Comparto con vosotras (personas que leéis mi blog) una primera reflexión sobre este tema, relacionada con algunas de las creencias que hay detrás de estas tradiciones navideñas. En la segunda reflexión me centro más en cómo afecta en niños y niñas el uso que hacemos de la fantasía y cómo afecta esto en el desarrollo de su imaginación.
Llevo mucho tiempo dándole vueltas a este tema, ya el año pasado me di cuenta de que tendría algunas batallas perdidas de antemano. En mi casa nunca se celebró Papá Noel cuando yo era pequeña, como en la mayoría de las casas de la gente de mi edad, esta tradición se hizo popular mucho más tarde. Esto podría haber sido un argumento para evitar unos regalos innecesarios demasiado cercanos en el tiempo al cumpleaños de Pequeñita y a los Reyes. Pero resulta que la familia del papá de Pequeñita era de esa minoría de familias que celebraba Papá Noel cuando los niños eran muy pequeños con la idea de que pudiesen disfrutar más tiempo de los juguetes en vacaciones, creo que este argumento está detrás de la celebración de Papá Noel en muchos hogares en los últimos años. En este sentido fueron visionarios y así se hace difícil romper una tradición que para el papá es algo propio de su infancia. Vamos que no encuentro escapatoria. Bueno sí, intentar que sean regalos educativos o cosas necesarias, en la medida de lo posible.
Podría entonces, evitar los Reyes Magos, pero en la casa de mis padres es una fecha muy especial. Mis padres y yo hemos celebrado los Reyes con ilusión todos los años, un poco adelantado eso sí, solemos abrir los regalos la noche del cinco de enero tomando café y roscón de reyes. Con lo cual, sería cargarme algo que en mi casa es importante. De esta manera, Papá Noel y los Reyes Magos están ahí inevitablemente conviviendo con un montón de dudas que se me generan sobre cómo enfocarlo.
El año pasado no pude evitar Papá Noel por los motivos que os cuento, pero conseguí reducir los Reyes porque me parecía un despropósito tanto regalo y tanto gasto tan seguido y en una niña que aún no comprendía los motivos de tanta sorpresa y tanto alboroto día sí y día también. Este año, estoy intentado pelearme menos porque empiezo las Navidades agotada, pero ahora es cuando se hace más necesario controlar la situación. Nosotros no hemos comprado nada para su cumpleaños ni para Papá Noel y para Reyes un libro que cogí antes por otro motivo y una armónica porque desde que vamos a clases de musicoterapia intento de vez en cuando comprar algún instrumento para que ella practique en casa. Estas cosas las compré antes de su cumpleaños por tener un detalle pero hemos ido posponiendo dárselo porque no para de recibir regalos.
Y además de todo esto, regalos aparte, entramos en otra fase bien distinta, donde cobran importancia las creencias, las ideas, las historias que hay detrás de todo este consumo desde mi punto de vista desmedido que ya empiezan a tener relevancia y esto me genera más dudas que el tema de los regalos y el consumismo.
¿Qué hay detrás de la historia de Papá Noel y de los Reyes Magos?
Mi razonamiento surge al margen de los orígenes de ambas historias sobre los que yo no voy a entrar a valorar si son ciertos o no, me refiero a la historia que hay detrás de la adoración del niño por parte de los Reyes Magos y la historia de San Nicolás o Santa Claus, en otras culturas, esta última apenas la conozco, la verdad. Historias de personajes que traen regalos en Navidad hay muchas y afortunadamente no celebramos todas, por citar algunas están el Olentzero del País Vasco, el Caga tiò en Cataluña, en Holanda celebran San Esteban y curiosamente los regalos no vienen de Oriente sino de España, esta historia me llamó mucho la atención, si no es exactamente así me corregirá mi amiga Paulina cuando lo lea.
El caso es que si nos ponemos muy puristas, detrás de todas estas historias hay fantasía, magia, tradición y un montón de aspectos con connotaciones positivas junto a algunas mentiras y otros aspectos no tan positivos. Mentiras que consideramos razonables, mentiras “de las que merecen la pena”, pero mentiras al fin y al cabo. A mí no me supone un gran problema esto, eso que vaya por delante, me refiero a que no me importa que la niña piense que los Reyes Magos vienen por la noche y se comen las galletas y la leche que dejamos preparadas para ellos y sus camellos, de hecho me parece hasta entrañable. Pero a la vez me da pereza inventarme todos estos detalles, montarme esta película porque en el fondo, no dejo de pensar en si es necesario montar tanta parafernalia para justificar que le traigan un montón de regalos que no necesita. No sé si soy capaz de explicarlo. Cediendo un poco hasta puedo verle la parte romántica a que Papá Noel se cuele por una chimenea que nosotros no tenemos pero da igual, ella se lo tragará todo tal cual se lo contemos y ahí otra vez me duele la doble moral de que se la cuelen después con otras cosas tan fácilmente como con esto.
Por supuesto este debate que tengo conmigo misma, puedo tenerlo porque nuestra hija no está escolarizada, si no ya no habría dudas de ningún tipo, esto lo habría decidido su educador o educadora y si te parece bien, bien y si no, pues te aguantas o eres la rarita de la escuela. Y esto, tampoco me parece correcto.
Detrás de todas estas historias hay un consumismo voraz que no es necesario, que no genera nada positivo y que encima, desafortunadamente, no todas las familias pueden permitirse. Y además de las mentirijillas piadosas o mentiras “de las que merecen la pena”, hay otras terribles, como que los Reyes Magos te traen regalos si te has portado bien. En estos tiempos me parece cruel que se utilicen afirmaciones como esta. Va a haber muchos niños y niñas que no tendrán juguetes o regalos en estos días y es más que probable que hayan sido buenísimos. Y ya sabemos lo que ocurre después de Reyes en el colegio, rondita de rigor con la pregunta delante: ¿qué os trajeron los Reyes? Las comparaciones son odiosas, ya se sabe y en este caso, muy injustas.
Y el tema de “portarse bien” es muy subjetivo y ni siquiera en el caso de las familias que consideran que sus niños o sus niñas no se han portado bien suele haber coherencia, me refiero a que se porten como se porten, los regalos se relacionan más con las ganas y el poder adquisitivo de las familias que con la conducta de los niños y niñas, por todos estos motivos, el argumento de que los Reyes Magos traen cosas a los que se portan bien me parece poco coherente e injusto y por tanto, innecesario.
Y es que esto solo es el principio, el sábado nos encontramos con una familia que el domingo iba a ver el Museo del Ratoncito Pérez y a mí me sonó raro, ¿un museo? Puedo entender la casita, un parque de atracciones, un stand, pero un museo, no sé. ¿Qué tipo de cosas puede haber allí? ¿Cosas hechas con dientes de todos los niños y niñas del mundo? No se me ocurre. No niego que es posible que termine haciendo la visita de rigor, «nunca digas nunca jamás», pero así en frío, ¿no sería mejor ir al Museo de Historia Natural a ver dinosaurios? Esto al margen de que los dientes se los lleve o no el Ratoncito Pérez, que conste que a priori, tampoco estoy en desacuerdo con esta historia.
No sé si soy capaz de explicarme, una cosa es la tradición, las historias que inventamos con la idea de acercar la magia a los niños y las niñas y otra cosa es que se la acerquemos realmente, a veces lo único que hacemos es llenarles la cabeza de historias fantásticas que generan consumismo y que están llenas de marketing. Yo os pediría que tratéis de ser críticos y ver hasta donde hay magia y donde empieza el consumo sin sentido. Para entender esto está muy bien el anuncio de IKEA de estas navidades que la mayoría habréis visto pero por si acaso aún no lo has visto lo enlazo al final del post para que puedas verlo, en ese vídeo quedan claras algunas de las cosas que a mí me preocupan.
Este año, después de mucho pensar, lo tenemos claro, como Pequeñita no ha preguntado, no le damos muchas explicaciones, ella suele preguntar aquello que quiere saber, así que entiendo que estos temas aún no le preocupan demasiado. Ella recibe regalos todo el tiempo pero los motivos parece ser que no le preocupan mucho. Ya veremos el año que viene como lo enfocamos. Papá Noel ya pasó y en Reyes, esperaré a ver si la abuela decide ponerle zapatos limpios y vaso de leche con galletas o no, mientras observamos las reacciones de Pequeñita y vamos pensando qué contaremos cuando empiecen las preguntas.
¿Cómo enfocáis este tema en casa? Y en la escuela, ¿respetáis las creencias de las familias o es el centro quién decide cómo se enfoca? ¿Me contaréis vuestros puntos de vista para ver si me ayudan a resolver algunas de mis dudas? Os lo agradecería enormemente.
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Creo que se le da demasiada importancia a este tema. Todos los niños y niñas estarán igual que el vuestro tres o cuatro después como mucho. A mí me lo explicó (quién eran los Reyes Magos) un compañero de clase cuando tenía tres años y he seguido recibiendo con mucha ilusión mi regalo en Reyes todos estos años. Gracias por compartir vuestra experiencia, seguro que le viene bien a otras familias que están ahora con dudas. Un abrazo.
Hola, nosotros nunca hemos fomentado la creencia en Papá Noel ni los Reyes ni nada de eso. Acaba de cumplir 4 años y es su primer año de cole. Antes de Navidad le expliqué que en navidades nos reunimos con la gente que queremos y nos quiere, y nos hacemos regalos, que él tambien podia participar. Decidimos hacer targetas con una foto suya, y bombones de chocolate para los primos y demas familia.
En el cole, tuve una tutoria con su maestra (yo tb soy maestra de infantil, en 0-3), y le expliqué cómo lo haciamos en casa, no para que cambiara su forma de hacer, si no para que conociera la nuestra y pudiera entender en ese contexto algun comentario/ reacción de mi peque. La verdad es que me sorprendió gratamente y entendió nuestra postura, evidentemente han seguido con la obra de navidad y ha ido papa noel de visita al cole y todo el rollo, pero ha evitado el tema de portarse bien/mal y esas cosas.
Por cierto, si le preguntas a mi peque que le ha traido papa noel, dice que chuches, que es lo que les llevó a la fiesta del cole. El resto de regalos, sabe que son de su familia y amigos, y ningun trauma por ahora.
Es dificil hacerlo de esta manera porque vamos a contracorriente, en todas partes le preguntan si ha sido bueno y si ya ha hecho la carta, pero vamos toreandolo como podemos. Tampoco hemos querido decirle que es una mentira ni nada así para intentar que no «revele el secreto» a sus compis y amigos (aunque en nuestro circulo de amistades no somos los únicos que lo hacemos así). Igual que tú has comentado, cuando pregunte, responderemos con sinceridad, y mientras tanto, le dejaremos que él elija en que creer o no, intentando no influenciarlo mucho…
Gracias por contarnos la tradición italiana, no tenía ni idea, debe haber cientos de tradiciones de este tipo. No había leído la de Otanana, me gusta mucho. En mi caso no puedo luchar contra los abuelos, celebramos la Navidad en sus casas, no en la nuestra, aunque vivimos en Madrid ninguno de los dos somos de aquí. Me apunto lo de las estrellitas para hacerlo en otra ocasión. Seguro que iremos encontrando la manera de sobrellevar este tipo de cosas. Me da pánico el colegio, esa será otra cosa.
Hola, yo soy italiana y allí no tenemos Reyes, sino una vieja señora muy fea, la Befana, que vuela sobre los techos con una escoba y llena los calcetines que los niños dejan en la ventana con chuches o carbón (a lo de portarse bien o mal no se escapa en ningún país, parece). Los regalos solo son el día de Navidad, traídos por el Niño Jesús antes, y papà Noel ahora. Sobre cómo lo llevaremos el año que viene, ni idea… yo tampoco tengo recuerdos de habérmelo creído nunca, y aún así el día de Navidad siempre ha sido muy feliz. Además creo que me sentiría muy incómoda contando todos estos cuentos…me pareció muy interesante la solución que cuentan en «Otanana» : http://otanana.com/blog/la_noche_magica
Es muy difícil, a mi no paran de decirme que me relaje, pero es imposible. Cada uno se preocupa de las cosas que le parecen importantes y para mi todo esto lo es, pienso que estos primeros años son cruciales y voy a tratar de difundirlo hasta que me quede sin voz. Estoy así de tremendista porque 17 días en el pueblo marcan mucho.
He leído la otra entrada primero, ya veo que comentas en la parte de «portarse bien» en esta, a eso me refería sobretodo. Al mensaje que se les da del motivo de los regalos. Estoy de acuerdo.
Y leyendo el comentario de Almu sobre el tema de la religión, qué cosita me da. Hay que pensar en tantas cosas… es cierto que por mucho que se hable de que vivimos en un estado laico nos están metiendo a Dios hasta en la sopa.
Gracias por explicárnoslo Paulina, me pareció tan curiosa esta tradición, ¡qué miedo lo del saco! Esto no lo sabía. Y aplaudo lo de los valores, seguro que sería más útil para ellos en la vida. Un abrazo.
Hola guapa
En holanda se celebra el 5 de diciembre san Nicolás que es un santo que viene de España junto con sus ayudantes de color negro. Es su cumple y viene por la chimenea para dejar los regalos. Los niños queson malos van en un saco de vuelta a España. Este tema es bastante complicado me parece estoy de acuerdo que tanto regalos x los niños no es bueno que habria que fomentar mejores valores
Gracias Almu por compartir tu punto de vista que encima es doble, de mamá y de maestra. ¡Qué bueno que tengas ese planteamiento crítico con tus alumnos y alummas! ¡Ojalá encuentre una maestra así cuando me toque! Ese es otro tema que me preocupa muchísimo. Por lo que me cuentas, parece que puedo tener otro año de margen para decidir cómo enfocarlo, aunque es muy complicado ir a contracorriente. Un abrazo y gracias por trabajar de esa manera.
Genial este tema. Yo tengo esta reflexión continuamente y por partida doble soy madre y maestra de niños de 3-6 años, y soy el bicho raro porque comparto muchas de las ideas que expresas. Todo esto para mi tiene un doble sentido; por un lado el tema religioso que no comparto y claro me pregunto que yo si ser religiosa en ningún sentido ¿Cómo le meto a mi hija todo esto en la cabeza? ¿No es incoherente que no esté bautizada, que no irá a clases de religión cuando empiece el colegio, que no sabrá nada de esto y meterle los Reyes con esta connotación? Y por otro lado el
consumismo. y además está la mentira que hay detrás de todo ello, tengo unos amigos que aún siendo católicos les han contado a sus hijos que los Reyes son quienes son desde pequeños porque no querían mentirles, al principio me pareció exagerado pero ahora es algo que me planteo hacer yo. Pero claro como bien dices tú en mi casa se queda el día 6 para comer y celebrar esta fiesta y ¿cómo rompo yo esto? Es un tema muy peliagudo. mi hija va hacer 3 años y de momento no es consciente pero se que el próximo año tendré que tener esto claro.
Y como maestra ¿qué decirte? o llevas a tu hija a un colegio que sea más laico (cosa hasta difícil en los públicos donde la religión está instaurada dentro) o haces como yo, darle una visión crítica. Pero es cierto que en los coles se celebra todo hasta por gente que no es muy afín a este tema. yo lo que hago es darles una visión crítica a los niños/as que se planteen que no todo lo que decimos las maestras es cierto que ellos/as mismo tienen que observar, analizar e investigar y tener de su propio criterio, dentro de sus posibilidades ojo que son muy pequeños. Y yo como maestra puedo decir que casi siempre todos los niños/as tienen algún juguete en reyes (incluso los de otras religiones) y si alguno de mi clase no puede procuro dejarle algo a la familia algo porque claro luchar contra algo que está impuesto en todos los sentido es más difícil que asumirlo, que eso no significa que no se intente. perdón por ser tan extensa pero es un tema que da para mucho.
Ay, ojalá sepamos controlarlo y no se vuelvan caprichosas y poco agradecidas, nuestros padres y madres supieron gestionarlo espero que nosotras también seamos capaces. Un abrazo.
Ay qué tema tan complicado!!!Este año no me complico porque irene es muy pequeña pero comparto tu reflexión.Me quedo con el anuncio de Ikea y regalar tiempo de calidad.
No obstante en mi casa siempre vinieron los reyes y traían un regalo de lo que pedíamos y cosas necesarias,como decía mi madre.Nunca fue unido a portarse bien sino a la tradición y a la historia de los reyes dejando agua a los camellos y turrón.
Creo que en su justa medida puede ser un momento para trabajar incluso valores como dar juguetes que no usamos para otros niños.
Pero es muy fácil que se nos vaya la pinza y al final carguemos de regalos a los niños entre toda la familia y se pierda el norte.