Ahí va mi abrazo para tantas y tantas que además de ser mujeres son súpermamás.
Para las que se quedaron en casa para hacerse cargo de sus hijos e hijas y para las que compaginan sus horarios imposibles de trabajo con dedicar tiempo de calidad todos los días a sus hijos e hijas.
Para las que pasan noches y noches en vela y para las que tienen la suerte de que las y los suyos duermen toda la noche del tirón.
Para las que parieron en casa y para las que parieron en el hospital.
Para las del parto vaginal y para las de la cesárea.
Para las de la teta y para las del bibe.
Para las del Baby Led Weaning y para las de las papillas.
Para todas las madres que aún haciendo cosas muy diferentes hacen lo que consideran mejor para sus hijas e hijos.
Para todas las que se esfuerzan día a día por ser mejores personas porque saben que son modelos a imitar.
Para las que siempre buscan resolver las necesidades de sus pequeños y pequeñas de la mejor forma que saben.
Para las que se preocupan por tratar de ser felices porque saben que solo de esta manera es posible que sus pequeños y pequeñas sean también felices.
Para mi madre.
Para todas y cada una, va nuestro abrazo fuerte fuerte que tiene como misión durar 365 días, porque todos los días son el Día de la Madre.