No me había planteado que decir esta frase pudiera generar algún problema. Al revés, recuerdo cuando Pequeñita no caminaba y sus amigas sí, que se caían y sus madres decían: «no ha sido nada». Me parecía normal y hasta me sirvió para dar menos importancia a las caídas de mi hija. Su padre y yo llegamos a pensar que estaba tardando en soltarse porque le dábamos demasiada importancia cuando se caía. ¿Quién sabe? Uno se plantea todo tipo de cosas cuando las cosas no surgen como la sociedad espera, así somos los humanos.
Pero meses después, cuando ella ya hablaba más claramente como para decir esa frase alto y claro, me di cuenta de lo delicado del tema. De repente un día, mi hija me pisaba (sin querer) haciéndome ver las estrellas y la consecuencia, era que me miraba diciéndome «no pasa nada mamá» y seguía jugando. Después de dos o tres veces en que me hizo daño y me soltó la dichosa frase, me di cuenta de que decirles eso a los niños y las niñas no es lo más apropiado. También me pasó alguna vez después de chocarme descalza con el pico de una puerta o alguna otra cosa de las que duelen mucho. Mientras me quejaba con un dolor horroroso, mi hija me decía, «no pasa nada, mamá» o «no ha sido nada».
A mí me molestaba profundamente que después de meterme el dedo en el ojo, pisarme el dedo meñique del pie o arañarme de manera importante con un juguete (ya digo que siempre sin querer), me soltara aquello de «no ha sido nada». ¡Claro que había sido! Cuando le haces daño a alguien hay que preocuparse por si está bien, acompañarle y si es necesario ayudarle de la manera que sea. ¿O no? Así lo entiendo yo. Pero como van a llegar a esa conclusión si se magullan las rodillas, se dan golpes en la cabeza, se abren brechas, se queman… y siempre les soltamos el «no ha sido nada». Pero, ¿cómo no va a ser nada cuando tu hijo o tu hija se ha hecho un herida en la rodilla y estás quitando piedrecitas de la herida llenas de sangre?
De verdad, no hay ninguna necesidad de quitarle importancia a algo que la tiene. Tampoco creo que haya que darle más importancia que la que tiene, eso vaya por delante. No vamos a hacer un drama cada vez que se hagan una pequeña magulladura, nuestra vida sería un puro teatro. Basta con no soltar la frase y acompañar al niño o a la niña. Podríamos decir, por ejemplo: «¿Estás bien? Vaya te has hecho una herida muy pequeñita, vamos a limpiarla».
Añado, si no se está desangrando pero está llorando a moco tendido, mejor abrazar mientras se calma. Ya limpiaremos después, ya recogeremos las cosas o le cambiaremos de ropa si se ha roto o lo que sea. Cuando uno se hace daño y más si tiene pocos años lo que necesita es que alguien de confianza le dé un buen abrazo, habrá excepciones, siempre las hay pero, me atrevo a decir que en la mayoría de los casos, no hace falta decir nada, con abrazar sin hablar le estamos diciendo mucho: te has hecho daño, estoy contigo, te acompaño, lo que te pasa es importante… En pocos segundos nuestros niños y niñas se relajan y ya podemos hacer todo lo que sea necesario.
Este post se lo voy a enviar a un amigo mío y supongo que se sonreirá cuando lo lea. ¿Qué soy una exagerada? ¿Qué soy una pesada? ¿Qué no hay que darle tanta importancia a cosas que no la tienen? Es posible. Pero si a mí me molestaba tanto que me dijera que no había pasado nada, no sé por qué no le va a dar rabia también a las personas pequeñas. Además en este caso están sentando bases que les servirán para interpretar sus experiencias después, es más delicado de lo que parece. Que normalicen que cuando se hace daño a alguien, se dice la dichosa frase y ya está, a otra cosa, me parece algo para plantearse.
Imaginad por un momento que os caéis en la calle y mientras estáis en el suelo doloridas, un adolescente que pasa por allí dice «si no ha sido nada» y sigue su camino. En la misma situación, otro adolescente que pasa por allí, se para, nos pregunta qué tal estamos y si nos puede ayudar. ¿Quién de los dos creéis que tendrá más apoyo social, se relacionará mejor, tendrá más éxito interpersonal? ¿El primero o el segundo? Pues valorad qué tipo de mensajes transmitís a las y los más pequeños porque todo tiene sus consecuencias.
¿Qué cosas se pueden hacer cuándo se hacen daño?
- Si no es muy importante, pues no hacer nada, pero se puede evitar la frasecita. O simplemente preguntar «¿estás bien?».
- Si está llorando pero no parece gravísimo como para salir pitando al hospital, consolarlo hasta que se le pase y para mí esto se resume en abrazar en la mayoría de los casos. Un buen abrazo cura muchos males, consuela divinamente, transmite que es importante, que no está solo o sola, que es una persona querida, etc. Abracemos más, por favor.
- Preguntar cuando esté más tranquilo: «¿estás mejor?», «¿te duele algo?», «¿ya estás bien?», cualquier frase que os gustaría que os dijeran a vosotras en una situación parecida, no es más que eso.
- Si la lesión es tan grave como para salir pitando al hospital, os dejo este post que escribí hace tiempo que puede que os dé alguna idea. En resumen, anticipad a vuestros hijos e hijas todo lo que sepáis que va a pasar allí con normalidad para que sea más llevadero para el niño o la niña.
- Y por favor, si tenéis un susto importante en el cuerpo porque pensáis que lo que ha pasado es importante, no le quitéis importancia, no digáis que no pasa nada, porque estaréis mintiendo a vuestros hijos e hijas y eso no está bien, ¿a qué no? No se trata de transmitir que estáis asustados, ese miedo es vuestro ni de ser demasiado sinceros o sinceras a una persona que no tiene edad para gestionarlo, se trata de no mentir, nada más, acompañamos, tranquilizamos («en el hospital nos dirán como curarlo, en un rato todo estará mejor»…) y ya está.
Como siempre, espero que esta reflexión os pueda aportar algo, a veces no paramos a pensar en los pequeños detalles porque tenemos miles de cosas en la cabeza y no damos más de sí, es comprensible, pero los detalles también cuentan, muchas veces son más importantes de lo que parecen.
Si quieres leer más sobre frases manidas que decimos a las y los más pequeños con consecuencias cuanto menos dudosas, te dejo otro post: Tengo pupa, ¿me das un besito para que se cure?
Me encanta lo del repaso, si es que nuestros peques son lo más valioso que tenemos, ¡cómo no vamos a preocuparnos y tratar de que estén siempre «enteros y enteras». ¡Ánimo en esta lucha diaria!
Claro, si yo tengo esa lucha con mi familia también… Cada vez que el peque (17 meses) se hace daño por alguna caída, mi marido, mi madre, etc, lo primero que le dicen es lo de «no ha sido nada» y también le chistan en plan «shhh shhh venga yaaaa».
Leñes, que encima que uno se cae y se hace daño le mandan callar. Y más cuando llorando es el único modo que tiene de comunicar que se ha hecho daño o está asustado.
Yo lo que hago es abrazarlo y disimuladamente le voy haciendo un repaso de los dientes, los ojos, los huesos, la cabeza… a ver si está todo correcto.
¿Querrías enlazarlo aquí o decirme como se titula para que yo lo haga? Un abrazo.
Totalmente de acuerdo. De hecho, tengo un post en el blog donde trata precisamente este tema. Un saludo
De eso se trata, de ir aprendiendo sobre la marcha, hay muchas cosas en las que no reparamos y de repente alguien te lo dice y piensas: «¡claro, es tan obvio!», yo aprendo cada día de escuchar a otras familias y profesionales y lo que nos queda. Gracias por compartir tu experiencia, un abrazo.
yo le digo no pasa nada cuando hace algo que me pide perdôn (tipo tira algo y no es grave) le digo que lo limpie y listo. pero cuando se cae o se hace danyo no se me ocurrirîa decirle no pasa nada! al contrario, como dices tû, le pregunto a ver si està bien, si llora mucho la consuelo en brazos y miramos si tiene alguna pupa cuando se calma.
hay veces que hacemos las cosas mal por desconocimiento, pero ‘no pasa nada’ 🙂 siempre podemos corregirnos a tiempo!!!
Sobre besos en las heridas tengo otro artículo, quise enlazarlo pero no tuve un minuto para hacerlo desde que lo pensé.http://lamamadepequenita.com/tengo-pupa-me-das-un-besito/ Un abrazo fuerte, gracias por compartir un trocito de vuestra vida.
Totalmente de acuerdo con tu artículo!!
Me ha tocado muchas veces escuchar esa frase…y a veces ni eso…hay padres que pasan completamente y sinó les pegan una bronca más encima..que horror…
Yo tal vez soy de las demasiado protectoras ante los ojos de los demás…pero ahora veo los resultados de mi dulzura ante las caídas o golpes de mi hija.
Si por cualquier motivo yo me hago daño ella enseguida me da un besito donde me duele y me dice que ya pasará….con decirte que hoy me quizo besar el pie en el autobus porque me hice daño:)
¡Qué difícil es lograr que respeten nuestra forma de criar y educar! Un abrazo fuerte guapa.
Pues que bueno que este mensaje llegue a personas que trabajan con niños y niñas, genial, muchas gracias.
Voy a compartirlo con mis compañeras del cole porque siempre hay mucha costumbre de soltar esa frase cuando algún niño/a se cae en el patio. Todo el mundo lo dice con buena intención pero efectivamente hay que darse cuenta de lo que conlleva. Cuando somos adultos se nos pide que expresemos nuestro dolor, que no reprimamos nuestros sentimientos y sin embargo de pequeños recibimos el mensaje de que sentir dolor no tiene importancia! Como siempre les volvemos locos a los pobres..
Muchas veces tras la caída no hay ni una herida… Solo susto por la caída o Frustración por no haber logrado lo que intentaba… Incluso en esos casos… (o más bien, sobre todo en esos casos) el apoyo es muy importante… Claro que pasa!
Odio que le digan eso a mis hijos… Grrrrr
Tranquilizar, va a ser un segundo, después estará limpio y se curará mejor… La historia es no mentir.
A ti por leerlo.
Me encanta. Gracias.
Pues si, esos detalles hacen mucho, yo también he escuchado varias veces al curarlos por una caída, que se les dice “te curo, que no duele, no es nada” y al curar la herida evidentemente les escuece o les duele. Yo pienso que es más acertado afirmar mientras les curas que duele un poquito pero que están siendo muy valientes.