Vacaciones de madre

madres cansadas maternidad conscienteHay veces que pienso que necesitaría cogerme unas vacaciones de madre. Que conste que lo digo yo que tendré que venir un par de días a Madrid desde el pueblo para hacer una cosa de mi casa y no pienso dejar a Pequeñita con sus abuelos a pesar de que sé que lo que tenemos que hacer será mucho más complicado, que iremos mucho más lentos, que lo que se podría hacer en un día lo haremos en tres.

Aún así hay veces que me siento superada. ¿A alguien no le pasa? Mi hija tiene tres años y medio, supongo que eso influye bastante. Antes era más fácil. Se echaba siesta, por ejemplo, así yo tenía ese ratito para mí, para hacer mis cosas, a veces era hacer un bizcocho para que ella merendase al despertar o planchar su ropa o preparar algún juego para ella, en cualquier caso era mi tiempo y mi elección, por tanto mi ocio enriquecedor. Ahora no duerme siesta y se duerme tardísimo haya madrugado o no, haya corrido todo el día o no, haya sido un día agotador o un día tranquilísimo. Da igual, se duerme muy tarde. Como diría una amiga mía: «pelea contra el sueño», ella piensa que todos los niños y las niñas lo hacen.

El caso es que yo soy un poco hiperactiva, siempre he pensado que de haber vivido mi infancia y adolescencia en esta época me habrían diagnosticado TDAH, es verdad que a mí me fue bien en los estudios pero os aseguro que di mucha guerra a mis profesores y profesoras, mucha mucha. Me habrían expulsado a mi casa, seguro, en alguna ocasión. Antes estas cosas se resolvían copiando un tema o «copiando veces» así llamábamos a lo que hace Bart Simpson al principio de los capítulos: «no molestaré a mis compañeros en clase», «no interrumpiré a la profesora en sus explicaciones», ese tipo de cosas. Si era poco grave copiabas veinticinco veces y si era gravísimo, cien veces y ya estaba resuelto. Como mucho, reunión con tus padres y listo.

Bueno, soy hiperactiva. Eso implica que tengo la necesidad de hacer muchas cosas distintas, manualidades, leer libros, escribir, decorar mi casa, coser… Y todos estos planes se van agolpando en mi cabeza. Lo que me pasaba antes de ser madre es que empezaba muchas cosas y algunas nunca las acababa. Ahora es mucho peor, no empiezo nada o casi nada para las ganas de hacer que tengo. La mayoría de las ideas se van quedando en proyectos sin hacer que me generan cierto estrés. Esto unido a que no quiero perderme ni un minuto de mi hija, que me cuesta mucho separarme de ella y que trato de estar con ella siempre que es posible, porque una no sabe cuándo va a llegar un momento trascendental en su vida, un grandísimo aprendizaje, una frase para el recuerdo… Si se queda con su padre, lo llevo mejor porque él me lo va retransmitiendo, si puede, en directo y si no, con detalles en diferido.

Aún así, hay días que me desespero. Sobre todo cuando hay plazos para hacer algo, un equipaje, una corrección del trabajo, la comida de ese día… Me paso todo el día de mi hija pensando en mis millones de planes esperando que ella se acueste pero ella se duerme tarde, muy tarde. Yo trabajo cuando ella duerme, así que poco puedo hacer durante el día y por la noche, las obligaciones mandan y no me queda tiempo para todos esos proyectos de ocio pendientes. Para el blog saco ratos porque es mi terapia, si no ya habría muerto en el intento. Ahora estoy pensando que si no fuera por el blog, ya estaría tan desesperada que la dejaría con sus abuelos, ja ja ja.

A ver si os suena familiar:

  • Hacer la compra con tus hijos, hija o el formato que sea: bajabas a por dos cosas pero todo se va complicando,madres cansadas, maternidad consciente se entretienen con cualquier objeto, empiezan a pedirte cosas que no necesitan y que casi siempre atentan contra su salud bucodental, quieren abrir las bolsas, beberse el agua que acabas de comprar. Una compra de dos cosas se convierte en cincuenta minutos mínimo y llegas a casa con una bolsa llena de cosas.  Creo que esto último pasa porque no te da tiempo a procesar bien la información.
  • Comprar ropa con tus hijas, hijo, etc.: se cansan, se quieren ir, si es un centro comercial quieren montarse en los cochecitos del pasillo… Tú no tienes mucho tiempo, sólo quieres encontrar una camiseta, nada más, ¿es tanto pedir? Pero te gustaría mirar en varias tiendas, encontrar algo que te guste, estás abandonada en exceso, las cejas, el pelo, las uñas… es verdad que es un desastre pero tenías la ilusión de encontrar una camiseta para este verano, ¿por qué es tan difícil?
  • Una gestión administrativa: llegas al registro, ellos o ella quieren escribir también en algún lado, pregunta continua: ¿cuándo nos toca? Al ratito, ¿cuándo nos toca? Se aburren, se cansan, «mamá, vámonos». Si esto se suma con la típica escena de ir de ventanilla en ventanilla hasta que encuentras el lugar donde harán tu gestión pendiente, apaga y vámonos. No sólo tienes que encontrar la ventanilla, poner buena cara al funcionario para que te ayude, mantener el tipo para evitar una rabieta y montar allí el número del siglo, que no se haga muy tarde y tenga hambre porque esta vez no trajiste nada y basta que no traigas nada para que tenga hambre…

Podría seguir con múltiples ejemplos. Lo más difícil para mí es compaginar todo esto con la frase que mi hija pronuncia todo el día, muchas veces: «hazme una historia». Me he visto conduciendo hacia un lugar no conocido, mirando las indicaciones del GPS, pensando en lo que tenía que comprar, angustiada porque era tarde y no llegábamos e inventándome y contando una «historia de osos y conejos por la noche con luces«.

Alguien que no tenga hijos o hijas no puede entender lo que supone esto. Hay que vivirlo para poder comprenderlo y creo que ni siquiera cuando lo vives llegas a entenderlo de veras. Esto puede vivirse un fin de semana, una semana o quince días y aunque sea agotador, te queda un poso divertido, ha podido ser una aventura que es como lo viven muchos tíos o tías, algunos abuelas y abuelos (aunque cada vez es más habitual que estos ejerzan de segundos padres y madres), te quedas con los millones de anécdotas divertidas, los momentos tiernos, la ilusión en sus caras… Con todo esto te quedas si eres la madre o el padre de la criatura, pero también con las rabietas, los noes continuos, la comida que preparaste toda la mañana y no quieren comerse, las peleas por ver dibujos o comer dulces… y no hay opción de vacaciones, es para siempre.

madres cansadas, maternidad conscienteInsisto en que a pesar de comentar todo esto porque este es un momento de estos en que necesito el desahogo, no quiero separarme de mi hija, no quiero perderme nada de su infancia, quiero poder entenderlo todo. La mayoría de los niños y las niñas, pasan muchas horas alejados de sus familias, el colegio, las extraescolares, etc. Con eso me parece más que suficiente. En nuestro caso esto ha sido por primera vez este último curso y solamente por tres horas y media. Creo que en condiciones normales, se debería aprovechar el resto del tiempo para vivirlo con la máxima intensidad y disfrutar de momentos que no vuelven, al margen de lo cansado que estemos, nadie dijo que esto fuera fácil.

Comprendo perfectamente cualquiera de los puntos de vista porque hay situaciones realmente complicadas y etapas duras durísimas y no todo el mundo tiene la misma fortaleza, paciencia, entereza… en determinados momentos. Quien no se haya equivocado, que tire la primera piedra. Yo tengo este desahogo que es el blog y las «tribus» a las que pertenezco que son ideales en momentos de crisis para pedir auxilio. No sé cómo pueden hacerlo familias que no tienen nada de esto y tienen dos o tres hijos e hijas. Mi más sincera enhorabuena, os aplaudo.

Creo que unas vacaciones de madre me vendrían muy bien, aunque por el momento no voy a cogerlas, sigo de servicio.

¿Sientes que necesitas vacaciones de madre? ¿Hay momentos en que te sientes desbordada y/o las circunstancias te sobrepasan? ¿Quieres compartirlo? Será un placer leerte, te animo a que lo escribas, aquí o en otro lado, es totalmente terapéutico. Si lo haces por aquí, además aportarás a otras familias.

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10 comentarios en “Vacaciones de madre

  1. Hola! Me siento muy identificada con tus palabras..tengo dos niñas de 3 años y medio ( dejo siesta y la teta ella solita a los dos añitos ) y 7 meses y aunq a veces me encantaria esas «vacaciones» el no querer separarme por no perderme cosillas me supera y a veces lo necesitaria porq la mayor parte del dia estoy sola con ellas.. yo tampoco quería tirar de tele pero después de comer no puedo mas y algunos dibus ve, por la mañana nos entretememos eso si me ayuda o juega, a veces ya solita porq entiende q yo tengo q hacer, pero a rajatabla sigo ni tablet ni movil…en septiembre empieza cole y me encantaria seguir viendola por un agujerito y no perdee nada..en el parque si mme deja la peque la observo como se relaciona y demas y me encanta..» los días son largos los años cortos» 🙂

  2. Si es que las cosas se van colocando poco a poco. Unas cosas van dando paso a otras. No siempre nos pilla igual. Este verano, ha sido el primero que la he dejado y me he ido algún día a tomar algo después de cenar en el pueblo. Ella se queda encantada y los abuelos más. Hasta ahora era impensable.

  3. Yo tengo dos , de dos y cuatro años, y trabajo fuera de casa hasta las 3, y las tardes las dedico a ellas. Tengo ayuda en casa, pero con ellas paso las tardes yo hasta que se acuestan. Muchas personas me comentan que, teniendo ayuda, por qué no tiro de ella si estoy cansada, y que se lleve a las niñas al parque y yo descanso en casa. Pero es que no entienden que yo no quiero eso, que por muy cansada que esté, estar con ellas es lo que más me importa, y me compensa a pesar del cansancio.

    También me cuesta mucho dejarlas, a pesar de que con los abuelos están genial, las hemos dejado solo por «necesidad» de algún viaje o acontecimiento que no podia ser con niños. Pero la verdad que superado el momento de irse, se disfruta mucho, y la cosa es que ellas lo disfrutan mucho también. La peque tiene dos años y todavía le cuesta, pero la mayor ya se lo pasa como una enana con los abuelos, y los abuelos ni te cuento, así es que a partir de ahora lo haremos más, porque también nos gusta que los abuelos las disfruten en exclusiva y se quieran como yo quiero y quise a mis abuelos.

    De todos modos, con la mayor, desde los tres años más o menos, noto una diferencia brutal. Juega muchísimo, se entretiene muchísimo sola y con su hermana, se adapta a ir a cualquier sitio con tal de que charles con ella o le lleves papel y lápices, quiere ayudar y colaborar en todo. Eso lo pone todo mucho más fácil. A pesar de que ya no duerme siesta tampoco, puede estar estretenida con sus libros, juguetes o lo que sea el rato necesario para poder hacer cosas, o simplemente leer sin más a su lado mientras juega! Y al ser dos, se lo pasan bomba juntas y eso es un respiro enorme. Verás como en nada de tiempo ves que te deja algo de margen, aunque estés en casa con ella o a su lado.

  4. Gracias a ti por acompañarme y compartir esto conmigo. Sobre el tema de las historias estoy en proceso de reflexión, pronto escribiré sobre esto. Creo que tenemos que ir derivando la frase: «cuéntame una historia» a «hagamos una historia juntas» y después a que ellos/as hagan sus propias historias porque con eso fomentamos el desarrollo de su razonamiento. Un abrazo fuerte y gracias de nuevo.

  5. Se nota que va pasando el tiempo, con las y los primeros hijos todo es más intenso pero a medida que va pasando el tiempo, madres y padres vamos teniendo necesidades que hay que cubrir también por el bien de toda la familia. Entiendo que en tu caso con dos y más mayorcitos ya estás en otro punto al que yo voy llegando poco a poco. Un abrazo fuerte y a seguir disfrutando de las vacaciones en todos sus formatos.

  6. Hola! Hacia mucho q aunq leo tu blog cd m voy encontrando con tus enlaces compartidos por mamis en distintos grupos no escribia por lo q dices…xq empiezas mil cosas y terminas pocas…pero ahora d vacaciones q ya estan fritos un poco d terapia es leer tu blog y otras pags;)
    Pues he d reconocer para bien y para mal q si q he probado esas vacaciones d madre jeje, es verdad q como bieb dices t pierdes cosas pero ganas otras q nunca t imaginabas…cd he hecho algun curso fuera d madrid, alguna boda d amigos fuera…son circunstancias q no quieres perderte y en mi caso tanto con unos abuelos como con.los otros se quedan contentos y aunq los echo d menos aparte d la actividad en si q he podido disfrutar he estado mejor d lo q pensaba xq sin mi hay cosas q hacen mejor q si yo estoy…a ver si m explico jeje cd yo estoy les suelo leer un cuento y dormir, a veces minmarido pero suelen querer q sea yo…pero cd no estoy saben q su mama ni esta y ni pian!!! Se adaptan y disfrutan d sus abuelas q.si yo estuviera cerca estarian cegados…y tienen la oportunidad d oir sus historias q cd lueg m.las cuentan m.parto jeje.este año dividimos las vacaciones un.poco para q ellos casi no tuvieran q estar en madrid y mi marido se fue 15dias alnpueblo con ellos y yo fui esos dos findes d jueves a lunes para fueran lo menos dias posibles…y he d reconocer q han sido mis vacaciones jeje ttabajando en madrid, terminando mil cosaa pendientss del trabajo, del.curso, d casa…y llegando al pueblo con ganas locas d verles, jugar…ellos tan pichis hasta q llegaba q se ponian en modo lapa y ya no m soltaban…lueg n agosto al reves, yo a la playa unos dias mientras mi.marido se quedaba trabajando y ver como llega un dia q preguntan x su padre, le echan d menos, le hacen dibujos, le explicas xq no esta, para q ellos puedan tener mas vacaciones y no tengan q ir a un campamento q no han elegido, q ya elegiran cd quieran cd sean algi mas mayores…tb puede ser enriquecedor si tienes esa red d apoyo d abuelos/familia en la q todos disfrutamos, nos ayudamos…y ellos saben q vuelves y q si lo haces es x ellos o x la.familia, bueno y en el caso d las bodas xq tu tb tienes amigos y quieres estar.con tus amigos en.momentos especiales..vaya rollo t he soltado jeje claro q a vecea hay una punzada d culpa pero mas la he tenido dias q estoy agotada d estar con ellos y no tener ese ratin para mi y contestarles mal…cada familia va encontrando su equilibrio;)

  7. No te imaginas cuán identificada me siento con tu entrada. Por tus sensaciones, tu «hiperactividad» sin diagnosticar (yo siempre he pensado que a mí me pasa lo mismo), el no querer perderte nada… Tengo una hija de 3 años y medio, y no nuestro caso, sin ayuda de abuelos ni familiares, se hace en ocasiones muy, muy cuesta arriba… Sobre todo con el handicap añadido, por decisión propia, de no utilizar la televisión o tablet para entretenerla, por lo que esas «historias» que comentas que te pide tu hija en el caso de la mía son constantes durante las 13-14 horas que está despierta: «mamá, cuéntame una historia»… 🙈

    Es tranquilizador saber que alguien también siente lo mismo y aunque sean breves (a veces querríamos solo alguna hora o incluso algunos minutos) necesitamos unas vacaciones de mamá.

    Aprovecho para darte las gracias por tu entrada y mil gracias por tu blog. Para ti escribirlas son un desahogo, para mí leerlas una pequeña desconexión del día a día.

    Un abrazo enérgico.

  8. Pues claro que sí Mar, yo tampoco quiero vacaciones de madre, son de esas cosas que piensas por un momento pero enseguida te das cuenta de que no compensan. Creo que es fundamental poder desahogar determinadas cosas para poder «renovarse» como tú dices y seguir adelante teniendo siempre cosas positivas que aportar a las y los pequeños. Un abrazo fuerte.

  9. Como te entiendo..quieres todo al 100% verles, sentirles, reírte, emocionarte a cada rato con ellos..pero tb hay momentos duros, las rabietas y las públicas.. En donde respiras le abrazas pero te falta el aire, das tregua y vuelves renovarte. Q extraño sería coger vacaciones de Mami. Le echaría tanto de menos. Yo me lleno de micromentos;)

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