Hoy quiero hablaros de esa idea que circula por ahí de volver a ser tú, la mujer que eras antes, una vez que te conviertes en madre. Quiero pensar que casi siempre esa idea parte de alguien que no pasó por esta experiencia o por alguien que se ha desconectado de su propio ser y funciona con las premisas que la sociedad nos va dictando. Alguien que haya asumido ese ideario de la maternidad basada en imágenes de madres divinas, relajadas y guapísimas vestidas en tonos pastel, con melenas perfectamente peinadas y maquillajes que las hacen estar perfectas desde esa sencillez totalmente artificial que quieren vendernos desde los medios y las redes. O esa idea de que los niños y las niñas se crían solos o la de que se pueden cubrir las necesidades de un bebé cuidados por una sola persona y siete compañeros de aula. Esta última idea da para una serie de post, así que ahí lo dejo.
Supongo que estaremos de acuerdo en que aunque en esencia solemos ser la misma persona toda la vida (no siempre, pero sí en la mayoría de los casos) las personas vamos evolucionando a la par que escribimos nuestra historia vital, a medida que nos van ocurriendo sucesos vitales, nos vamos convirtiendo en quienes somos. Por eso aunque en esencia hay algo que siempre nos acompaña, nuestros valores, nuestras ideas principales, aquello que nos sostiene y da sentido a nuestra vida, se va creando a medida que vivimos. Una decepción importante, una ruptura sentimental, una enfermedad grave, la pérdida de un ser querido o que nos toque la lotería, que parece que todos los ejemplos que pongo son negativos, hace que cambiemos de alguna manera, evolucionemos y difícilmente se puede volver atrás. ¿Me compráis este argumento?
Entonces, ¿cómo puede alguien pensar que el hecho de tener un bebé dentro de ti, mientras todos tus órganos se reorganizan por el cuerpo, un parto con lo que supone un parto, el hecho de tener un ser totalmente vulnerable en tus manos y saber que depende de ti, esto último aun cuando no lo hayas parido, tener que reorganizar tu vida, tu tiempo, tu casa… no va a afectarte de manera profunda y va a hacer que de alguna manera no seas ya la que eras antes? Teniendo en cuenta que esto no es un hecho aislado que pasa y ya está, si no que nos acompañará, con suerte, toda la vida, pensar que se pueda volver atrás me parece ingenuo.
Y vuelvo a repetir, que entiendo que en esencia serás la misma, pero en la parte práctica, en el día a día… serás tú y tu maternidad. Y es verdad que esto de la maternidad afectando a todas tus células y facetas vitales dura solo unos años, ya entendemos que no es lo mismo tener un bebé que tener un hijo o hija de veinte años.
Pero pensad, ¿cuándo se nos pide a las mujeres que volvamos a la normalidad? Suele ser cuando nuestros hijos e hijas aún son muy pequeños. Y me temo que en la maternidad como en las pandemias las vueltas a la normalidad llevan implícitas siempre muchos cambios. Vamos, que nada vuelve a ser como antes después de un hecho importante en nuestras vidas y este puede ser positivo o negativo.
Una cosa es lo que la sociedad nos quiere imponer y otra es la realidad, nuestras necesidades humanas y si queréis mamíferas porque no podemos olvidar lo que somos. Esta sociedad que nos exige muchas veces más de lo que podemos dar, como madres, como parejas, como trabajadoras y muchas veces todo a la vez.
Desde que nació Pequeñita he compartido con ella mis viajes, mi tiempo de ocio, mis vacaciones… en ese tiempo me he encontrado mujeres que habían dejado a sus bebés a cargo de otra persona para irse de fin de semana romántico y siempre era la misma historia, cuando me veían aparecer por allí con mi mochila o el carro de bebé, los ojos vidriosos, la culpa en el cuerpo, la angustia del “¿y yo, por qué dejé allí a mi bebé?” Difícilmente se puede disfrutar de un fin de semana de ocio si estás continuamente echando de menos y sintiendo que no lo has hecho bien.
¿Qué hay mamás que pueden irse de fin de semana dejando a sus bebés y disfrutar de lo lindo? Pues perfecto, ole por ellas. Aunque estoy segura de que cuando éstas se van de fin de semana, se va la mujer y la madre por mucho que se desconecte si falta le hace. Pero también las hay a las que no les compensa en absoluto y hoy quiero normalizar esta situación. El hecho de que una mamá quiera estar con su bebé es lo natural, está necesidad será mayor cuánto más pequeño sea el niño o la niña. Es algo que dura muy poco, recordemos que en unos años, nuestros hijos e hijas es posible que quieran que les dejemos solos y esto será más bien pronto, así que yo soy partidaria de disfrutar cada momento y en mi caso, lo que necesito y siento que necesitan mis hijas es pasar su tiempo de ocio en familia.
Sea como sea, con los niños y niñas siempre cerca o con escapadas de vez en cuando para recargar pilas, es difícil que una desconecte de una experiencia tan intensa como es la maternidad, es difícil que cuando viajan no vaya la madre en la que se ha convertido con la mujer que ya era antes y de ahí sale una persona nueva, alguien que sigue escribiendo su historia de vida y llenándola de momentos.
¿Qué opinas tú sobre este tema? ¿Has vuelto a ser la de antes? ¿Conoces alguien que lo haya hecho? ¿Te sientes madre y ya nada puede ser como antes? Si te apetece puedes compartir tu experiencia, será un placer leerte en los comentarios.
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Hola Angy:
¡Qué interesante tu proyecto! La verdad es que no sé bien cómo podría ayudarte. Creo que las madres nunca volvemos a ser las mismas. Pero creo que si trabajamos, cuando volvemos a nuestro trabajo, recuperamos parte de lo que éramos, aunque nunca será igual. Las prioridades cambian y creo que es una cuestión de puro instinto. Si las madres no tuviéramos esos mecanismos de protección a nuestros hijos e hijas de por vida, posiblemente nos habríamos extinguido, forma parte de nuestra naturaleza humana. En cualquier caso, creo que la vuelta al trabajo es muy dura (para la mayoría, también hay madres que están deseando porque la maternidad las desborda y es totalmente comprensible que necesiten tener unas horas en las que poder dedicarse a otras cosas aparte de la crianza) pero superada la primera fase y cuando tenemos la seguridad de que nuestros pequeños y pequeñas están bien, poder disponer de todo tu cuerpo y tu tiempo para hacer «lo que quieras», lo pongo entre comillas porque es el trabajo y se hace lo que se puede, pero esos tiempos nos permiten volver a ser una parte de quiénes éramos, aunque nuestra mente y nuestras preocupaciones quedarán condicionadas de por vida y como te decía, creo que es algo natural y necesario para que la especie humana siga adelante. No sé si te ayudo mucho, pero ahí dejo mi opinión. De todas formas, cada madre vive esto de una manera, así que preguntar a muchas madres te dará una perspectiva más completa del tema. Un abrazo.
Hola llego muy tarde pero acabo de ser mama y mi títi tiene apenas 6 meses, el caso es que me siento que no soy la misma en ninguno de los aspectos, gracias a eso estoy haciendo un proyecto de investigación para la creación de una app para ayudar a las madres volver a ser ellas, con recursos y ayudas. Parte del proyecto es recopilar comentarios de casos reales, podrías compartiremos de manera anonima o al menos contarme tu experiencia de cuando fue que sentiste que volviste (un poco) a ser tu, cuanto tiempo tardaste y que te gustaría que la app tuviera como sección fundamental. espero de verdad tu respuesta con ansias.
Soy estudiante de diseño UX/UI.