Hace unos días mientras iba caminando con mis hijas por la calle, nos cruzamos con un niño y su padre. El niño iba montado en un coche eléctrico de los de Babycar, una reproducción de un BMW espectacular último modelo. Tanto el padre como el hijo iban tan contentos, el padre con su mando a distancia y el niño concentrado conduciendo su coche. Hace meses que Chiquitina quiere probar uno de estos coches eléctricos que se ofrecen online y en un centro comercial de la ciudad en que vivimos, ahora también están en el paseo del pueblo en el que veraneamos, así que en estos días probaremos uno seguro.
Comentando esto con una amiga, me contó que había estado en un bautizo y al niño le habían regalado uno de estos coches eléctricos, así que entiendo que como pasó con los patinetes auto impulsados, esos que se mueven solo con el peso del cuerpo y a los que se les puede incluso acoplar un asiento, veremos muchos por las calles a partir de ahora, todo tipo de modelos de coche, los de esta marca, son de alta gama, así que el interés está asegurado, ya sabemos cómo es este mundo de los coches. En esta ocasión, hablamos de un producto para niños y niñas más pequeños bajo supervisión de una persona adulta. Es increíble cómo han cambiado las cosas, la tecnología hace posible que un niño de poco más de un año pueda ir al volante de un vehículo, bajo supervisión como decía, esto es fundamental, claro, la seguridad de nuestros pequeños y pequeñas es lo primero. Aprovecho para pedir cautela a padres y madres y hacer uso de ellos con todas las garantías.
Estaba claro que ese momento del padre y su hijo con el coche eléctrico era un momento especial para ellos y esta imagen me hizo pensar en lo mucho que han cambiado las cosas en tan solo unas décadas y lo importante que es que tomemos conciencia de ello. Hasta hace muy poco, las opciones que tenían nuestros hijos e hijas de conducir un vehículo del tipo que fuera, era con pedales, ahora pueden conducir coches de alta gama que circulan con baterías y tienen gran autonomía.
Cuando yo era pequeña recuerdo cuando me llegaron las primeras “maquinitas”, las llamábamos así, quienes tenéis más o menos mi edad, lo recordaréis. Me llegaban después de que un primo mío mayor se cansara de ellas y le compraran algo más sofisticado. Eran los primeros videojuegos que aparecieron en el mercado. Después de aquello, ya fueron llegando las consolas y los juegos de ordenador que al principio tenían formato de cartucho, algunas personas pensareis que esto que os cuento es del Pleistoceno, casi lo es.
El caso es que se ha sucedido una auténtica revolución tecnológica que nos lleva incluso a escuchar en voz de sus creadores que la inteligencia artificial mal gestionada puede llevarnos prácticamente a la extinción humana porque las máquinas podrían apoderarse de muchas cuestiones que son vitales en nuestro día a día. Mientras pasa esto, por otro lado, se hace más patente que nunca que debemos volver a lo primitivo, al origen, para no desatender del todo nuestras necesidades.
Pienso en cuestiones como la salud mental de nuestros adolescentes con las consecuencias dramáticas que esto está teniendo en muchos casos, la sequía que nos recuerda que muchos de los recursos de que disponemos alegremente son limitados y otras cuestiones de interés fundamental a nivel planetario que no debemos olvidar.
Y con todo esto encima de la mesa, pienso en las vacaciones, si no nuestras, si de nuestros hijxs, este es otro tema importante, el de gestionar unas vacaciones de más de dos meses con unas vacaciones laborales de quince días en muchos casos. En fin, sabéis que me enredo, de esto es de lo que os quiero hablar hoy.
¿QUÉ PODEMOS HACER EN EL VERANO PARA DEJAR EL MEJOR LEGADO A NUESTRXS HIJXS?
- Combinar las actividades relacionadas con pantallas y con aparatos eléctricos de todo tipo que entiendo que son un recurso, una realidad de nuestro tiempo y por tanto, algo que podemos disfrutar, no había más que ver la cara de satisfacción absoluta del padre y el hijo de los que os hablaba al principio con su coche eléctrico para entenderlo, con otros planes donde esté presente la naturaleza. Esto no está reñido y lo sabemos.
- Que entendamos que el agua que sale de los grifos de los hoteles y los apartamentos en los que algunos y algunas afortunadas pasaremos días de nuestro verano, sale del fondo común que nos queda. Si en casa controlamos el gasto, fuera deberíamos hacerlo también y si no lo hacemos tampoco en casa, deberíamos empezar a hacerlo, por el simple hecho de dejarles a nuestrxs hijxs un planeta lo más saludable posible. Bien lo merecen.
- Que utilicemos medios de transporte de todo tipo, si es posible, eso sería buena señal: tren, coche, barco, avión… pero sin olvidarnos de poner en funcionamiento nuestras piernas todos los días y en tiempos importantes. Así salvamos otro mal de nuestra sociedad, el sedentarismo: caminar, correr, saltar, montar en bicicleta, nadar… el verano nos da muchas posibilidades.
- Que cuando nos vayamos de un lugar no olvidemos llevarnos todo lo que traíamos con nosotras, nuestros objetos personales, pero también nuestras basuras. A todas las personas nos gusta llegar a los sitios y que estén limpios para disfrutarlos del todo.
- Que usemos crema solar para proteger nuestra piel y la de las personas que queréis, a ser posible libre de sustancias tóxicas para el organismo, no vale cualquiera, alternando con algunos momentos donde nos llegue la radiación solar para cargarnos de vitamina D fundamental para nuestro organismo.
- Y sobre todo, que disfrutéis mucho de estos días puesto que forman parte de vuestras vidas, esa que va pasando sin poder volver atrás, especialmente porque tenemos en nuestras manos la infancia de nuestros hijos e hijas y esto sí que es un tesoro que hay que cuidar.
En estos días veraniegos seguiré por ahí en redes, ojalá queráis acompañarme. Con suerte podré escribir también algunos de los posts que rondan en mi cabeza y que no siempre encuentro momento de plasmar para que os lleguen. Y probaremos uno de estos coches eléctricos de los que os hablaba, seguro, ya no puedo resistirme, estoy segura de que Chiquitina va a disfrutar de la experiencia y nosotros también, hay cosas a las que no podemos negarnos, este es el mundo de nuestros pequeños y pequeñas.
¡Feliz verano! ¡Feliz vida!
