Es difícil explicar lo que alguien como yo que cree firmemente en la crianza y la educación respetuosas siente cuando ve este tipo de imágenes, cuando conoce de la existencia de estas realidades. Cuando te dedicas a tratar de mostrar la importancia de cuidar las palabras, los gestos, los afectos porque sabes que todo eso tiene consecuencias en el desarrollo de las y los más pequeños y ves lo que viven niños y niñas en muchas partes del mundo (porque ahora toca Siria pero hay guerras en muchas otras partes del mundo, algunas llevan décadas activas y en ellas siempre hay inocentes que sobreviven a situaciones terribles una y otra vez, niños soldados, niñas esclavas sexuales…) la sensación de impotencia y de angustia es horrible. Es muy cómodo cerrar los ojos o mirar para otro lado, pero desde mi punto de vista, no hacer nada es ser un poco responsable de lo que ocurre. Os muestro imágenes de una exposición que vimos este fin de semana, los títulos son míos.
Algunas personas tratamos de respetar a nuestros niños y niñas porque creemos que eso hará que la sociedad que ellos creen (la nuestra ya no hay quien la arregle) será mejor. Creemos que si se acostumbran a resolver los conflictos dialogando, a no arrebatar a otra persona de las manos aquello que necesitan o simplemente desean sino que intenten pedirlo prestado o negocien un intercambio, es porque entre muchos motivos, inconscientemente, creemos que eso genera una cultura de paz y solo de esa manera uno puede garantizarse una felicidad plena, en el fondo el objetivo visible es que las y los nuestros sean felices, que «la paz es el camino», ya lo dijo Ghandi. Es difícil que alguien que haya desarrollado la empatía haga daño gratuitamente a otras personas porque hacerlo le dolería a ella misma y no sería inteligente hacer algo que te causa dolor a ti mismo. Si, ya sé que lo hacemos continuamente, hacemos cosas que nos hacen daño, nos lastiman, una y otra vez, pero eso se debe a aspectos mal desarrollados en nuestra historia de vida, a carencias no resueltas, de eso llevamos hablando aquí casi tres años.
Yo entiendo que para iniciar una guerra hay que estar desesperado y no tener nada que perder o hay que ser tan desgraciado y ser tan pobre que solo tengas dinero y ambición de lograr tener más en un futuro. ¿Se puede ser feliz sabiendo que eres la persona responsable de miles de muertes, de millones de historias de éxodo y desesperación? Yo creo que no, por muy sonrientes que aparezcan algunas de esas personas después en las fotos. Que soy una ilusa y una idealista es algo que llevo años demostrando así que tampoco es nada nuevo, el caso es que así lo siento.
Nadie nos garantiza no ser mañana una de las personas de estas fotos si seguimos inculcando a las y los más pequeños odios hacia otros seres humanos, la competitividad como único valor en la vida, el «tanto tienes tanto vales»… ¿Os imagináis que vuestros hijos e hijas fueran los de estas fotos el día de mañana? ¿No es eso suficiente motivo para intentar hacer algo? Os propongo tratar de inculcar a niños y niñas valores de paz, de respeto y de solidaridad. Si todos lo hiciéramos, estaríamos reduciendo las posibilidades de que algo tan terrible les ocurra, al menos, así quiero verlo yo.
¿Cómo se inculcan valores de paz, de respeto o de solidaridad?
Hay muchas formas de hacerlo, os planteo algunas, nadie es perfecto, lo que planteo no siempre es fácil, pero si la actitud es positiva estaremos inculcando al menos que hay que intentarlo. Con ellos y ellas, me refiero a los niños y las niñas. Os enlazo algunos post que desarrollan más estas ideas.
- No transmitas que cuando alguien que tiene más fuerza y está enfadado/a puede subir el tono de voz, castigar, humillar e incluso agredir a otras personas más vulnerables (por ejemplo, ellos y ellas.
- Muestra que equivocarse es humano pero también lo es corregir el daño causado pidiendo disculpas cuando tú misma (persona que me lees) te equivoques con ellos y ellas.
- Enséñale a pedir y a negociar las cosas que quiere buscando buenos argumentos, no por la fuerza, para ello deberías lograr que haga lo que tú quieres de esa manera, negociando, dialogando, buscando motivos tratando de evitar, siempre que puedas, actuar por la fuerza.
- Transmite que es valioso o valiosa por lo que es, por su forma de ser, por todo lo que aporta a las personas que lo quieren, porque es único o única y no porque haga lo que todo el mundo, haga lo que otras personas quieran, porque se someta a normas aunque sean injustas, etc.
- No le pidas que se comporte como una persona adulta, madura, responsable… cuando no puede ser ninguna de esas cosas aún y ni tú misma estás siendo capaz de mostrarte como tal.
- Valida sus emociones, durante alguna etapa es todo lo que tienen, no le quites importancia a lo que sienten, tampoco se la des en exceso, acompaña, muestra que estarás ahí pase lo que pase.
- Respetando las características de cada niño o niña y teniendo en cuenta su momento evolutivo, no le mantengas al margen de todas estas realidades, esto también es el mundo en el que vive. La ignorancia no contribuye a mejorar las cosas.
Al inicio de la exposición, hay un texto de Mikel Ayestarán, donde entre otras cosas habla de todos los premios que fotógrafos y periodistas ganan continuamente por hacer fotos como esta, mientras esta gente vive en estas circunstancias. Eso me hizo de acordarme de un corto que vi hace años: Ocho milésimas de segundo, donde se ve esta triste realidad de la que habla Mikel.
A pesar de todo, los seres humanos, nos dan lecciones hasta en las situaciones más terribles, mirad que camita le han improvisado a este niño lejos de los cristales y la suciedad y arropado con lo que tenían.
Y luego están las y los de siempre, dándonos lecciones de vida. Porque los niños y las niñas son el futuro de nuestras sociedades, por favor, respetémosles.
Estas fotos y muchas más puedes verlas en la Casa del Lector en el Matadero de Madrid en la exposición #SinFiltros.
Por favor, si alguien va a verla, le agradecería que tomara la referencia del autor, lugar donde fue tomada y fecha de la foto en la que sale una mamá porteando, la hice cuando ya nos íbamos y lo olvidé. Me gustaría poner quién es el autor o autora de la foto. Gracias por adelantado.
¿Consideras que criando y educando con respeto podemos lograr una sociedad más justa? ¿Te parece una exageración? Si quieres puedes dejar un comentario dando tu opinión sobre todo esto, será un placer leerlo.
Alguien me compartió tu blog en un comentario del post, estuve navegando por él, ¡enhorabuena!
Buen artículo. Lo tendré en cuenta 🙂
Voy a investigar lo que me mandas… Un saludo.
Esta interesante, lo volvere a leer. invito a pasar por http://psiente.com para ampliar