¿Cuántas familias se han sentido agobiadas en mayor o menor medida por aquello de «con pañal no se puede ir al colegio»? Este tema me indigna bastante. Uno de los principales motivos por los que no se respeta el control de esfínteres de algunos niños y niñas es porque no pueden ir al colegio con pañal. Con esta norma común en el 90% o más de los coles, nos cargamos de un plumazo el respeto a un proceso madurativo que tiene lugar en momentos diferentes en función del niño y la niña. Si quieres saber más de esto, te lo cuento en Lo que todas las personas deberían saber del control de esfinteres.
En Madrid, como aquello de llamar a las familias era misión imposible porque no llegaban nunca por las distancias y los atascos, se buscó una solución común a muchos centros. Vaya por delante que no me parece ni medio normal la primera y que el post habla de la segunda.
A mí que no he llevado a Pequeñita a Escuela Infantil, no me gusta nada la idea de que le cambie la ropa o un pañal una monitora de comedor que suelen ser quien lo hace en muchos colegios de la Comunidad de Madrid. Lo digo con todos los respetos a las monitoras de comedor. Explico dos motivos fundamentales por los que digo esto (en negrita y subrayado, dos requisitos básicos para mí que debería tener una persona para cambiarle el pañal a mi hija en el colegio):
- Una monitora de comedor puede tener o no (la segunda opción es más habitual) algún tipo de formación en Educación Infantil, puede saber o no la importancia que tiene un cambio de pañales o de ropa en estos momentos, el cambio de pañal y la alimentación tienen un papel fundamental en el desarrollo de los niños y las niñas, si quieres leer más aquí puedes. No olvidéis que la distancia en la que se realiza esto es de carácter íntima, se expone su cuerpo, sus genitales y como se haga esto es fundamental para el desarrollo de la sexualidad, en particular y de la personalidad, en general.
- Puede ser o no una persona de referencia para nuestros hijos o hijas, pueden conocerla, tener confianza con ella o ser una completa desconocida.
Algunas, personas que me leéis, estaréis estupefactas leyendo algunas de las cosas que estoy escribiendo hoy, lo siento pero aunque no le demos la importancia que tiene a esto, la tiene. Y os pediría que os volvieráis a poner en situación, me hago pis encima y una persona desconocida sin formación me tiene que cambiar la ropa o ponerme un pañal. Como adultas puede ser duro pero, como niño o niña de 2, 3 ó 4 años, con miedo a los desconocidos, un miedo que considero inteligente y que puede salvar a nuestros hijos e hijas de no ser víctimas de muchas cosas terribles, ¿creéis que será más fácil?
¿A alguien se le ha ocurrido pensar en lo que supone que a un niño o niña de estas edades asimile que es normal que una persona desconocida le quite la ropa y le toque en lugares tan íntimos? Yo creo que nuestras obligaciones laborales nos han nublado el juicio. Nada tiene que ver que lo haga su educadora o su maestra, son personas de referencia, figuras de apego importantísimas, pero, ¿una monitora de comedor a la que el niño o la niña no ha visto en su vida o que ve de lejos porque atiende la mesa del otro lado del comedor? Incluso aunque esta persona fuera un encanto, una persona con facilidad para tratar con los niños y las niñas, cercana, afable y respetuosa, sería un shock. Ahora si encima es una persona que hace el cambio de ropa sin tener en cuenta cómo se está sintiendo el niño o la niña provocando que este o esta tenga miedo o directamente no quiera que lo cambien y la otra persona fuerce de alguna manera la situación para cumplir con su trabajo…
No puedo concebir que este tipo de cosas pasen, pero ocurren día a día en la Escuela Infantil y en los colegios. Y es sencillamente terrible, por mucho que queramos quitarle importancia porque nuestra conciliación laboral y familiar es un asco y no nos queda más remedio que hacerlo así. En las escuelas hay personas que dan miedo a los niños o que sencillamente les caen mal por el motivo que sean y no quieren que les cambien el pañal (a mí me pasaría lo mismo) pero da igual, se les cambia y punto. Todo esto genera aprendizajes en nuestros niños y niñas, todo lo que les ocurre en esta época lo genera: la importancia de su cuerpo, sus procesos de desarrollo de la identidad, el desarrollo socioafectivo, su desarrollo afectivo-sexual, lo que está bien, lo que está mal, donde están los límites cuando tocamos el cuerpo de otra persona y un largo etcétera.
¿Cuál es el verdadero motivo de que no puedan llevar pañales?
Si el colegio está planteado para niños que ya controlan esfínteres, que es lo que parece a tenor de esta norma, nos encontramos con que en algunos casos no están dirigidos a niños que se presuponen en edad escolar según la normativa. Porque hay niños y niñas que no han madurado sus esfínteres cuando empiezan su primer año de cole. Esto puede ocurrir muy fácilmente cuando hablamos de los que nacieron al final del año, he dicho tantas veces por ahí que mi niña es de diciembre que ella lo usa de presentación: «yo soy de diciembre», pobre. Pero no necesariamente son estos los perjudicados siempre, hay niños nacidos en otros momentos del año que no maduran sus esfínteres hasta los cuatro años y sufren esta situación igualmente. De esta manera yo llego a la conclusión de que los colegios no están pensados para niños de las edades que acogen.
En mi época íbamos a la escuela con un año más, eso facilitaba bastante las cosas en este tema, aún así, había niños y niñas que aún no estaban preparados. Cuando se amplió la Educación Infantil, se hizo pensando en la conciliación familiar y laboral, no en ellos y ellas. Y en condiciones ideales, se planteó ampliar el tiempo que estos estarían es Escuelas Infantiles, la idea original del Segundo Ciclo no fue estar en los Colegios de Primaria y lo siento, pero esto se nota. Si quieres información sobre esto, aquí hay un montón.
Otro motivo es que no hay personas de apoyo suficientes. Yo sigo sin entender como hacen maestros y maestras para manejarse con ventisiete niños y niñas de dos y tres años en aulas tan pequeñas, es como si diésemos por supuesto que la carrera de Magisterio diese a quien se gradúa súper poderes. Debe ser así porque la mayoría no nos hacemos con un niño o dos, sin formación o con ella. Y además de atender a sus necesidades, muchos son casi bebés, tienen que enseñarles las letras, los números, tener listo el regalo del día del padre, la madre, organizar una función de Navidad… ¿Cómo podrían hacer todo esto y además cambiar pañales? La idea es ir recortando, haciendo aútonomos a los niños y las niñas para que el sistema que hemos montado que tiene muchas deficiencias pueda ser sostenible, en él, las necesidades de los más pequeños no siempre son lo prioritario. No me refiero con esto a las y los profesionales de la educación, si no al Sistema Educativo del que formamos parte muchas de nosotras (personas que leéis), familias, profesores y profesoras, abuelos y abuelas…
Me encantaría como otras veces que reflexionáramos sobre este tema y no diéramos por supuesto que siempre lo que se nos ofrece para nuestros hijos e hijas desde arriba es lo correcto porque somos nosotras (las familias) las responsables de exigir que los recursos sean los ideales para el desarrollo de nuestros pequeños y debemos apoyar a las personas que se dedican a cuidarlos y educarlos pero también formar equipo para reclamar lo que falte y sea necesario, incluyendo que estos profesionales sean los más preparados y preparadas.
Te dejo un enlace a algunos consejos básicos para acompañar el control de esfínteres de manera respetuosa por si pueden servirte de alguna manera.
No puedo parar de pensar en algunas de mis antiguas alumnas que son monitoras de comedor y además educadoras infantiles y en algunos casos, también animadoras socioculturales y que reúnen todas las condiciones para hacer estupendamente este trabajo salvo por el hecho de que pueden ser personas desconocidas para los niños y niñas que tengan que ser cambiados. No quiero ofenderlas, ni a ellas ni a ninguna otra monitora que no tenga esta formación. Ellas forman parte del sistema igual y no siempre trabajan en las mejores condiciones.
¿Qué opinas de todo esto? ¿Nos dejarás tu opinión sobre ello? Seguro que es enriquecedor descubrir otros puntos de vista o compartir si estamos de acuerdo. Y si te gustó no te olvides de compartirlo.
Bueno, veo que aquí hay más de lo mismo, estoy describiendo hechos concretos que han realizado monitoras concretas y conductas que son muy habituales. Eso no quiere decir que todas las monitoras hagan mal su trabajo, siempre hay personas estupendas en todas partes. En este caso, ante mi opinión basada en hechos objetivos, lo que recibo es el insulto de que soy una ignorante, bueno, igual entonces no me equivoco tanto cuando hablo de faltas de respeto en los comedores escolares. Ya sé que tienen muchas funciones, demasiadas para las condiciones laborales que tienen y yo misma reconozco que debería ser una profesión más valorada y reconocida. Respecto a la falta de formación, reitero que es insuficiente para la gran responsabilidad que tienen. En cualquier caso, siempre agradezco compartir puntos de vista de las personas implicadas, entiendo que te sentiste ofendida al leerme y por eso me atacas. No era mi intención ofender sino pedir mejoras que podrían beneficiarte a ti también en tu trabajo. En fin… ojalá se consigan. Un abrazo.
Pues me deja pasmada su opinión sobre las Monitoras de Comedor Escolar. En primera déjeme decirle que la Ignorancia es Atrevida. Y su post deja una total evidencia de lo ignorante que es usted sobre las funciones y el trabajo de un monitor de comedor escolar.
En primera su reciben formación, segunda se les exige que saquen su certificado de delitos sexuales, tercero ellas además de estar en el comedor con su hijo/a dándoles de comer y tratando de corregir todos los malos hábitos de comer que su hijo/a trae de casa (si porque muchos comer horroroso), también dedican a cuidarla y entretenerlos en el tiempo de ocio, también corrigiendo muchas veces malas conductas y enseñando buenos modales.
Las monitoras SI se convierten en personas de referencia para sus hijos, los niños llegan a tenerle mucho cariño y respeto.
Y les toca cambiar pañales, una función que no les corresponde porque no está estipulada dentro de las funciones de un monitor. Pero lo hacen, y por eso no reciben ningún pago extra.
Pues eso es. El colegio es una institución donde se acoge a niños y niñas desde los 2 años (los pequeños y pequeñas que nacieron después del verano), lo lógico y normal sería que estuvieran adaptados para cubrir necesidades de estas edades. No es así, no hay recursos y los pocos que hay no dan a basto. Tienen que simplificar afectando a cosas básicas para el desarrollo de niños y niñas. Siento mucho que estéis pasando por esto. Un abrazo fuerte.
Hola..os expongo mi caso.Mi hijo tiene 2 años y 8 meses,es decir cumpke los 3 en diciembre.El tuvo una fisura anal durante un año entero y esto le ha desembocado en un «trauma»a la hora de ir al baño.Empezo el cole,y claro no podia llevar pañal.Respuesta del colegio,que fuera yo a cambiarle pero que lo antes posible se lo quitaramos.Tratan a mi hijo como si fuera un robot al que puedo manejar a mi antojo.Quiero lo mejor para mi hijo y cuando entro en clase cuando me llaman se me cae el alma porque parezco una mala madre……gracias.
Hola Mari Luz, me refería a que hay coles donde una persona del comedor se encarga de cambiar a todos los niños del cole en las aulas, por tanto hay muchos que no la conocen, el cole de mi hija tiene más de 700 alumn@s, imagínate. Entiendo que te hayas podido sentir ofendida con mis comentarios porque en tu caso, tienes un perfil más que sobrado para trabajar en esto y, ¿sabes qué? Pues que te irás más pronto que tarde. Porque estás sobrada, por tanto la gente como tú que es la que debería estar, se termina yendo y las que se suelen ir quedando como veteranas y marcan un poco la pauta no suelen tener tu perfil, muchas no tienen formación ninguna. Ya sé que tenerla no es garantía de nada, habrá gente estupenda trabajando en los comedores sin nada de formación, pero también hay personas que no hacen bien las cosas, que no hacen un trabajo profesional, que entienden el momento de la comida tal como lo vivieron con sus hijos o incluso con sus madres y ahí saldrán un montón de cosas que años más tarde ya sabemos que hay que erradicar, esto es lo que puede traer la formación. No está bien chantajear con la comida, con los afectos, obligar a comer. ¿Tú puedes garantizarme que no tienes compañeras que hacen estas cosas? Estoy segura de que no. Pero entiendo que en tu situación te hayas sentido aludida, lo siento. No sé si dejo claro lo que quiero transmitir que no es nada fácil. En las Escuelas Infantiles las personas que trabajan como auxiliares tienen el Ciclo Formativo, en la Comunidad de Madrid, el único requisito para trabajar en un comedor escolar es tener el carnet de manipulador de alimentos, cualquiera entenderá que para tratar a mi hija o a la hija de cualquier otro madre o padre, eso es insuficiente. Ojalá me haya explicado. Un abrazo Mari Luz y gracias por compartir tu experiencia.
hola! soy educadora infantil, estoy estudiando el grado de maestra en educación infantil, soy MONITORA DE COMEDOR y también animadora sociocultural… en lo de que si el niño/a no te conoce tienes toda la razón, pero claro a ver esque en el comedor, por ejemplo, las monitoras de los niños/as son las mismas durante todo el año, de acuerdo que al principio no las conocerán pero a las dos semanas ya son personas conocidas y a los dos meses, vamos pueden ser hasta personas con un apego especial, al igual que les pasa a los niños/as que entran en el primer curso del segundo ciclo de educación infantil… por lo que no veo tan disparatado que esta tarea la lleven a cabo las monitoras, ya que también se convierten en personas con apego para los niños/as. En fin yo lo que no veo bien es que las maestras, si ellas no pueden que tengan a alguien de refuerzo en todas las escuelas infantiles, ya sea para cambiar a los niños/as cuando se hacen pipi o para ayudar en tareas en las que se necesita un apoyo, que son muchas, pero no culpar a las monitoras de comedor, que ellas lo hacen con la mejor intención y también se convierten en personas conocidas para los niños y niñas.