imaginación. Igual que tú Soraya, cuando llega la jhora de irnos al cole y tengo que decirle al mayor ¡venga a ponerse el abrigo! tengo que prometerle que no se va a recoger el circuito de coches que el ha montado o hemos montado para seguir luego o decirle a sus animalitos que también tienen que ir al cole, etc…
    Y estoy de acuerdo en que no debemos interferir. Es una manera muy interesante de ver cómo gestionan situaciones los pequeños, cómo reflejan sus valores y conductas sociales.
    A mi pequeño le fascinan los coches (y nunca se lo promovimos…esas cosas que pasan) y veo que ahora lo que más le gusta es representar situaciones de la vida cotidiana o los accidentes que le impactan mucho. Con los animales un poco lo mismo. Lo que más le impacta es que un animal se coma a otro. El considera que un animal «bueno» es el que come hierba y uno «malo» es el que come a otro animal. Está en esa fase de intentar entender el ciclo de la vida y de la naturaleza. Es curioso, muy curioso.
    Ël aprende…pero creo que quienes estamos aprendiendo más somos su padre y yo.
    Muchos besos Soraya

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